Vamos con 5 mitos más de la lista. Seguimos desmontado estos mitos heredados a la Psicología por el Psicoanálisis.
Mito #11: Hay “fuerzas e impulsos peligrosos” que mueven al individuo y siempre tienen un contenido de maldad, suspicacia o inmoralidad.
Este mito parece apuntar a una muy vieja idea filosófica y hoy en desuso por simplista. Es la idea de la dualidad del hombre. La idea que el hombre tiene un lado hacia el bien y otro hacia el mal, y que ambos lados se encuentran en una pugna constante. En cada ser humano habría una batalla. La lucha entre el ángel y el demonio en cada uno. Justamente digo esto por que es una idea muy bien arraigada en el ámbito religioso, especialmente el judeo-cristiano. Es la lucha entre el Dios y el diablo por el alma de las personas.
No es casual que esta idea aparezca aquí. Freud estuvo bastante influenciado por estas ideas. Su origen judío es tema de algunos escritores que encuentran esta influencia reflejada en el Psicoanálisis. Y no es para menos ya que el mismísimo modelo de la psiquis humana desarrollado por Freud representa muy bien esta batalla, este conflicto entre el bien y el mal, y de allí creo que nace este mito y luego es transmitido a la idea popular que se tiene sobre la Psicología.1
La psiquis para el Psicoanálisis se divide en tres entidades independientes que se afectan entre si. Estas son, las por demás conocidas, el Yo, el Super Yo y el Ello. El Yo es la manifestación explicita, valga la redundancia, del psiquismo. Es lo que reconocemos, valga de nuevo la redundancia, como nuestro yo. Es lo que sentimos expresarse del sujeto, su parte consciente. Es lo que habla y actúa del psiquismo. Y este Yo viene a ser el premio, el botin a conseguir por el Super Yo y el Ello.
El Super Yo es una entidad, que es Inconsciente, que desea hacer todo lo moralmente correcto y presiona al Yo a que lo haga. Desea que el Yo se comporte correctamente, que siga las normas y se destaque por ello. De esta forma, el Super Yo viene a representar el bien, la parte moral y/o racional del ser humano, su parte no animal. En contrapartida al Supero Yo esta el Ello. Esta entidad representa en el modelo freudiano la parte animal. Es la parte impulsiva que solo desea satisfacer sus instintos sin importar el coste e intenta que el Yo las satisfaga, intenta que cumpla sus deseos y apetencias. Es la imagen de espejo perfecta del Super Yo. Es la inmoralidad representada. El ejemplo clásico de esta inmoralidad es el deseo incestuoso que nace de él, que incluso involucra un deseo de muerte del padre.
Estas dos entidades luchan, pero no entre si, si no por un premio, y ese premio es el Yo. Es claro si el paralelismo con la idea religiosa de la lucha entre el Bien y el Mal. Estos lucha por adueñarse del alma humana, la cual es claramente representada en el modelo de psiquis psicoanalítico por el Yo. Cada intenta control el alma para que la persona actué conforma a sus deseos. Así el Bien (Super Yo) le pedirá seguir las reglas, evitar lo excesos y actuar desinteresadamente, y el Mal (Ello) justamente quiere lo contrario, y no descansara hasta lograr conquistar el alma de la persona.
Freud no asume esta lucha como una lucha entre el Bien y el Mal, parece más bien una evolución de la idea. Esa lucha se transformo, debo suponer que gracias a la Teoría de la Evolución, en la lucha entre la razón y la animalidad, entre la lógica y el deseo. Sin embargo, Freud, a pesar de ser un admirador de Darwin, no llevo su idea hasta el final, si no que siguió manteniendo la dualidad, siguió a idea del conflicto entre bien y mal, entre lo moral y lo inmoral, entre lo racional y lo impulsivo. Así el Ello es la parte irracional, impulsiva, la parte animal de uno. Justamente, Freud hace de la represión de estos deseos impulsivos irracionales, principalmente de los sexuales, lo fundante de la sociedad misma.
