Hablemos sobre unos mitos (I)

Hablemos sobre unos mitos
Parte II
Parte III - Parte IV

Al actualizar el sitio, me encuentro con una idea vieja que ya había olvidado. Me había topado con una lista de 20 mitos sobre la terapia en Psicología y me había ocurrido responderlas. A simple vista, ya se pude ver que son muchas ideas provenientes del Psicoanálisis. En la clásica confusión del Psicoanálisis con la Psicología, se asume que ciertas cosas para la terapia del diván son verdades también para la terapia psicológica. De ahí que surjan estos mitos, por lo que aquí vamos a separar la paja de trigo, o más bien, separar divanes de la ciencia, aclarando estos mitos.

Mito #01: Ir al psicólogo genera angustia y mortificación

Este primer mito parece relacionado con la idea popular de que "las cosas empeoran antes de mejorar". En la vida cotidiana muchos problemas, cuando no todos, no se resuelven sin un esfuerzo de nuestra parte. Uno dirigido a provocar un cambio en nuestro entorno, provocar un re-ordenamiento logrando una especie de nuevo equilibrio. Y nuestros esfuerzos no rara vez se encuentran con oposición o resistencias, y no a las del tipo psicoanalítico me refiero.

Sin embargo, es curioso como las personas se adecuan y acostumbran a los problemas y les cuesta aceptar, y aun menos provocar, un cambio, aunque el cambio seria para mejor. A veces no se quiere cambiar por comodidad, por ignorar que hay un problema, o bien pensar que uno no es parte del problema y que otro es el que tiene el deber de cambiar; pero la mayoría de las veces no se lo hace por temor de lo que venga sea peor de lo que ya se sufre. Evitan el cambio por miedo. Pero con aun más frecuencia, la gente se resiste al cambio por la simple idea de que no es es posible cambiar. Ven inútil el esfuerzo de cambiar por que piensan que no podrá cambiarse nada, y que nadie podría ayudarlos. Esto ultimo parece un pensamiento muy común e infinidad de veces uno errado.

Todo lo que sale de este esfuerzo de cambiar la situación actual, de mejorarla, es vivido como una especie de profundización del problema, cuando realmente es solo un esfuerzo de mejorar, y no un agravamiento del problema. Ese esfuerzo cuesta trabajo, cuesta energía que implica enfrentarse temores, y quizás mas temible aun, enfrentarse con uno mismo.

Claro esta que todo esto provoca sentimientos y situaciones que se experimentan como desagradables, pero necesarios para mejorar. Esto es similar a tomar una medicina de muy mal gusto. Desagradable de tomar pero necesario hacerlo. Pero todo este desagrado no surge del problema, no es parte del problema, si no que surge de acciones necesarias dirigidas a eliminar el problema. Esfuerzo y trabajo no es "angustia y mortificación". Pero pensemos por un segundo que nos topamos con una terapia que nos dice que las cosas empeoraran antes de mejorar. Pues seria una terapia totalmente para nada ética. Si un profesional por ejemplo frente a problemas de pareja tomara la decisión de confrontar a los miembros de la pareja para provocar una discusión a solo efectos de hacerlos hablar, por que no se comunican este aseria una idea por entero anti profesional y anti ética. El profesional estaría profundizando el problema de la pareja. Estaría echando gasolina al fuego, quizás por que pensaría que luego él podrá apagarlo. Y aunque él lograra apagar el conflicto e incluso lograr salvar a la pareja, habría provocado un sufrimiento innecesario y hubiera sido irresponsable e sumamente imprudente. Él bien podría buscar otros medios como charlar con la pareja y lograr educarlos, por separado, en como comunicase mejor, preparando el terreno, preparando un escenario seguro para discutir problemas, tomando las garantías necesarias para que no se vaya de sus manos la situación y creando un incendio que ya no se pueda apagar. Y todo esto no es exclusiva de una terapia particular, si no que es extensivo a todo tipo de terapia. Aplica por igual a las terapias psicológicas y psicoanalíticas.Es obvio esto ya que cualquier terapia tendrá como pacientes seres humanos y estos tiene derechos a no sufrir por la negligencia o mala praxis de un mal profesional o de una mala terapia.

