El saber popular indica que una madre dejaría todo por su hijo. Esto es una especie de saber que no se discute por evidente. Es evidente y es tonto discutir lo evidente. Más de una vez uno puede notar como el psicoanálisis se alinea con este saber popular. Aunque, en realidad, esto pasa con las pseudociencias en general. Este movimiento es una especie de darse autoridad recíprocamente. El saber popular, basado solo en la intuición y las asociaciones simples, se encuentra con que algo da una explicación con aspecto de científica de algo que ya conoce, o sea explica y da fundamentos a eso que intuye, y esta explicación encuentra así una amplia aceptación en el saber popular ya que lo avala con esta explicación. Pero se puede encontrar pensadores que se atreven a repensar estos saberes evidentes y ponerlos en cuestión. Uno de esto pensadores ha sido Freud. Él se atrevió a repensar el tema de las renuncias que una madre llega a hacer por su hijo. Quizás la historia que mejor ilustra esta supuesta capacidad innata de una madre de poder renunciar por el bienestar de su hijo se encuentre en aquella historia del rey Salomón de las dos mujeres disputándose un hijo. La cátedra que curse este cuatrimestre, avalaba este pensamiento saber evidente de que una madre renuncia o sacrifica por su hijo, pero esto justamente va en contra de la posición de Freud, la cual es algo diferente. Este es un ejemplo más de superficialidad de la enseñanza en la Facultad de Psicoanálisis y de como se va en contra del mismo Freud en el proceso.