Comentario a un comentario (I)

Partes de esta serie
II - III

Me tope con un comentario algo elaborado aunque no de este blog. Es un comentario que plantea varias cuestiones pero que serían bastante difíciles de responder en el espacio de un comentario. Asi que recojo aquí el guante aunque no estuviera dirigido a mi. Lo hago por que porque parece plantear, a primera vista, cosas con cierta lógica, fundamento y principalmente tranquilidad. Veamos si con una mirada más cercana se puede decir lo mismo. Vayamos con la primera parte.

No vengo como defensor del psicoanálisis, con el cuál aún tengo alguna simpatía, sino como promulgador de la objetividad.

La cosa comienza no muy bien que digamos. Nunca es buen presagio cuando alguien inicia mencionando que es objetivo. Casi de inmediato muestra que tiene parcialidades. Diré que en este caso parecen pequeñas estar parcialidades, pero son parciales al fin y al cabo. Parece faltar un poco de crítica sobre lo que defiende, ya que no parece comprender las criticas al Psicoanalisis y no parece admitir la posibilidad de error y tiene a Freud en un alto pedestal al fin de cuentas. Suena tranquilo, y hasta imparcial, pero no duda en concluir que si no fuera por el genio freudiano la Psicología clínica actual no sería posible.

Más arriba comentó un supuesto psicoanalista con miles de credenciales que tacha a la admirable neurociencia de “neoliberalismo”, eso es aberrante. No simplemente desde el punto de vista de quién desprecia un cuerpo de saberes que se encuentra en una espléndida creciente, sino desde el punto de vista de la ignorancia. Si ese hombre fuera leído al menos sabría que neurocientíficos, y algunos de ellos fundadores de la disciplina, como Eric Kandel, Antonio Damasio, Mark Solms o Jaak Panksepp volvieron a llevar los planteos generales del psicoanálisis al ámbito académico, reclamando una nueva lectura por parte de los investigadores de este material.

Aun antes de entrar a los puntos que presenta ya difiero. El Neuro-Psicoanálisis no ha sido más que una reescritura de las neurociencias en terminología psicoanalítica. En otras palabras, es ponerle un nombre psicoanalítico a cualquier concepto que se asemeje, aunque sea solo en su descripción y no en sus fundamentos. ¿Un ejemplo? El transformar el concepto de subconsciente a inconsciente guiándose por la similaridad nada más. Mientras que el inconsciente freudiano resulta en una especie de entidad psíquica detrás de la conciencia (homunculo), separada de ella, en cambio el subconsciente son procesos automáticos de la conciencia que escapan a la parte reflexiva de la conciencia. Pero divago ... Vayamos con los puntos que nos trae.

1 – Cuando se plantea el aparato psíquico freudiano en tanto la personalidad se comete el error de colocar al superyó antes que el yo. La génesis es ello, yo y superyó.

Esto es correcto. El Ello, el Yo, y el Super Yo, la trinidad psicoanalítica, según la teoría freudiana, no se desarrollan al mismo tiempo, si no que cada una aparece en tiempos diferentes del desarrollo de la persona. El Yo se desarrolla cuando el niño se enfrenta a las exigencias de la realidad. Hasta antes de nacer el niño tendría todas sus necesidades cubiertas. La madre le da todo lo que necesita. El niño sólo tiene deseos. Es puro deseos. Es puro Ello.

Al nacer el niño se enfrenta a la realidad y debe lidiar con ella, por lo cual desarrolla una nueva entidad psíquica encargada de hacerlo. Inicialmente el niño solo debe 'luchar' con su madre para lograr que sus necesidades sean satisfechas. Antes a su completa disposición y ahora separado de ella su madre satisface sus necesidades cuando es posible hacerlo. Debe luchar con la nueva situación, debe soportar las exigencias de la realidad que enfrenta y la cual quita a su madre de la tarea de cuidarlo las 24 horas continuamente como cuando estaba en el vientre. Enfrentar a este problema, enfrentar las exigencias de la realidad que ahora enfrenta, es lo que origina a esa entidad psíquica. De forma general, es la parte de la psiquis, en el modelo freudiano, que corresponde a la conciencia. Corresponde a aquello que es visible en la persona. Es la entidad con la cual entablamos relación. Es la parte de nuestra psiquis que Freud llama y nosotros también Yo.

