Hablemos sobre unos mitos (y IV)

Hablemos sobre unos mitos
Parte I - Parte II
Parte III

Vamos con los últimos 5 mitos de la lista. Terminamos con la comparación entre la terapia de la Psicología y la del Psicoanálisis.

Mito #16: En la terapia no se reflexiona sobre la interioridad de la persona

Este mito es interesante por que es claramente un mito para el Psicoanálisis. También lo es para la terapia Psicológica, pero lo es mucho más mito para el Psicoanálisis. Es claro que en el diván el paciente despliega sus pensamientos más íntimos y ocultos. La regla básica para habitar uno es que allí, recostado, se debe decir todo lo que pase por la cabeza y sin filtro alguno. Que nada quede oculto y que nada no sea dicho.

Y no solo eso, si no que se pretende que el paciente llegue a pensamientos tan profundos que ni siquiera sabe que los tiene. O sea los pensamientos inconscientes. Claramente el Psicoanálisis trata de la interioridad de la persona, y tan interior que ni siquiera su conciencia llega hasta ahí.

Pero este mito parece ser más un reproche lanzado desde el diván hacia la Psicología, que un verdadero mito producido de la nada. Parece ser más la idea, que se le repite a uno el cansancio, que la terapia psicológica no llega hasta el núcleo del problema, que no llega hasta el Inconsciente. De esta forma, se desprestigia la terapia Psicológica diciendo que a esta no le importan los sentimientos, ni aflicciones, ni pensamientos del paciente, solo preocupándose por la conducta, o más bien por lo superficial.

Sin embargo, los pensamientos y los sentimientos del paciente son tomados en cuenta en la terapia psicológica. La terapia no resulta totalmente centrada en esto, si no que se considera junto con eso muchos otros factores que pueden afectar al paciente y contribuyen o bien ayudando a resolver el problema, o bien a complicarlo o seguir manteniendolo. Muchas cosas a considerar pero no por ello la "interioridad" del paciente es dejada de lado. Es tratada en la terapia y es igual de importante que el resto de los demás factores. Es vista de la posición que las creencias, juicios y prejuicios que uno tiene tiene un peso de importancia en como actuamos.

Si algo lo imaginamos como una amenaza, aun no siéndolo, actuaremos como si lo fuera realmente. Y eso nos condiciona ya a actuar de una manera si se mantiene esa idea, de forma que ya reaccionamos a esta supuesta amenaza de forma casi sin pensarlo. Y nuestra mente tiende a seguir cuerpo. Es dentro de este doble juego la interioridad de la persona es que es considerada. No por si sola, como en el diván, pero si es considerada haciendo a este mito un mito.

Mito #17: Al psicólogo le da igual “que me vaya bien”

3.1.7. Los psicólogos no aceptarán como consultantes a personas con las cuales han mantenido vínculos sexuales, afectivos, comerciales, laborales o de otra índole que pudieran condicionar o afectar de manera negativa el objetivo primordial de su práctica.
3.1.8. Si no obstante los recaudos tomados surgiera una relación afectiva entre consultante y psicólogo, que obstaculizara el alcance de las metas profesionales, el psicólogo deberá realizar una derivación del consultante a otro profesional.
Código de Ética de la Federación de Psicólogos de la República Argentina (Fe.P.R.A.)

A ningún profesional le puede dar igual los resultados de aquello que hace. Si a un profesional no le importaran los resultados de lo que hace, tarde o temprano, eso jugara en su contra de su carrera y de él. Esta despreocupación conducirá a fracasos, por descuidos o negligencias. O no le importaría replantearse su metodología frente a fracasos. Seguiría cometiendo errores, y terminaría en nuevos fracasos. Nadie quiere atenderse con un profesional que no muestra ninguna preocupación si uno mejora o no y que sus múltiples fracasos mostraría.

Por otro lado, creoq ue el mito peude nacer tambine de confundir empatía con amistad. No es necesario que el terapeuta forme un lazo afectivo con el paciente. No necesita ser amigo del paciente, pero si es necesario que forme un compromiso con el bienestar del mismo, un compromiso con su salud. Es posible que el terapeuta sienta afecto por alguno de sus pacientes y hasta que entable alguna amistad con él, pero este es un plus y no una condición de la terapia. Habría que aclarar aquí que si entabla una amistad solo sera después de que la terapia termine, o sea cuando ya no sea su paciente. Tiene prohibido, por ética, entablar una relación más profunda con su paciente mientras lo sea. Pero esta prohibición no impide que se tenga un trato amistoso y amable y que el terapeuta desarrolle sentimientos profundos por su paciente y que se preocupe más allá de lo profesional. Quizás por esta prohibición ética y de ver la amistad como unica forma de empatia este mito haya tomado fuerza y llego a esta lista.

Esta prohibición ética no impide que el terapeuta sienta algo más allá de lo que lo profesional le pide. También es cierto que haya profesionales que les desagraden algunos pacientes y realmente les tengan repulsión, o bien que haya profesionales que no les importe el paciente y su bienbestar para nada. Pero estos últimos sobreviven poco en su campo y si llegara el caso de tomar uno así, uno debería abandonarlo y buscar otro profesional1.

Mito #18: El psicólogo no tiene obligación –ni necesidad- de responder las preguntas que le haga con respecto al método que utiliza conmigo; y puede manipular los silencios y la frecuencia de las palabras porque el “manda y ordena”

Al parecer me equivoque y no son 20 los mitos de la lista, si no 21. Este mito es doble. Presenta dos ideas falsas al misma tiempo. Vayamos con la primera idea.

