¿Lo dijo antes Freud?

Un crítico decía que lo que hay de nuevo en Freud no es cierto y lo que es cierto no es nuevo. Cada vez que me pongo a leer autores de su época y anteriores me encuentro que esa frase es muy real. Hoy me encuentro con el concepto de sublimación.

La gran revolución mental que se produce en la pubertad puede ir más allá de sus límites fisiológicos, en algunos casos, y convertirse en patológica. Los sentimientos vagos, los anhelos ciegos y los impulsos oscuros que surgen entonces en la mente, atestiguan el despertar de un impulso que al principio no conoce su objetivo ni los medios para su gratificación; se engendra una especie de melancolía vaga y anhelante, que conduce a un abandono en la poesía de un tipo Byron1 sombrío, o a la indulgencia en sentimientos y aspiraciones religiosas indefinidas2. En el momento en que se produce esta revolución mental, se produce un abandono de la poesía, de tipo bíblico y sombrío, o una indulgencia en sentimientos y aspiraciones religiosas indefinidas.3

Esos "sentimientos vagos", "anhelos ciegos" e "impulsos oscuros" no eran más que algo sexual. Justo antes, el autor hablaba de como los órganos sexuales podían afectar la mente.

Esto debería enseñarnos a tener cuidado de no atribuir demasiado precipitadamente los sentimientos sexuales a una irritación mórbida de los órganos sexuales. Es evidente que pueden tener un origen puramente central, así como la excitación de los mismos en la salud puede proceder de la mente. Aquí, de hecho, como en otros casos, debemos tener en cuenta la influencia recíproca de la mente sobre el órgano y del órgano sobre la mente.4

Así los impulsos sexuales provocan o llevan a la persona a buscar formas 'elevadas' de actuar. En este caso, actividades poéticas y, más significativamente, actividades religiosas. 
 

 

  • 1. Referencia al poeta Lord Byron.
  • 2. El resaltado es mío.
  • 3. Mudsley Henry, Body and Mind,  Apleton&Company, 1876 , p.75
  • 4. Ibidem, pp.74-75

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