blog de CJC

El estilo de Lacan

Lacan es complicado de entender. Esto lo saben hasta los mismos partidarios de Lacan. Lo aceptan, y extrañamente, hasta se vanaglorian de ello. Yo trato de evitar su charlatanería pretenciosa ya que no encuentro, al esforzarme por descifrarlos, mas que errores, incoherencias, o simple dichos del saber popular, los cuales se ocultan en su estilo de escritura. Hace poco me tope con Richard Webster exponiendo con claridad este estilo charlatán de Lacan. Vale la pena traer al blog este pequeño análisis.

¡Encontre una pepita!

No recuerdo quien, creo que Mario Bunge, dijo que en la montañas de pseudo-ciencias se pueden encontrar a veces alguna pepita. Bueno. Yo creo haber encontrado una que me ayuda a entender el valor de las protestas que he realizado todo este tiempo. El concepto de analizador que aprendí en mi cursada de Institucional me sirve para ver el valor de hacer alguna protesta en la Facultad. El concepto de analizador sería algo así como un de dispositivo que revela parte de la estructura social de una institución.

¿Presión de los pares? ¿No te suena familiar?

¡Estamos en el horno! ¿Como es posible que unos estudiantes de la supuesta Facultad de Psicología no conozcan el concepto de presión de los pares? Es para no creerme pero yo mismo presencie como no uno si no dos compañeros no podían identificar algo que vieron como presión de los pares. Pero no solo eso si no que la profesora tampoco parece reconocer eso para ponerle un nombre. Y no solo eso, si no que es un concepto que se les enseño en materias anteriores. ¿Tan perdidos estamos?

Falcor al divan

Los detalles insignificantes en la cabeza de los psicoanalistas pueden tomar proporciones épicas. Hoy tuve una muestra más de eso. La profesora expone un caso de su propia cosecha a la clase. Nos muestra una lamina de un test proyectivo que le aplico a una persona. Esta laminas tiene un alta ambigüedad en donde la persona entrevistada puede reflejar su personalidad en ella al darle una historia especifica. Según el psicoanálisis, los conflictos y deseos inconscientes se verían plasmados en esa historia. La lamina mostraba a dos personas, una un poco más pequeña y baja que la otra, bajo la sombra de un frondoso árbol con una copa que ocupa casi un tercio de la imagen con un edificio de fondo ocupando todo el fondo. La persona arma un relato, aunque no del tipo que esperaba la profesora pero que la deja algo satisfecha. Luego la persona hace un comentario peculiar sobre la imagen que mi profesora no deja pasar. De nuevo la infinita significación de las cosas mínimas.

Historias desde el diván: "El hombre del magnetofono"

El principal obstáculo con el que me enfrento en este blog es el poder acceder a muestras de la praxis psicoanalítica. Tener accesos a la teoría es facil para cualquiera, y yo en particular me beneficio con la enseñanza de la Facultad de Psicoanálisis, pero es difícil acceder a lo que sucede en los divanes. Son casi como confesionarios y casi igual de herméticos. Los psicoanalistas cuando nos cuentan que sucede allí dentro de sus consultorios solo tenemos una versión recortadas y reformada de lo que sucede y los que se acuestan en los divanes callan. Pero no siempre los que habitan los divanes callan. Un 1967 un paciente decidió abrir las puertas del consultorio. Decidió grabar una sesión con su psicoanalista.

Sobre llovido mojado

A veces uno esta tan metido en otras cosa que no ve lo obvio, pero, afortunadamente, un compañero puso mi atención sobre el pecado de pereza que comenten unas cátedras en la Facultad. Y no hablo de solo cátedras psicoanalíticas , si no que hablo de Proyectivas y Psicometrías. Ambas cátedras que curse delegan en estudiantes inexperimentados tareas de importancia. Ya tenemos una pseudociencia rampante por toda la Facultad, y ahora debemos luchar contra la pereza de las cátedras de hacer un buen trabajo.

Una perlita

Hoy he sentido una perlita interesante directamente de la boca de una directora de una cátedra. Esto surgió al explicar la ambigüedad de una imagen usada en un test proyectivo, la cual permite un amplio rango de respuestas. La imagen era un niño mirando a un violín en su caja. Al no haber respuestas incorrectas, cualquier respuesta es aceptada, incluso si uno dice que la imagen representa a un elefante. Justo allí surgió esto de la boca de la directora de la cátedra.

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