En realidad, el terapeuta, el profesional psicológico de turno, esta obligado a informar al paciente de la terapia y métodos que usara en su caso. Debe informarle de lo que va a realizar. Debe presentarle un esquema de acciones, asi como un estimativo del tiempo que le requerirá, si es pertinente. En resumen, presentar los objetivos y los medios para lograrlos. Esto no es nada diferente a lo que se le pide a cualquier profesional. Por ejemplo, es lo mismo que se le pide a un medico y este tiene idéntica responsabilidad de informar al paciente y de conseguir su consentimiento para actuar. Lo cual no es extraño, raro o casual, ya que ambos trabajan sobre la salud de las personas, uno la fisica y el otro la mental.

Al respecto de la segunda idea ya explique antes que lo que sucede en un consultorio psicológico es un dialogo entre el psicólogo y el paciente. El psicólogo tiene un conocimiento mayor del tema que el paciente, y por eso es contratado. Pero esta asimetría no es la única que se presenta. El paciente tiene mayor poder de decisión. Como explique en el párrafo anterior, sin el consentimiento del paciente el profesional nada puede realizar. Debe contar con el consentimiento del paciente. El terapeuta recomienda el mejor curso de acción y ayuda al paciente en el camino, pero el paciente puede negarse. El profesional no esta por arriba de la voluntad del paciente, por lo que no manda y tampoco ordena.

Mito #19: Las condiciones humanas del profesional son indiferentes al proceso y éxito del tratamiento psicológico.

Debería decir que es cierto, pero no en el sentido que parece implicar el mito aquí. Las características personales del profesional no deberían afectar el tratamiento si este es llevado a cabo de buena forma. Dicho de otra forma, la cualidades humanas del profesional no deberían ser un factor para el rehabilitamiento del paciente. El procedimiento terapéutico debe ser suficiente par la mejoría del paciente si se aplica la terapia a la perfección y el paciente se ajusta al procedimiento. La calidad humana del profesional no seria de importancia.

Esto es similar a la toma de medicamentos o a una operación. Una aspirina siempre tendrá un efecto analgésico sin importar si el medico que lo atiende a uno es antipático, distante, empatico, sensible, cordial o lo que sea. Las características del medico no afectan el efecto del medicamento o de la operación que realice. Pero el medicamento no tendrá efecto si no es tomado en tiempo y forma como lo recomienda el medico, o la operación no es realizada por que el paciente desconfía del profesional que la realizara. El ejercicio, por ejemplo, no depende del medico que lo recomiende, si no que la frecuencia, cantidad e intensidad del mismo. El éxito de la terapia, sea cual fuera, depende mucho del compromiso del paciente con la misma.

Para lograr ese compromiso, es claro que el profesional debe desarrollar una buena relación con su paciente. Debe generar un espacio amable y agradable para el paciente que lo incite a seguí viniendo a la consulta. También debe lograr que el paciente confié en él y en su experticia. En general, se usa la expresion rapport para designar esta buena relación entre ambos, este compromiso de ambos con alcanzar el exito en la terapia. Esto hara más probable que el paciente se comprometa a seguir las indicaciones del terapeuta. De nada sirve una terapia que no es seguida o cumplida. Y sentarse a solo hablar no sirve de mucho.

Aunque la terapia no depende o debe depender de la calidad humana del profesional, es clara la importancia que tiene para lo lograr una relación con su paciente que favorezca el compromiso con la terapia.

Mito #20: La calidez, empatía, capacidad dialógica, interés por otro, generosidad, ética ciudadana, practicidad, formación y actualización científica son indiferentes a la terapia.

Este mito es muy similar al anterior, lo que hace que la cuenta de mitos vuelva a sus 20 originales. Este mito solo se diferencia en que describe lo que se entiende por "calidad humana". Enumera cualidades de la persona que serian elementos de esa "calidad humana". En términos generales, a este mito le aplica lo mismo que al mito anterior. Solo habría que hacer una ampliación. La actualización científica es obvio que es un factor importante para la terapia. Técnicas viejas no se comparan con técnicas nuevas y mejoras, aunque no necesariamente sea así en ciertos casos. La efectividad de una tecnica vieja puede ser mas que suficiente para un caso, y no hace necesario utilizar una técnica más complicada o elaborada.

Como dije, este mito es casi igual al anterior, pero podríamos aprovechar para verlo desde otra perspectiva. Un reproche común lanzado desde el Psicoanálisis hacia la Psicología, como se puede ver en algunos de los mitos, es que se acusa la Psicología ignorar o despreciar la vida interna del paciente. Se dice que los sentimientos, experiencias y sufrimientos del paciente no son tomados en cuenta o son solo considerados cuando son cuantificados. O bien que solo lo superficial es atacado y no el centro del problema, el cual estaría, obviamente, en el inconsciente; y por lo tanto el problema seguiría surgiendo. Se ataca la fiebre, pero no la infección es lo que se le reprocha la Psicología.

Así como el sentir del paciente es ignorado, el sentir del profesional es ignorado también. Los sentimientos de ambos son algo a no tener el cuenta, por lo tanto la calidad humana de ambos seria algo irrelevante para la terapia. Pero como explique, no es que se ignore la sensibilidad del paciente si no que es parte de un gran conjunto. Es parte de varios factores y no el único y exclusivo, y menos que todo el problema del paciente surja de su interior. Y además, como también explique, si son tomados en cuenta, y en especial los del paciente. La calidad human de ambos son un factor importante para el éxito de la terapia, aunque no de forma directa, si son importantes.

Y fueron 20.

Llegamos al final de la lista. fueron 20 mitos que espero haber aclarado. Espero haber dado una visión mas clara de las diferencias entre la terapia psicoanalítica y la psicológica. Espero haber ayudado a que estos mitos se detengan o cuando menos no se sigan desarrollando.

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