blog de CJC

¡Algún día tenía que suceder!

¡Tenía que suceder! Tarde o temprano iba a pasar. ¡Escribí un libro! Pero no es un libro cualquiera. Si quieres descubrir el verdadero valor de la obra freudiana, su “revolucionaria” originalidad y deshacerte de los mitos que la rodean, este libro es el que necesitas. Te brindará una visión clara de eso que los psicoanalistas se vanaglorian de conocer bien (Espóiler: no lo hacen.). Pero también es una oportunidad de mostrar tu apoyo a este blog y a su autor. También es un buen regalo para su terapeuta, ya sea psicoanalista o no. Si lo es, ¡aún mejor! Es una gran oportunidad de poder ver los chispazos cuando haga cortocircuito su cabeza y sacarlo de su ilusión.

Freud y las niñeras

Un mito bastante repetido es la idea de que Freud fue un adelantado en muchas cosas. Sin embargo, con cada paso que doy en algún libro de su época, me doy más cuenta que tan grande es ese mito. Muchas cosas se le achacan a Freud de descubrir, destapar o denunciar no son más que cosas que ya se discutían, se hablaban y se condenaban abiertamente en su época. Freud no hacía que repetir lo que su entorno ya decía. ¿Originalidad? Ninguna ¿Descubridor? Tampoco. Vamos con otro pequeño ejemplo de como lo nuevo en Freud no era cierto y lo cierto no era nuevo.

Misión Imposible y la respuesta de Ethan

Alerta de SpoilerDije que en algún momento aparecería algún intento o texto sobre filosofía. No por nada, la Psicología nació de la filosofía. Bueno, ¿que ciencia no tiene raíces en ella? ¿No?  Como sea, aquí mi intento de rescatar o bien de formalizar una idea expresada por una de las películas de la franquicia de Misión Imposible. Sí, es una película de acción con un mensaje ético o moral, por así decirlo, aunque no lo parezca. Aunque esta entrada no pretende hacer espóiler, ya que la moraleja de la película no descubre mucho de la trama, excepto las motivaciones que llevan a Ethan Hunt a tomar una decisión al principio de la película que lleva a todo un embrollo de tamaño mundial, vale hacer una advertencia de espóiler. Intentaré reducir la posibilidad de espóiler al mínimo, pero no prometo nada. Si quiere aún seguir leyendo, pues ¡queda avisado!

Gallina antes que el huevo, la clínica antes que lo experimental

Lo que más me gusta de investigar sobre el Psicoanálisis es que me lleva a leer textos antes de su misma creación. Debo leer textos antiguos sobre la Psicología. Así, revisando diccionarios antiguos, me encuentro con una clara muestra, entre tantas otras, de que la psicoterapia ya existía mucho antes de que incluso Freud la inventara, como suelen algunos pensar. Incluso de que él mismo naciera.

Mantegazza y su librito

Por un buen rato en mi vida pensé que no podría ya sacar nada nuevo al tema del Psicoanálisis. Las mismas falacias, los mismos errores y las mismas respuestas a cualquier crítica o pregunta sobre el dogma del diván. Al ponerme a escribir sobre la histeria me di cuenta de que estaba equivocado. Pude ver lo tan acertado que estaba Eysenck con Freud. Pude ver, en pequeños detalles que parecen insignificantes, que Freud no hacía más que seguir las ideas de la comunidad médica de su momento. Un ejemplo de esto es la escena de Dora con la lectura del libro de Mantegazza.

Otro ejemplo de deshonestidad feminista

Encontré en la histeria un punto fundamental de la estructura del Psicoanálisis. Cuando se ataca la histeria se golpea en un punto bastante sensible del edificio teórico psicoanalítico. Ahora bien, al hablar de Psicoanálisis, terminamos, tarde o temprano, hablando de sexo y de las mujeres que pasaron por el diván de Freud. Y si hablamos de mujeres y sexo, terminaremos metiéndonos rápidamente en el terreno del feminismo. Así, yo pasé de la histeria a la histeria libidinosa, o sea ninfomanía, y de su mano a toparme con un libro feminista. Y las autoras, en mi experiencia, son deshonestas y la autora de ese libro me dio rápidamente un ejemplo de lo que empiezo a considerar ya como una deshonestidad feminista típica.

Sobre la analogía del iceberg

Infinidad de veces se escucha la analogía del Iceberg del Psicoanálisis. Según esta, lo conciencia solo es una ínfima parte de un todo. Es lo que lo poco que podemos ver de la mente. Existiría todo una gran parte oculta. Una parte oculta bajo el agua, así como un iceberg. Un artículo de Psicoanálisis en un blog (¿de Psicología con Psicoanálisis?) usa esta analogía, pero es interesante esta vez porque permite ver, con claridad, como el concepto siempre presente. Deja ver cómo se puede siempre invocar para cualquier cosa y terminar ‘explicándolo’ todo.

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