Gracias al reprimir nuestros deseos profundos la energía que se usaría para satisfacerlo es redirigida a propósitos más nobles y elevados, propósitos sobre los que se funda la sociedad. Asi la sociedad se construye bajo la represión de estos deseos impulsivos y animales. Se basa en reprimir al Ello2. Se basa en reprimir esa fuente de deseos inmorales. Pero para lograr esto hay que traerlos a flote. Hay que exponerlos. Hay que hacerlos conscientes. Dicho de otra forma , hay que enfrentarse a esas "fuerzas e impulsos peligroso" que residen en fondo de la mente de cada persona, que constituyen una parte importante del psiquismo del ser humano.
Como decía antes, esta dualidad con la que se maneja el Psicoanálisis es una interpretación incompleta de la significación de la Teoría de la Evolución. A pesar de reconocer una parte impulsiva e irracional en el ser humano, sigue suponiendo una parte por entera racional, una parte no impulsiva. Para el diván lo racional esta en lucha con lo impulsivo. Para la Psicología, en cambio, no hay lucha por que no hay dualidad. El ser humano es una monada. Es una entidad biológica sin división sobre lo que descansa la psíquico. Lo mental surge de lo biológico. Así la mente es definida como el cerebro en funcionamiento.
Lo mental es biología en funcionamiento y lo racional descansa sobre lo animal. El ser humano no es un ser por entero racional. Si no que es un animal y lo biológico, por tanto, es un factor importante a tener en cuenta, ya que su conducta estará influenciada en buena medida por su biología. Ya de partida el ser humano es un ser irracional que aprende a ser racional. Tiene la capacidad de hacerlo y debe desarrollarla. Debe ponerla en ejercicio y ese ejercicio es buena parte del dialogo entre el terapeuta y su paciente. También de esto se desprende que, a veces, es necesaria la medicación para el buen funcionamiento de la mente por el cerebro esta afectado de alguna forma. Si el cerebro esta afectado, pues la mente lo estará también. Y allí no hay dialogo posible que sirva, no importa la cantidad de sesiones puesto que no es el pensar el problema, si no la biología en donde descansa.
Pero la biología no es una fuente de maldad o suspicacia, si no que es la condición inherente del ser humano, que es lo que implica la Teoría de la Evolución. Es cierto que debe aprender a controlarla y el primer paso para ello es reconocer esa esencia, y no ignorarla o suponer una racionalidad como una capacidad pura que con solo hablar o pensar resuelve los problemas del hombre hoy en día. No es una fuente de maldad si no de impulsos a controlar. Son fuerzas sin control, indisciplinadas e impulsivas. En una palabra animales.
Y aquí la cuestión se pone más filosófica que antes. ¿Lo animal es lo malo, es la maldad o quizás la fuente de maldad? ¿O bien lo bueno es el control que ponemos sobre nuestra animalidad? ¿Lo absolutamente bueno seria entonces hacer desaparecer esa animalidad, o bien seria el conocer y aceptar esa naturaleza y hacerla funcionar a nuestro favor? A pesar de cualquier sea la posición frente a estas preguntas, o la respuesta que se le diera, Freud no ha llamado maldad o similar al Ello.Solo marcó, o mas bien creo una entidad fuente de esos deseos animales, impulsivos y sin control. Y la Psicología asume esa animalidad en el hombre y reconociéndola y estudiándola, conociéndola más a fondo, reconoce su influencia en la conducta humana y pretende usarla a favor del ser humano, reconociendo donde puede ser redirigida y donde no, donde puedes adiestrarse y donde no. Estudiándola se sabe como usarla a favor. ¿Pero maldad llamarla? Maldad es algo a eliminar, y nuestra animalidad, es parte de nuestra esencia, cuando no nuestra esencia, y es algo a reconocer y aceptar y no a eliminar.
Mito #12: La terapia genera dependencia
Este mito es un posible para la Psicología, pero una gran probabilidad para el Psicoanálisis, ya que su misma base teórica lo promueve. Comencemos con el diván.
