El psicoanálisis es en verdad una secta, con todos los signos y símbolos de una - ritos y ceremonias, exorcismos y consultas catárticas, oráculo y mántica, simbolismo establecido y dogmatismo, doctrina secreta y edición popular, prosélitos y renegados, curas que están sujetos a pruebas, y sectas hijas que se maldicen mutuamente. Justo como una ballena, aunque un mamífero, pasa por un pez, por lo que el psicoanálisis, en realidad una religión, se hace pasar por una ciencia.