Volvemos con la lista de mitos. Ya explique por el que justamente son mitos los 5 primeros de esta lista que trato de desmontar. Ahora vayamos con 5 más de esa lista en este pequeño derrotero, que ha resultado en una comparación entre la terapia Psicología y el Psicoanálisis.
Mito #06: Tomar el pasado como “algo estático” es más profundo
Es algo confuso esto, pero creo que apunta a la aceptación como forma de terapia. Se basa en la idea popular que la aceptación es la fuente de la "sanación". Aceptando lo que nos ha pasado, nos estaríamos reconciliando con eso y dan un paso hacia adelante, dejando de lado rencores, odios y hasta temores. La idea es aceptación como forma de perdón. Sin embargo, dudo que esta idea sea correcta, pero creo que la aceptación es quizás un medio, no un fin. Quizás un paso intermedio.
Es claro que el pasado es estático. Lo que ha pasado, ha pasado. Lo sucedido, ha sucedido y son hechos que no pueden modificarse. Sin embargo, el pasado de los seres humanos no es solo esto. Al hablar de pasado no se habla solo de los hechos sucedidos, si no también de su impacto, de lo que significo para nosotros. En este sentido el pasado no es estático. Se puede reformular. Lo que significo en un momento no necesariamente tiene que ser lo que signifique para nosotros luego. Continuamente se esta reformulando, se esta resignificando. En terapia podemos encontrar un nuevo sentido a algo sucedido. Encontrar una nueva forma de soportarlo o bien aceptarlo. No necesariamente lo sucedido debe significar algo estático. Quizás par comprender esta resignificación deba recomendar la película Inside Out, que se basa en esta idea de resignificar el pasado.
Así que no es necesario tomar el pasado como algo estático, como algo que no se puede cambiar, mas específicamente que el impacto que tuvo en nosotros. Lo que sufrimos cuando sucedió debe tener el mismo impacto hoy. Podemos aceptar ese pasado para enfrentarlo y reformular, resignificarlo, aprender a soportarlo mejor hoy. Y esto no se limita a la terapia psicológica, bien la psicoanalítica también intenta algo similar aunque, claro esta, desde un lugar completamente diferente. Pretende revivirlo, como explique en la entrada anterior, y de allí pasar por el trauma y tramitarlo mejor.
Mito #07: La psicoterapia siempre se centra en lo negativo
La psicoterapia no se centra en exclusividad en lo negativo. Es un mito producido por solo ver un aspecto de la Psicología. Y es entendible que se piense esto, ya que el Psicoanálisis, que se confunde con excesiva frecuencia con la Psicología, se dedica a lo patológico. Se desarrollo desde lo patológico y ve prácticamente todo como una patología, o sea como un problema. Muy poco o prácticamente nada se dedica al desarrollo de la persona, a los aspectos positivos.
La Psicología clínica, las más popular y común, se dedica a "arreglar" problemas. Uno acude a un terapeuta clínico cuando algo deja de funcionar, cuando uno tiene un problema. En contrapartida, existe algo denominado denominado Psicología Positiva. No es un tipo de psicología o terapia diferente, si no que es un área de aplicación de la Psicología. Se centra en mejorar o aumentar ciertas cualidades del individuo. Se dedica al mejoramiento, se dedica a mejorar el rendimiento del individuo. Pro ejemplo, hay técnicas de estudio y técnicas de enseñanza desarrolladas desde la Psicología para mejorar la performance de los estudiantes. En cambio, la psicología clínica se dedicaría a ayudar a los estudiantes con mal desempeño. Sin embargo, ambas parten del entendimiento del proceso de aprendizaje, solo que aplican ese conocimiento en problemáticas diferentes.
La terapéutica psicoanalítica se ha centrado casi en exclusividad en lo patológico. Incluso cuando se pide por algo a mejorar se asume que hay un trauma detrás, algún evento del pasado que no se ha sabido manejar adecuadamente. O bien, algún trauma del pasado obstaculiza el desarrollo. Así el diván trata, casi en exclusividad, de lo negativo, y la Psicología es una mezcla de ambas, aunque lo negativo, o Psicología clínica, sea lo más común.