Mito #02: El psicólogo siempre “remueve el pasado” y apunta en esa dirección

Es muy claro es donde proviene este mito. Es parte de la pesada carga que el diván le deja a la Psicología. vuelvo a hacer el recordatorio aquí que Psicología es una cosa y Psicoanálisis otra diferente. Tienen aparentes similitudes, pero son solo aparentes. En definitiva, Psicoanálisis no es Psicología, ni siquiera una parte de ella y menos una escuela1. Y este es una de las fundamentales diferencias entre ambas.

Para el Psicoanálisis "remover" el pasado es parte fundamental. De hecho, se fundo bajo esa idea. La premisa fundamental es que el paciente "sufre de reminicencias", tomando la famosa frase de Freud sobre las histéricas. El paciente sufrió en algún momento temprano de su vida un evento de alto impacto emocional y psíquico, lo que en Psicoanálisis es el consabido trauma. Este trauma conlleva un monto elevado de energía psíquica y/o emocional2 y al no poder manejarla adecuadamente, y aun menos deshacerse de ella. Esto en la jerga psicoanalítica se denomina tramitar, otra palabra mal o poco definida.

Así el paciente se encontraría con una energía extra que si puede tramitarla adecuadamente no habría problema alguno. Pero si no puede hacerlo ese exceso de energía iría a parar a alguna otra parte y terminaría provocando algún síntoma o síntomas. Sin embargo, al tener estos síntomas hace que el paciente reviva una y otra vez ese trauma, aunque de forma simbólica y seguirá haciéndolo hasta que reviva el trauma y puede tramitarlo adecuadamente. Por lo que la idea para tratar al paciente sera hacerlo revivir eses trauma, de manera simbólica, para que el paciente pueda manejarlo y hacer que es excedente se tramite adecuadamente. Esto llevara al psicoanalista a indagar en el pasado del paciente para tratar de dar con el trauma que genera el problema. Y al decir indagar me refiero a que básicamente el paciente se largara a hablar de todo (asociar libremente) al paciente sobre su problema hasta que diga algo que se pueda asemejar al trauma, o que se asemeje al menos a trauma alguno. Cuando se lo encuentre y se lo reviva adecuadamente, el Psicoanálisis asume que la energía excedente se desalojara y el síntoma desaparecerá junto con el problema que sufre.

En cambio, para la Psicología el problema es actual. No esta en el pasado. El problema por el que se consulta se desarrolla en el presente, en el ahora, y su solución esta en aprender formas de manejarlo y/o resolverlo. Así que la estrategia que tomara el psicólogo es darle al paciente conocimientos, y herramientas para armarlo y que puede resolver el problema, y acompañarlo y ayudarlo en el proceso. Como ejemplo clásico, es la forma que maneja los problemas de ansiedad. El psicólogo instruirá al paciente es lo que sucede cuando se da un ataque de ansiedad. Le informara de lo que puede esperar de un ataque de ansiedad y le ayudar a enfrentarlos cognitivamente identificando los pensamientos disparadores de los ataques e ideas preconcebidas que pueda tener sobre los ataques mismo y como manejarlos. Luego lo entrenara en técnicas de relajación. Sabiendo a que enfrentarse y como hacerlo el paciente progresivamente ira controlando su problema de ansiedad.

