Para despejar mi cabeza luego de escribir un libro, que ya casi está listo, pasé a escribir un cuento1 (PDF / EPUB) a partir una pequeña idea. En un momento, me di cuenta qué bien podría ser algo navideño, pero al estilo Nakatomi. O sea, es algo relacionado, de alguna forma algo extraña, a la navidad. Y para seguir con el espíritu navideño, pues ahí lo tienen, gratis y para leer en línea. Sin más que decir, que lo disfruten como lo disfrute escribiendo.
Dicen que, aunque no lo veamos, el sol siempre está. Podría decirse lo mismo de mí. Aunque no he estado en este blog hace mucho tiempo, no significa que haya abandonado el tema. Sigo escribiendo, pero no aquí y no en un lugar que se pueda ver ... por ahora. Simplemente, estuve escribiendo un libro. ¡Ya era hora que sucediera! Aunque no es uno directamente relacionado con el tema del blog, o quizás sí.
Este fin de semana decidí retomar la antigua tradición de comprar el diario del domingo. Aparte de enterarme de que el mundo está mal y la gente lo mantiene así, cuando no lo empeora, me entero de que Laura Oliva ha sido carne de diván y aún lo sigue siendo. Viendo en que clase de terapia ahora ella está me percató de una idea que estaba ahí. Veía una correlación, pero puede que sea una causación. Vamos con una diatriba catártica.
Hace más de un año que estoy detrás de la histeria. Intento saber que era. Más específicamente intento saber como se veía una paciente histérica. Quiero saber como es que la identificaban en las épocas de Freud. Hoy ya tengo una imagen muy bien formada, pero sigo buscando y revisando material. Recientemente, me encontré un libro que pienso que debería darle una mirada, pero una hojeada rápida ya me dice que es uno más del montón que replica ideas sin fundamentos y distorsionadas sobre la histeria. Es un libro feminista sobre la histeria. Como unos cuantos que me he topado, deforma la histeria de forma tendenciosa. Solo buscan aquello que confirma el mito que la histeria era una etiqueta para las mujeres que se comportaban de forma para nada patriarcal.
Quiero rescatar un hilo de twitter con historias desde el diván, pero no se limita a eso. Son historias sucedidas con pseudociencias. Si tienen twitter y una mala experiencia ya sea con el diván, con la homeopatía o con lo que fuera con aquello que les pareció ciencia y no fue más que un engaño,no dude en compartirla allí. Y si su historia involucra un diván no dude en hacérmela llegar por aquí para publicarla o bien para solo hacérmela llegar.
Estamos viviendo tiempos de clases virtuales. Esto significa que si antes las diapositivas hechas en PowerPoint proliferan eran comunes, hoy son mucho más. Así, gracias a un fiel seguidor del blog, me llega un par de dipositivas interesantes. Una traducción rápida del lenguaje psicoanalítico al español me hace ver una idea muy pero muy interesante que pasa desapercibida gracias a los tecnicismos de diván. Por lo que aquí vamos con una traducción y exposición de esa idea oculta.