Ya en esta serie de entradas sobre mitos mencione que la terapia Psicoanalítica se basa en revivir un trauma infantil. Debido a su inhabilidad para expresarse y poder asumir sus propios deseos el sujeto reprime en su memoria el trauma. Lo oculta en su interior y lo mantiene allí gracias a ciertas fuerzas represoras. El objetivo es encontrar ese trauma y para hacerlo el terapeuta psicoanalítico tiene la técnica de la asociación libre. Esta implica dejar hablar libremente, sin interrumpir, sugerir o, y mas importante, cuestionar, de ninguna forma, lo dicho por el paciente. El paciente debe hablar con total libertad hasta dar con el trauma. Por ello el paciente puede expresar sus deseos y pensamientos más profundos, que si fueran dichos en publico recibiría la condena social por los mismos.
Recordar que ese trauma fue reprimido justamente por esa condena que recibió o recibiría, por lo que es necesario ese espacio de libertad total para hablar. Incluso los peores pensamientos y deseos deben ser expuestos y no criticados en absoluto, si se quiere llegar al trauma, al nudo del problema. El paciente por ello puede sentir un alivio, un gran alivio, a contar esas cosas que mantenía guardadas en su interior temeroso de la repuesta que podría recibir de los demás. Luego de contar sus secretos íntimos, o bien expresar sus sentimientos y deseos mas indecorosos al terapeuta.el paciente siente alivio. Este alivio proviene la falta de critica del terapeuta psicoanalítico que acepta todo lo dicho de forma callada.
Si los problemas del paciente siguen, no son resueltos, este alivio resulta solo temporario. El hacer tal catarsis entonces resulta equivalente a desalojar algo de vapor de un contenedor repleto, pero sin eliminar la fuente de ese vapor. Quizás la explosión es evitada pero la fuente del vapor sigue activa. Esto llevara al paciente a volver al consultorio para sentir ese alivio al liberar algo de presión. Ese es un aliciente considerable para volver una y otra vez al diván. Más aun cuando sea convierte en la única fuente de alivio del paciente, al no resolverse sus problemas o el problema que lo llevo al diván.
Este alivio es producido por la catarsis, la que se encuentra en la misma estructura de la terapia psicoanalítica. Como mencione antes, nació como terapia catártica, o limpiar la chimenea como la misma Bertha Pappenheim lo describió bastante bien todo este proceso. Esto aumenta las probabilidades de una dependencia de la terapia de divan por parte del paciente. Sin embargo, si la terapia psicológica es usada de la misma forma que la psicoanalítica puede llevar, por el mismo mecanismo de alivio catártico, a la misma dependencia del paciente. De forma mas simple, si el paciente solo usa la terapia, sea cual fuera, para desahogarse comenzara a depender de ella.
Mito #13: Una terapia profunda debe ser larga y paralela a la vida
Definitivamente NO. Otra idea fomentada por el Psicoanálisis, aunque también hay que considerar la terapia psicológica en esto. La terapia, sea de la clase que sea, esta pensada para resolver problemas puntuales. Es una intervención de salud, ya sea para restaurarla (clínica) o mejorarla (positiva)3. Por lo que cuando la salud es restaurada no tiene mas sentido seguir en aplicando o estando bajo la terapia. Si el paciente va a un profesional con una inquietud o problema resolver y este se resuelve no tiene más objeto continuar con la terapia, quizás exceptuando por algun seguimiento posterior. Si usted sufre una quebradura, y esta luego suelda, ya no tiene sentido seguir con el traumatologo ¿Por que esto una intervención terapéutica debe ser diferente?
Un argumento que se usa par apoyar este idea del mito es que la terapia es una forma de mantenerse en "forma" psiquicamente hablando. similar a ir a un gimnasio para mantener la salud mental. Ciertamente la salud es un estado a mantener, no es la simple ausencia de enfermedad o problemas. Así se ve al terapeuta como un especie de entrenador de gimnasio mental. Y aquí empiezan los problemas con esta analogía.
La posición del terapeuta es mas similar a la de un medico que a la de un entrenador físico. Uno no va al medico cada semana para un chequeo de salud. Eso se hace cada cierto tiempo. Sin embargo, al gimnasio se va con mucha frecuencia. Se realizan ejercicios específicos para mejorar nuestra performance. Y aun el ejercicio en un gimnasio requiere que se mantenga una regularidad de forma inflexible como requiere un psicoanalista para tener terapia con el. Incluso uno puede dejar de ir al gimnasio sin problemas y sin que el entrenador de uno le insista quedarse argumentando que su salud puede deteriorarse.
