Por si alguien le interesa saberlo, encontré unos pasajes sobre los gustos culinarios de Freud:
El menú de Mela fue desdichadamente mezquino, coliflor y pollo, platos ambos que detesto en lo más profundo del alma [...]1
Esto lo confirma su hijo Martin.
A mi padre no les entusiasmaba la comida en general, pero como la mayoría, tenía sus preferencias. Le gustaban mucho los alcahuciles, pero nunca probaba coliflor y no le gustaba el pollo. "no se debe matar las gallinas -decía a veces-; dejadlas vivir y poner huevos."
El plato favorito de mi padre era el Rindfleisch, carne de vaca cocida; la comíamos tres o cuatro veces por semana, pero nunca con la misma salsa.2
Ahora que lo pienso, Mela tuvo que ser una persona con algo de rencor contra Freud por servirle, no una, si no dos cosas que detestaba.
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