Esta entrada la vamos a dedicar al análisis de un sencillo caso. La particularidad del mismo esta, primeramente, en la forma atemporal de los efectos de los traumas sufridos por la paciente. Luego tenemos el uso de la falacia de falso dilema al llegar a la resolución del caso. No tengo evidencias para decir que Freud hizo a sabiendas esto ultimo, pero esto no lo disculpa de no considerar en profundidad su propios casos, o de la ciega seguridad en sus propios postulados teóricos hasta el punto de forzar las conclusiones de sus casos obligando a los mismos pacientes ha confirmar sus diagnósticos. En la entrada donde hablo de esta falacia ya he introducido este caso como ejemplo y aquí voy a profundizarlo analizándolo parte por parte. En este caso la falacia de falso dilema juega un papel importante, pero también debemos notar que la excesiva seguridad con la que actúa Freud. Un detalle agregado, aún a pesar de la falsa dicotomía de Freud que la pone en una encrucijada, es ver como la paciente acepta con facilidad la explicación de Freud. Esto puede indicar que realmente hubo un abuso sexual real aquí, y no fantaseado, y la paciente encuentra alguien a quien comunicarselo. Lamentablemente, Freud parece despreciarlo, ya que su nueva teoría de fantasías edipicas en solo un par de meses después aparecerá en la escena psicoanalítica.