El pasado es secundario aquí. Quizás explorándolo uno pueda comprender por que el paciente sufre de ellos y hasta incluso puede dar con algunas ideas que pueden estar asociadas a esos ataques de ansiedad. Puede que se comprenda como el paciente "aprendió" a ponerse ansioso. Digamos por ejemplo ideas preconcebidas sobre lo que puede esperar, como por ejemplo, que el fracaso de unos exámenes significan una catástrofe de la que no se puede recuperar uno en su vida estudiantil, exagerando el valor de un simple examen. Pero bien puede que tal exploración sea infructuosa, que no se de con ningún idea pertinente o de importancia que pudiera dar cuenta de la causa del problema. Pero no dar con ellas no evita que se puede resolver el problema. El pasado solo puede otorgar algunos datos, pero no da con la solución. La misma esta en el futuro y solo se lograra alcanzarla con el trabajo terapéutico y no con una especie de revelación autoreflexiva3.

Así queda planteada la diferencia. En resumen, el enfoque de la Psicología es del presente hacia el futuro. Resolviendo el presente se peude enfrentar el futuro con un mejor pronostico. En cambio, el Psicoanálisis se enfoque del presente hacia el pasado. Pretende que resolviendo el pasado el futuro se arreglara por si solo.

Mito #03: Todos los problemas tienen que ver con la niñez

Este es otro mito de la pesada herencia que el Psicoanálisis le dejo a la Psicología, al confundirse con ella. Obviamente esta relacionado con lo anterior y no es muy diferente. Podríamos decir que realmente al psicoanalista no le interesa el pasado en si mismo, si no el pasado particular del paciente, o sea su niñez, ya que en la niñez estarían los principales traumas que marcaron la psiquis del paciente. Interesantemente, cuando más temprano el trauma, mayor sería la marca en la psiquis del paciente. así el psicoanalista hurgara en el pasado, o sea en la niñez del paciente y hurgara profundo. Cuando más reciente sea la niñez, más atento estara a lo que diga el paciente.

No hay mucho que agregar a lo dicho en el mito anterior con lo que respecta a la Psicología. Si el psicólogo se interesa en la niñez del sujeto sera para obtener algún que otro dato sobre lo la forma en que el paciente aprendió a relacionarse con los demás y a manejarse en el mundo par luego cuestionar y hacer critica de esas ideas, si fuera conveniente hacerlo. Pero como dije, sera para cuestionar las ideas (prejuicios, ideas inflexibles o irreales, valores imposibles de cumplir, roles estereotipados, etc.).

De nuevo, la misma diferencia. El Psicoanálisis buscara la niñez para intentar cambiar, o más bien, volver a vivirlo y la Psicología, si busca el pasado del paciente, sera para aprender como se conformaron las ideas del paciente, para comprender en que se basan y poder argumentar mejor así sobre ellas. Tiene su importancia pero no es el centro de la terapia.

Mito #04: Cuando uno hace terapia sufre y llora, porque de esa manera se va curando

Antes de nada, como mencionaba, una terapia que genere sufrimiento es una falta ética considerable, y mala praxis en el mejor de los casos. Es posible que uno llore o sienta un sufrimiento, pero, como explique arriba, no por la terapia, si no por el esfuerzo del cambio. Pero aquí hay algo más. Este mito es una idea popular incorrecta de la terapia, y creo intuir que proviene también del Psicoanálisis y su idea implícita de su terapia que es la catarsis.

En sus inicios, la terapia psicoanalítica fue denominada catártica, puesto que su método era dejar hablar la paciente de cualquier cosa que desea sin interrumpirlo y sin juzgarlo en lo absoluto. n otras palabras, dejarlo hacer catarsis. Hoy día no ha cambiado mucho eso. El psicoanalista deja hablar la paciente y tiene como regla fundamental no interferir para nada con el relato que el paciente traiga al consultorio. Aun más, se cuida, no solo de decir algo que interfiera, si no que se preocupa de hacer algo que puede interferir. En el Psicoanálisis esta regla se denomina regla de abstinencia. El terapeuta no pude criticar, ni siquiera recomendar o sugerir algo al paciente. Tiene prohibido aconsejar algo al paciente, ya que estaría introduciendo algo que interferiría con la asociación libre del paciente. Podría estar dándole razones o formas para que su inconsciente evada hablar con la verdad, o bien escapar de hablar del trauma que el psicoanalista busca, y así revivirlo y finalmente, mediante una catarsis profunda, liberarse de ese fantasma, ese trauma infantil, que lo acecha y le provoca los problemas actuales. Como dije, evitaría de tramitar el trauma adecuadamente.

