Un mito bastante repetido es la idea de que Freud fue un adelantado en muchas cosas. Sin embargo, con cada paso que doy en algún libro de su época, me doy más cuenta que tan grande es ese mito. Muchas cosas se le achacan a Freud de descubrir, destapar o denunciar no son más que cosas que ya se discutían, se hablaban y se condenaban abiertamente en su época. Freud no hacía que repetir lo que su entorno ya decía. ¿Originalidad? Ninguna ¿Descubridor? Tampoco. Vamos con otro pequeño ejemplo de como lo nuevo en Freud no era cierto y lo cierto no era nuevo.
Es conocida la opinión de Freud sobre las niñeras y la servidumbre. No era muy buena, y claro está, debía estar relacionada con algo sexual. Para él eran una fuente de generación de histeria, o sea, de traumas sexuales infantiles.
Mis trece casos de histeria eran todos graves y databan ya de muchos años, algunos de ellos a pesar de un largo tratamiento médico ineficaz. Los traumas infantiles que en ellos descubrió el análisis eran todos de orden sexual y en ocasiones de un carácter extraordinariamente repugnante. Entre los culpables de estos abusos de tan graves consecuencias figuraban, en primer lugar, niñeras, nurses y otras personas del servicio, a las cuales se abandona imprudentemente el cuidado de los niños, y luego, con lamentable frecuencia, personas dedicadas a la enseñanza infantil. 1
El segundo grupo aparece formado por aquellos casos, mucho más numerosos, en los que una persona adulta dedicada al cuidado del niño —niñera, institutriz preceptor o pariente cercano— hubo de iniciarle en el comercio sexual y mantuvo con él, a veces durante años enteros, verdaderas relaciones amorosas, desarrolladas también en dirección anímica. 2
Pero estos abusos reportados, más allá de que fueran fehacientes o no, no eran novedad. Freud no habría sido el único en detectar el condenable accionar de las sirvientas, niñeras y de muchos aquellos en los que se confían los hijos de uno.
La masturbación puede aprenderse a una edad muy temprana. He visto a un niño de nueve meses que aparentemente practicaba el onanismo. Los niños de dos o tres años lo aprenden por sí mismos o se lo enseñan sus mayores, a veces las enfermeras3, que se dan cuenta de que tocarse los genitales es un método eficaz para mantener callado al bebé.4
Lo más frecuente, sin embargo, es que el hábito del onanismo surja de una provocación directa, de una instrucción. A veces esta provocación sólo puede atribuirse a la imprudencia. Así, las enfermeras a veces excitan los órganos genitales de los niños para que dejen de llorar.5
Otros que han escapado al vicio a una edad tan temprana son a menudo iniciados en la práctica de la autopolución a la edad de ocho o diez años por sus compañeros de juego, sus compañeros de escuela, o por sirvientes contratados; y todo esto sin un pensamiento de maldad por parte de los pequeños masturbadores.6
Los niños en la escuela se enseñan unos a otros a realizar esta contaminaciónpolución; y los viles sirvientes inician a los niños pequeños a una edad sorprendentemente temprana.7
Pero lo más curioso de los defensores de Freud es que a veces parecen no haberlo leído con detenimiento. Este mismo reconocía que no era nada nuevo lo que estaba diciendo.
Me parece indudable que nuestros hijos se hallan más expuestos a ataques sexuales de lo que la escasa previsión de los padres hace suponer. Al tratar de documentarme sobre este tema se me indicó, por aquellos colegas a los que acudí en busca de datos, la existencia de varias publicaciones de pediatría en las que se denunciaban la frecuencia con que las nodrizas y niñeras hacían objeto de prácticas sexuales a los niños a ellas confiados, [...] 8
No había nada nuevo en Freud cuando este apareció en la escena médica. Solo se dedicó a regurgitar las ideas de su época. Sin embargo, luego de unos más de 20 años de leer a Freud, estudiar en la Facultad de Psicoanálisis e investigar la época en que creció y desarrolló su carrera, aún espero encontrar algo en lo que fuera original o un descubridor. Por ahora solo ideas recicladas y especulaciones y teorías salvajes que nadie con carrera y conocimientos apoyaba. Soy optimista. Quizás en otros 20 años más lo encuentre, ¿no?
- 1. Freud, Sigmund, "Nuevas Observaciones sobre las Neuropsicosis de Defensa", en Obras Completas (Biblioteca Nueva, 1896), p.287
- 2. Freud, Sigmund, "La Etioloǵıa de la Histeria", en Obras Completas (Biblioteca Nueva, 1896), p.309
- 3. Nurse puede traducirse también como niñera o, con un sentido al más amplio, como cuidadora. Por el contexto no es posible decidirse por una traducción. Puede que refiera a enfermeras o bien a niñeras. No hay mucho para poder decidirse por una traducción, aunque cualquier traducción no afecta el sentido del parrafo.
- 4. Martin, Edward, Impotence and sexual weakness in the male and female (Chicago: George Davis, 1893), p.39
- 5. Deslandes, Leopold, Treatise on the Diseases Produced by Onanism, Masturbation, Self-Pollution, and Ohter Excess (Boston: Otis, Broadres, and Company, 1839), p.227
- 6. Miller, Eli Peck, A Treatise on the Cause of Exhausted Vitality (New York: John A. Gray & Green, 1867), p.35
- 7. Kent, James Tyler, Sexual Neuroses (Saint Louis: Maynard&Tedford, 1879), pp.31-32
- 8. Freud, Sigmund, "La Etioloǵıa de la Histeria", en Obras Completas (Biblioteca Nueva, 1896), p.308
Añadir nuevo comentario