A medida que el niño se va desarrollando esta entidad se va desarrollando y fortaleciendo. El niño va adquiriendo fuerzas y habilidades para satisfacer algunas de sus necesidades por si solo. El niño debe interactuar con otras personas y se encuentra que estas no están allí para complacerlo como lo esta su madre, por lo que desarrolla estrategias para lograr que ellas cumplan sus deseos. Debe aprender a relacionarse con esas personas. Digamos que es la parte donde el niño se sumerge con fuerza en el mundo humano y para hacerlo debe conocer las reglas de este mundo. Allí los padres aparecen como transmisores de los valores y normas de la sociedad en la que vive el niño y las demás personas. Allí es donde, al internalizar todo eso, se empieza a formar la tercera entidad psíquica de la trinidad freudiana: el Super Yo.

Esa entidad se encarga de que el Yo cumpla con esas normas y reglas de la sociedad y es la que se enfrenta al Ello que no le interesa cumplir esos normas si no satisfacer sus deseos sin más. El Super Yo exige al Yo a que se comporte y siga las reglas, normas y deseos que su familia le transmitió. El Ello le pide al Yo satisfacer los deseos que tiene aunque eso implique romper reglas de la familia y de la sociedad. No importa otra cosa que satisfacerlos.  Esto deja al Yo en medio de un fuego cruzado. Debe encontrar la forma de satisfacer dos intereses diametralmente contrapuesto, directamente contradictorios. Este es el conflicto que el Psicoanálisis sostiene que todo ser humano tiene en su interior y es el conflicto al que luego el comentario referencia.

1.1 – Ello, palabra originalmente utilizada por Nietzsche, correctamente enmarca aquello animal sediento de satisfacción, no como un homúnculo sino como fragmento del funcionamiento del animal.

Supongo que esto cierto para Nietzche, pero que lo sea o no, resulta irrelevante. No es Psicoanálisis por lo que no tiene mucho sentido considerarlo aquí. Y aunque Nietzche lo haya definido de esa forma eso no asegura que Freud lo haya definido de la misma forma y menos que le diera la misma significación. Que Nietzche no lo haya definido como un homunculo no asegura que Freud no terminara describiendo como un homunculo al Ello y al Super Yo, incluso aunque nunca los haya nombrado de esa forma.

En este contexto, un homunculo no es más que una explicación circular para explicar la conciencia o procesos psíquicos. En su estructura es similar a la razonamiento del flogisto. cuando se intentaba explicar el por que las cosas se quemaban se invocaba cierta sustancia que los materiales tendrían y que posibilitaba el que se prendieran fuego. Esa sustancia era el flogisto. Asi las cosas se quemaban por el flogisto que se quemaba en ellas. Pero esto deja un sin responder lo esencial de la pregunta. Las cosas se queman por el flogisto que se quema pero ¿por que se quema el flogisto? Uno podría entonces verse tentado a decir que el flogisto tiene una sustancia que podríamos llamar flogisto segundo. Y cuando se daba explicar el porque quema este flogisto segundo se termina invocando un flogisto tercero, y así ad infinitum.

De la misma forma, cuando Freud intenta explicar la conciencia, o Yo en su segundo modelo, apunta a decir que existen entidades que la dirigen. Dicho de otra forma, otras conciencias detrás de la conciencia. Incluso él mismo lo define en esos términos al poner el Inconsciente era una segunda conciencia, o conciencia inconsciente. O sea una conciencia que la conciencia principal no podía acceder pero que se podía deducir a partir de sus efectos. Esta explicación es como decir que la persona se comporta como se comporta por que dentro tiene una personita más chica que lo controla. Esta personita sería lo que se denomina como homunculo. El flogisto explicando al flogisto. Algo se quema por que dentro tiene algo que se quema.

El Ello y el Super Yo son homúnculos. Estas entidades psíquicas controlan otra entidad psíquica, o sea al Yo. Estas dos entidades pelean por su control y que en ciertas situaciones lo logran generando los síntomas, o sea comportamientos que escapan al control del Yo. Resultan asi los sintomas explicados por un homunculo que controla a la persona. Esto se asemeja a otra idea conocida. Como se puede intuir, es la misma idea detrás de la posesión demoníaca. La persona es controlada por un homunculo o espiritu que lo lleva a sentir o actuar de forma fuera de su control. Incluso el Yo percibe estos actos y sentimiento sy los percibe como extraños, o sea desde fuera de él, lo que indica su carácter de independiente, o sea de existencia independiente del Yo y no parte de él. 