El paciente en el diván habla y habla con completa y total libertad de decir lo que desee. así puede conectarse con sentimientos culposos, que lo están atormentando y que no puede comunicar a nadie justamente por temor a ser condenado por ellos. El psicoanalista intenta asegurarse que su espacio este libre de cualquier critica o interferencia para lograr esto. Cree que si el paciente llega al trauma la energía del mismo se liberara al ponerse en contacto el paciente con él. Ese trauma traería, en general, aparejado un contacto con emociones profundas, y claro esta, esta traerá aparejado el llanto. así el paciente se iliria curando ya que estaría en contacto con sus traumas y tramitándolos adecuadamente en el consultorio.

A simple vista esto parece algo bueno, incluso deseable por demás, hablar con entera libertad y no ser juzgado, ni criticado por nada. Pero esto tiene varios problemas. No es tan deseable como se podría suponer. Para iniciar se ve la diferencia con la Psicología. La terapia psicológica mas difundida y mas efectiva hoy en día, la Cognitiva Conductual, parte de la base que el cambio de la forma de pensar, que las ideas de uno repercuten, y bastante, en el comportamiento. Así que resulta contraproducente dejar hablar de forma catártica al paciente, por que este puede profundizar en sus errores al no recibir devolución alguna, critica alguna a sus ideas preconcebidas y problemáticas, que son justo las ideas que lo llevan a mantener activo el problema4. Relacionado a esto, el paciente solo aprende a no ser criticado en lo absoluto, profundizando en una especie de egocentrismo y pensar que el problema surge de los demás y que él nada o poco tiene de responsabilidad en el problema.

También en la catarsis puede residir el problema de la adicción a la terapia. El paciente va a terapia regularmente a hablar, a hacer catarsis. Esto significa que regularmente el paciente hecha sus ansiedades en el diván. Como este mito dice, se conecta con sentimientos profundos, ya sean de tristeza, frustración, impotencia o enojo, por decir algunos sentimientos que pueden resultar intensos. Pensar que, por ejemplo, si el paciente se enoja, el psicoanalista siguiendo la regla de abstinencia lo dejara que se enoje. Nada hará para detenerlo. Tampoco le mostrar maneras de controlar ese enojo o sugerirle alguna estrategia para resolver el problema que le causa ese enojo. De esta forma, el paciente solo aprende a profundizar sus sentimientos y no aprende otra forma de manejar esos sentimientos que a través de la catarsis, generalmente semanal, en el consultorio psicoanalítico.

El paciente se acostumbra a lidiar con sus problemas haciendo catarsis. Cuando su problema es muy grande va al consultorio a descargarse de sus emociones. Vuelve a casa mas relajado, pero la catarsis dura poco, y el paciente se ve impulsado a volver al consultorio para descargarse nuevamente, a hacer de nuevo catarsis. Pero como aprender a resolver sus problemas no aprende, lo que lleva a que el ciclo se repita, y que vuelve a viuda cotidiana a encontrare con problemas que no sabe manejar y lo llenan de sentimientos que solo sabe hacer catarsis con ellos. Un ciclo viciosos que de profundizarse llevaría a la adicción a la terapia, cuando menos a hacer mas dificulte dejarla.

