Encontré en la histeria un punto fundamental de la estructura del Psicoanálisis. Cuando se ataca la histeria se golpea en un punto bastante sensible del edificio teórico psicoanalítico. Ahora bien, al hablar de Psicoanálisis, terminamos, tarde o temprano, hablando de sexo y de las mujeres que pasaron pro el diván de Freud. Y si hablamos de mujeres y sexo terminaremos metiéndonos rápidamente en el terreno del feminismo. Así, yo pasé de la histeria a la histeria libidinosa, o sea ninfomanía, y de su mano a toparme con un libro feminista. Y las autoras, en mi experiencia, son deshonestas y la autora de ese libro me dio rápidamente un ejemplo de lo que empiezo a considerar la típica deshonestidad feminista.