En definitiva, que Nietzche hubiera definido como fuera y que Freud haya luchado o no contra esa concepción homuncular no resulta en que la teoría freudiana se base en homunculos. 

1.2 – La lucha entre tendencias en el organismo es fácil de notar, hasta como para un niño, como dice Fasce, no hace falta ser psicoanalista para notarla. La corteza prefrontal está en constante guerra con las demandas de la corteza límbica, las demandas de dopamina en las recompensas rápidas (Notorias en las adicciones) y el sistema neuroendócrino. ¿Ningún monógamo sintió la tensión entre acostarse con otra mujer, en la situación de poder acostarse, y el ser fieles? ¿Ningún diabético sintió jamás ganas de comer azucar en tensión con el riesgo de perder un miembro? (Y como si faltaran diabéticos amputados).


1.3 – El oscurantismo freudiano proviene de sus críticos, no de sus teorías. Porque si yo dijera acá mismo que el sistema dopaminérgico es antagónico al serotoninérgico en cuanto a la conducta que genera recompensa (corto y largo plazo respectivamente) nadie se mosquearía. Si uno dice “tensión entre el Yo y las instancias inconcientes” se arma un escándalo, proveniente de una conducta aprendida, una respuesta operante digamos.

Sobre 1.3, el problema no es el tipo de explicación que se da, si no de las evidencias que la sostienen. Por ejemplo, se haría un escándalo aun mayor si yo presentara la teoría de que esa lucha interna, entre hacer lo que se desea y lo que se debe es, en realidad, producto de un espíritu que alberga en la persona. Ese espíritu tienta y fuerza a la persona, con todas sus fuerzas y medios posibles, a que cometa actos impúdicos, fuera de las normas y reglas sociales1 no es el problema de la explicación. El escándalo no se produce por explicar la conducta de una persona de esta forma, si no que la existencia de estos espíritus no esta fundamentada por ninguna evidencia plausible. Es asunto de evidencias y no del tipo de explicación que se da. El problema con la explicación psicoanalítica es que esas "fuerzas inconscientes" tienen el mismo nivel de evidencia que la de estos espíritus capaces de poseer y controlar a una persona. La cuestión de como alteraciones en la corteza prefrontal y límbica modifican la conducta de las personas estaba bastante probada, así como el efecto que tiene la dopamina y la serotonina en ella. 

El punto 1.2 parace ser una respuesta a cierta negación, o supuesta negación, de que las personas no sufren de conflictos. Al inicio el autor de este comentario decia que queria evitar los hombres de paja, pero aquí creo que comete uno. Nadie niega que las personas tengan conflictos internos. Nadie niega que la gente se debate entre deseo y deber. Nadie niega que las personas se debaten entre sus deseos y su comportamiento ético y moral. No es difícil ver este conflicto interno fue expresado desde los mismo inicios de la civilización. fue expresado en religiones de todo el mundo y en las filosofías modernas tratando de aclararlo. El Psicoanálisis no trae nada nuevo aquí, excepto los nombres que le pone. Lo que las religiones y filosofías nombran como pecado/vicio y virtud, el Psicoanálisis les pone el nombre de Ello y Super Yo2. No es un descubrimiento del Psicoanálisis.

Las religiones y filosofías marcaban este conflicto desde tiempos muy anteriores al diván, pero era un conflicto general. Un conflicto entre el bien y el mal, pudiendo el bien y el mal tomar muchas formas. El control de la emociones y deseos es un pilar básico de las sociedades de todo el mundo. Una sociedad sin control se vuelve anárquica. La cooperación se vuelve imposible y no se alcanzan fines más allá de los inmediatos e individuales. Lo que se cuestiona, no es que no haya tal conflicto si no el supuesto origen de ese conflicto. Especificamente, que este surge de esas "fuerzas inconcientes", las que, como dije, no tienen evidencias que soporten su existencia. También se cuestiona la reducción de todo este conflicto interno al terreno de lo sexual; y eso a uno aun más específico: lo incestuoso. Aparte de no tener evidencias del origen sexual de ese conflicto y de esas fuerzas que lo originan se critica su visión reduccionista de la complejidad de los actos humanos. todo se vuelve pansexualismo. De nuevo, no es la explicación si no las evidencias de ella. Nullius in Verba

  • 1. Nótese la similitud de esto que tiene con el Ello.
  • 2. Técnicamente, el Ello y el Super Yo sería el motor, fuente o asiento del vicio y la virtud respectivamente. Pero creo que se comprende el paralelismo que intento exponer.

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