Por otro lado, deberíamos marcar el supuesto efecto de toparse con el trauma. Los sentimientos explosivos pueden ser vistos como la liberación de esa energía excedente que provoco el trauma de la niñez, y por el cual uno esta sufriendo y teniendo problema hoy. Así que cuando mas llanto, mas ser vara como en contacto con esos traumas, supuestamente olvidados. Se lo vera como un avance en la terapia. Pero hay que tener en cuenta que esos sentimientos pueden no ser mas que un efecto de la catarsis terapéutico y no por toparse con algo profundo de la niñez. Pueden ser sentimientos provocados por la misma terapia de diván.

Lo que hay que entender sobre este mito es que el llanto y el sufrimiento no son signos inequívocos de avance en una terapia, ya sea esta psicológica o psicoanalítica. Es esperable que el paciente se encuentre llorando en terapia por enfrentarse a sentimientos profundos y fuertes al reevaluar su pasado, o su vida actual, pero esto no es signo de avance, tampoco de retroceso, si no producto de la retrospectiva que uno tiende hacer en terapia sobre su propia vida. Incluso puede toparse con el llanto, incluso con las intervenciones criticas de un psicólogo. Ese retrospectiva dará con esos, llamemosle, nudos de la vida de uno. Pero el llanto no desata esos nudos, si no que marca algo de relevancia para el paciente solamente. Y allí es cuando el psicólogo interviene para poner en perspectiva esos sentimientos, analizarlos, entenderlos y comprender como manejarlos. No los fomenta, ni los prohíbe. Los deja estar, pero, como dije, interviene para comprenderlos en su mayor extensión posible ayudar y guiar al paciente en ese proceso. Y eso nos lleva al ultimo mito de esta primera lista.

Mito #05: La razón y capacidad humana para razonar bien y apelar al propio juicio crítico no se aprovechan en la terapia

Como decía, la búsqueda del trauma por parte del psicoanalista es una búsqueda mecánica, una búsqueda no dirigida. El paciente llega al consultorio y habla, y cuando habla asocia ideas de forma libre, o sea despliega la asociación libre. Dice lo que tiene en la mente sin ser juzgado por el psicoanalista, ni por el mismo. La regla fundamental es decir todo lo que viene a la cabeza sin cuestionarlo, sin ponerlo en duda, ni criticarlo, ni tampoco analizarlo.

En contrapartida a esta asociación libre, el psicoanalista se pone escuchar lo que dice el paciente, pero es una escucha pasiva. El psicoanalista presta su oido, pero oye y no escucha. Deja su oído sin prestar atención a nada especifico de lo que el paciente dice. Solo pone su atención cuando algo del relato del paciente le llama la atención. Mientras tanto no escucha lo que dice. Solo lo percibe, lo oye, pero no escucha. Esto se le llama atención flotante, lo que dicho de otra forma es decir que el psicoanalista no le presta atención, para nada, al paciente5. Básicamente, la búsqueda de ese trauma infantil es una búsqueda pasiva. Ni el paciente ni el psicoanalista puede hacer una búsqueda activa. El paciente, obligado por la asociación libre, habla y habla sin dirigirse a ningún sitio especifico, sin tema especifico, ni objetivo especifico. Y el psicoanalista escucha pasívamente, sin dirigir nada, sin proponer tema, ni hacer hincapié en nada.

Queda claro que la capacidad analítica y critica del paciente o del analista son usadas para nada en la terapia psicoanalítica. Podemos decir que este mito es cierto para el Psicoanálisis, pero ya se puede adivinar y ver, por lo que venimos hablando, que la capacidad para razonar se usa bastante en la terapia psicológica. Se puede ver que es un mito para la psicología. Un paciente activo, hablador y analítico consigo mismo es muy útil para la terapia, y tiene mejor pronostico que el paciente poco comunicativo, poco abierto, inflexible y no dispuesto a criticar sus propias ideas.Pero no solo eso, si no que podemos ver en muchas investigaciones la preocupación de los psicólogos por lo que la gente piensa, y como lo piensa. Se pueden ver investigaciones preguntándose como las personas razonan. Así que es natural y obvio pensar que la terapia psicológica se centraran en las ideas, pensamientos, concepciones de la personas. Asume, y justificadamente, que el cambio en el pensamiento, en la ideas, provocara un cambio en la conducta de la persona.