Mito #08: En la psicoterapia se habla poco
Esto si que es confuso. No tengo la más mínima idea de donde puede surgir este mito. Considerando que el Psicoanálisis es lo más común y es la idea popular de lo que es Psicología, es muy difícil saber como tal mito puede surgir. De entrada, la mayoría de los terapeutas psicoanalíticos inician sus sesiones diciendo algo como "¡Hable!" al paciente, esto para impulsarlo a que se ponga a asociar libremente. O sea, hablar, hablar y hablar. También se puede encontrar en los textos psicoanalíticos un elogio casi continuo de la palabra y su supuesto superior poder curativo. Incluso se llega a referenciar al Psicoanálisis como cura por la palabra. Curarse por solo hablar. Hasta Lacan se hizo famoso diciendo que el Inconsciente esta estructurado como el lenguaje. Por esto y muchos otras razones, no tenog ni idea de donde proviene.
Es, por demás claro, que el mito no proviene del Psicoanálisis. aunque tampoco creo que venga de la Psicología. Como explicaba antes, en la terapia psicológica se plantea un dialogo, al contrario del Psicoanálisis donde el paciente monologuea mucho mas que dialogar con su terapeuta. Aun así en la terapia psicológica el paciente habla. En ambas terapias el paciente habla. No tengo idea de como este mito surgió. Es completa y totalmente un mito. Una falsedad completa.
Mito #09: Lo que se busca en la psicoterapia es expresarse
¿Puede adivinar aquí de donde proviene esta idea? ... Exacto. Es otra idea del Psicoanálisis. He escuchado cientos de veces que el Psicoanálisis le da al paciente una voz, le da un lugar para expresarse, para que su voz particular y singular surja. Esta es una idea interesante, pero de esto no trata la psicoterapia, ella no se centra en eso, si no en resolver, en termino generales, un problema.
El Psicoanálisis parte de la idea de un trauma mal manejado y que algo fue reprimido en el proceso. Esto requerirá que el paciente ya no reprima lo que siente para no exacerbar su estado y, en especial, para dar lugar a aquello enterrado en él a que salga a flote. Así que si el paciente no sabe expresar lo que siente difícilmente podrá resolver su problema. Debe aprender a expresarse. Debe evitar no hacerlo. Pero aquí hay un problema. Expresarse no es comunicarse.
Al decir que hay que expresarse se hace referencia a no reprimir lo que uno siente. Si se siente ira el paciente debería expresarla. Si siente alegría debería expresarla. Debe evitar reprimir lo que siente. Claro esta, que reprimir fue lo que lo llevo al problema que quiere resolver. Si no sabe como hacerlo o ha perdido esa habilidad, el terapeuta de diván creara un espacio libre de critica o intervención alguna. Así espera que el paciente, tarde o temprano, comience a expresarse. Pro lo hará por si solo. El terapeuta tiene prohibido intervenir. El paciente debe encontrar su voz por si solo. Dicho esto, lo que dice este mito es cierto para el Psicoanálisis.
Pero expresarse tiene un problema. Es un acto individualista. Es un acto personal y es algo que no involucra y tampoco dirigido a otro. Uno se expresa sin tener en cuenta al otro. Uno se expresa y ya. Pero si solo se aprende a expresarse, sin tener en cuenta a otros, uno cae en una especie de egocentrismo. Solo uno mismo es tomado en cuenta y los demás quedan al margen. Es difícil así relacionarse con lo demás. Aquí es la diferencia con la terapia psicológica.
Pero antes de seguir, hay que agregar que las personas no se mueven en el mundo expresando sus sentimientos sin preocuparse en anda más que hacerlo. Las expresiones de sentimientos son reguladas, por el sujeto, según la situación. Es por demás claro que la gente no va con una sonrisa a un entierro aunque este feliz, y que no esboza una sonrisa amplia cuando un amigo nos comunica que tiene una enfermedad severa. Sin embargo, esto es lo único que parece aprender el paciente en el diván. Solo parece aprender a expresarse sin considerar a otros y hacerlo sin limite, al no considerar su alrededor. De esta forma, la terapia psicoanalítica fomenta el egocentrismo del paciente.