Veamoslo por otro lado. Ir a terapia semanalmente podría ser como tomar vitaminas para la psiquis. De forma similar al ejercicio fisico, si uno requiere tomar vitaminas, o mantenerse en actividad, por que si no lo hace su salud desmejoraría. Esto indica una constitución débil y enfermiza y la terapia no debería estar orientada a mantener ese estado paliando sus efectos, si no que debería orientarse a fortalece al paciente para ue abandona ese estado enfermizo y débil. No dar paliativos. Uno no puede vivir tomando medicación o vitaminas por siempre. Uno debería apuntar a no necesitarlas, asi como a no necesitar terapia de por vida. Un argumento que puede aparecer aquí es es el consabido "Pero a mi me hace bien". Las vitaminas también y uno no las toma siempre y de por vida, y se autodenomina fuerte y sano.
Pero aun queda argumento mas que intenta soportar la idea de la terapia de por vida. En el ámbito Psicoanalítico pulula la idea que la terapia es un método investigativo para explorarse a uno mismo. Seria una forma de entrar en contacto con el ser de uno más profundo, o mejor dicho inconsciente. Resulta claro el paralelismo con la búsqueda espiritual que proponen muchas religiones. Aquel que ha seguido el blog por cierto tiempo sabe mi posición al respecto sobre la gran similitud de la practica del Psicoanálisis con las practicas religiosas4. Esta es una de varias similitudes con las religiones.
El punto aquí es que esta búsqueda no es científica, no es objetiva, si no subjetiva, o sea por entero del criterio del sujeto. No hay forma de que alguien más pueda decir del éxito o fracaso de esa búsqueda, por lo que es incomprobable por alguien más. Por lo que no hay forma de decir si el método es valido o no. Si hubiera un éxito, o un avance, no se puede decir si es producto de la percepción del sujeto o realmente es un avance logrado por la terapia. El éxito es incomprobable, pudiendo ser solo la impresión del sujeto, y nada más, que logro algo en terapia. Bien puede ser una ilusión o un deseo tomado por realidad. Nada más.
Pero si aun desea probar esta búsqueda espiritual desde el diván, este blog no es nadie para oponerse, pero solo recuerde que es una búsqueda sin final, ni garantías. En especial, que el método psicoanalítico no asegura, hasta incluso no promete algún resultado o avance. Si algo logra recostado en el diván téngalo par más de seguro que sera por su propio esfuerzo y no por el método del diván.
Como anticipe, también se aplica esto a la terapia psicológica. Aun siendo un método por demás comprobado, no tiene sentido hacer terapia psicológica de por vida. Siguen sin tener sentido el hacerlo, si no se va detrás de un objetivo. Si no hay un problema a resolver o algo a mejorar, no tiene sentido hacer terapia, aunque sea científicamente comprobada y con evidencias de efectividad. Seria como tomar un medicamento que uno no necesita.en ves de mejorar, uno podría enfermar.
Mito #14: La psicoterapia es parecida a “contarle” las cosas a un amigo
Pero como ya se podrá adivinar nuevamente este mito viene la mano del diván. La terapia psicoanalítica se trata de una persona, el paciente, que habla, habla y habla y otra que solo escucha, el terapeuta. Se piensa así en la terapia como un acto de catarsis, con un acto de confidencia a otra persona esperando contención. Se cree que el solo hecho de descargar el pecho en alguien genera un cambio tan positivo que los problemas desaparecen por ello. Es claro que no sucede así. No es tan sencillo como eso, pero tampoco, por esto, significa que sea difícil resolverlos.
Este mito es claramente un mito y es sencillo el porque. Un amigo no es un profesional entrenado y que conoce los avatares y los problemas que las personas pueden sufrir. Un amigo actúa como una especie de confidente en el mejor de los casos, pero puede ser un mal consejero. Y en el mejor de los casos solo puede llegar eso. En cambio, un terapeuta tiene el conocimiento de la evolución de los problemas. Puede decir hasta donde un problema particular puede llegar, así como cual es la estrategia más comúnmente efectiva para resolverlo y, ciertamente, la experiencia de haber actuado en muchos problemas iguales o similares.