Un ejemplo sencillo. Si alguien teme de otra persona, el psicólogo tratara de averiguar que clase de amenaza representa esa persona para su paciente, si no encuentra evidencia de que realmente sea una amenaza se preguntara que idea lleva al paciente considerar a esa persona así. Indagara en el pensamiento del paciente para ver que argumentos utiliza para considerarla una amenaza. Cuestionara esas ideas para que el paciente las cuestione con él. Es claro el asunto aquí. Si la persona ve a otro como amenaza, actuara con ella como si lo fuera, aunque realmente esa persona no lo fuera.

Una de las principales diferencias entre el Psicoanálisis y al terapia psicológica, y que muestra lo incorrecta de la idea de este mito para la terapia psicológica, es que el terapeuta psicológico escuchara activamente al paciente, y esto se ve en que el terapeuta no solo pondrá en cuestión ciertas del paciente, si no que incluso pregunta e indagara sobre diversos temas. Propondrá temas y recomendara incluso actividades y ejercicios al paciente, como por ejemplo el autoregistro, o la actividad fisica, o diferentes actividades sociales. Esto, en general, se conoce como terapia directiva. así el Psicoanálisis es una terapia no directiva.

La diferencia entre ambas terapias es clara. La terapia psicoanalítica es una terapia por entero pasiva, frente al problema que lleva la persona a buscar ayuda profesional. Considera que el problema no es un problema actual, si no una especie de revivencia del pasado. El origen del problema actual reside en el pasado y se centrar en la niñez, como pasado del paciente. Pero la búsqueda que hará es una busque por entero pasiva. El terapeuta solo escuchara y el paciente solo hablara, y ambos lo harán sin esperar nada, sin dirigirse a ningún lugar, sin buscar nada realmente. Se sentara uno hablar y el otro a escuchar hasta que el problema aparezca por si solo y se resuelva por si solo al dar cuenta del trauma original. En cambio, la terapia psicología es una terapia activa. El terapeuta, no solo escucha, si no que incluso propone actividades y cuestiona las ideas del paciente. No es un monologo lo que sucede en su consultorio, si no un dialogo. Se centrara en el problema actual y en como resolverlo, e ira detrás de esa solución. Su parámetros de éxito no sera el llanto o por la cantidad de momentos catárticos que tenga el paciente, sino por los momentos donde el paciente en su vida lograr superar el problema, que seria realizar una activada que antes le causa problema o no podía realizar.

Recapitulando

Los primeros cinco mitos de la lista son mas bien verdades para la terapia del Psicoanálisis y, valga la redundancia, mitos para la terapia psicológica. Con los restantes mitos sucederá lo mismo. Estos mitos como ya delante, y vuelvo a repetir, son la pesada herencia del Psicoanálisis. Mucha gente confunde Psicoanálisis con Psicología y es fácil ver como estos mitos resultan ser verdad para el diván así la gente termina pensando, gracias a esa confusión, que es verdad para la Psicología. Seguiré desgranando esto mitos en la próxima entrada, separando trigo de paja, separando ciencia de diván.

  • 1. Termino que detesto ya que presenta a la Psicología como Filosofía.
  • 2. Nunca me ha quedado claro, en todo el tiempo que pase entre psicoanalistas, si ese extra de energía era inherente al trauma o era producto del mismo. Pero pareciera que a ellos tampoco le interesa eso. :-/
  • 3. Skinner dio con esta de forma más concisa.
  • 4. La Terapia Cognitiva Conductual no solo se basa en esto, pero aqui es lo relevante de la comparación que hago. Tiene métodos para trabajar directamente sobre la conducta pero no viene al caso aquí.
  • 5. Esto explica las diferentes técnicas que desarrollan los psicoanalistas para soportar la atención flotante.

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