En una terapia psicológica uno de los objetivos no es solo expresar los sentimientos, si no de hacerlo de forma efectiva. O sea no expresarlos, si no comunicarlos.Esto suena sutil, pero es una gran diferencia. Al comunicar los sentimientos, el otro es incluido por que se intenta que el otro tenga conciencia de como nos sentimos, incluirlo en la escena, por así decirlo. No ser dejados de lado de forma egocéntrica. Y como contrapartida a esto, también se intenta aprender a entender los sentimientos de los demás.
Expresarse con libertad y seguridad es solo la mitad del proceso en una terapia psicológica, obviamente cuando el problema reside en eso. En cambio, en el Psicoanálisis, prácticamente todo se trata de expresarse, de hablar con completa y total libertad, y despreocupación por los demás. Pero, como dije, en la terapia psicológica se intenta eso y algo más. Se intenta que el paciente no solo se se exprese, si no que ademas se comunique con efectividad con los demás sobre los que siente, y que a su vez sepa manejar los sentimientos que otros expresan. Por esto, podríamos decir que este mito es media verdad para la terapia. No intenta expresarse, si no que expresarse es parte de un proceso más grande.
Mito #10: El psicólogo está reservado para “los locos”
Locura es un termino en claro desuso en la Psicología, ya obsoleto. Hasta en el diván fue dejado de usar. Aunque la verdad el tratar casi todo como una patología no ayuda mucho a desmontar este mito. Empecemos primero a tratar de definir algo el termino locura.
Básicamente, el loco sería la persona que ha perdido la razón, que ha perdido capacidad de razonar, o que su juicio esta nublado. Y esta perdida de la razón conduciría a ignorar la realidad, perder contacto con ella, lo que se traduce en delirios o bien alucinaciones. Justo aquí el problema, la locura seria perder la capacidad de razonar, y alucinar o tener ciertos delirios no hace que esa capacidad este ausente. Una persona puede delirar, o bien alucinar, y sin embargo seguir funcionado con cierta normalidad. Las alucinaciones no impiden que la persona siga razonando, hasta incluso pida ayuda por sufrirlas. Los delirios pueden ser localizados en algún tema particular, y en el resto seguir razonando sin problemas. Es como si su capacidad de razonar recibiera un golpe, pero a pesar de ello seguir funcionando. La locura como perdida total de la capacidad de razonar correspondencia a un daña cerebral severo. Allí ya estamos hablando de un problema, ya no psiquiátrico, si no medico. La terapia necesaria para esto sera completamente diferente.
Ahora bien, las personas tienen problemas, y hasta a veces se enferman. Por ejemplo pueden tener inflamación y dolor en sus piernas que dificultan su caminar, a veces producto de una mala postura o unos malos zapatos, o bien por algún defecto ya insoportable. Y a veces logran, con solo cambiar algún detalle, volver a hacerlo sin problemas. Pero hasta a veces quiebran sus huesos de las piernas. Allí en el mejor de los caso podrá seguir usando sus piernas. No podrá correr pero podrá caminar aun, con dificultad, con ayuda de muletas pero caminar al fin de cuentas. En el peor escenario quedara en una silla de ruedas. No podrá correr, ni caminar, pero podrá seguir moviéndose. Incluso en el peor de los escenarios la persona sigue moviéndose.
El tener afectado el razonamiento, o no poder pensar con claridad, o simplemente no saber como resolver un problema que no pueda resolver por si solo no significa que uno ha dejado o ha perdido la capacidad moverse. No se mueve igual, pero se mueve. Aun puede moverse. Y hasta aquellos que caen en un pozo salen de él. ... Y por si no ha quedado claro, el tener que hacer terapia no significa más que uno tiene un problema y que necesita ayuda profesional para resolverlo. No significa nada más.
Recapitulando por segunda vez
5 menos de la lista y ya estamos en la mitad. Ya van 10 y faltan 10 mitos más a desmontar. Como dije, esto ha resultado interesante ya que ha resultado una comparativa entre dos tipos de terapias, entre la Psicología Clínica y el Psicoanálisis. Ahora a seguir con la otra mitad de la lista.
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