Es algo común sentir que si uno comenta a un amigo tener problemas, quizás ansiedad, depresión o stress, por mencionar algunos problemas comunes, este no recomienda casi sin dudarlo con tomarnos vacaciones. O quizás de desconectarnos yendo a divertirnos el fin de semana. Casi invariablemente, los amigos y conocidos recomienda esto frente casi cualquier problema. El amigo aconseja desde su propia experiencia y desde su sentido común, y el sentido común es muy diferente para las personas entre si. Los que es sentido común para el amigo no es lo mismo que para el profesional.
El sentido común puede recomendar el descanso, pero puede que no sea lo recomendable. Una vacaciones pueden estresar a un más a la persona con stress. Organizar el vieja puede ser estresante ya para las personas sin problemas, pero puede ser una buena fuente de ansiedad, o oportunidad para un ataque de ansiedad en la persona ansiosa. También recomendar salir a divertirse puede ser contraproducente para la persona con depresión. No es el problema de esta el tener oportunidad de divertirse o la falta de diversión, si no que ya no encuentra placer en las actividades que antes le resultaban divertidas y placenteras. Su problema es la incapacidad de sentir placer, no la falta de él. El sentido común puede ser un mal consejero.
También el psicólogo puede actuar como una especie de mediador. Muchos de los problemas psicológicos o bien surgen de la relación con otras personas o bien afectan las relación con otras personas. El psicólogo puede actuar como una especie de mediador, o mas bien como un agente para resolver el problema entre ellas. En general, enseñándoles a como manejar y ayudar en el problema del paciente. Interactuando con ambas partes puede coordinar los esfuerzos de las personas para la mejora del paciente. Y en este sentido, un amigo no es una persona autorizada, y menos objetiva, para lograr lo mismo.
Difícilmente, el amigo puede tener el status de un profesional ante la familia. Fácilmente es posible quitarle autoridad a un amigo antes que a un profesional titulado y habilitado. Y el amigo, al estar involucrado afectivamente con la persona aquejada, o sea el paciente en el caso de la terapia, no puede actuar, o segurar su objetividad, y esta es la razón por lo que esta condenado eticamente para que un psicólogo trabaje con familiares o amistades. Si un profesional no puede actuar con familiares y amistades por que no puede asegurar su objetividad e imparcialidad ¿por que una persona sin entrenamiento alguno podrá asegurar ser objetivo e imparcial y actuar mejor, incluso obtener mejores resultados?
Mito #15: Si ya empecé una terapia que dudo de su eficacia –en mí- no puedo comenzar otra porque “sería empezar todo de nuevo”
Una de mis falacias preferidas es la falacia del costo hundido5. Se trata principalmente de salvar una inversión hecha en algo que definitivamente no funciona, solo para que lo invertido no sea en vano. Y no solo es asunto de dinero aqui, si no tiempo y esfuerzo, y de hasta lo poco avanzado en la terapia y volver al estado caótico en que se estaba. El miedo pesa bastante en nuestras decisiones que la lógica, y nos vuelve ilógicos. Este miedo es lo irracional del ser humano que ya hablaba más arriba. Es irracional en una terapia, o con un terapeuta, que no ofrece resultados, ni avances al menos, solo desperdiciando tiempo y dinero. No queda dudas, pero ¿de donde proviene este mito? ¿Por que existe esta idea sobre la terapia?
A esta altura de esta serie y del blog se debe fácilmente adivinar de donde proviene. Obviamente, del diván. El Psicoanálisis promueve la idea de que el paciente es singular, o sea único e irrepetible. Sostiene que no hay persona que sea igual en el mundo en toda su historia a otra persona. Así la interacción del paciente con su terapeuta, otro ser singular, sería extremadamente singular. Sería una experiencia única e irrepetible sin comparación a otra experiencia que pudiera tener el paciente con otro terapeuta, o esta con otro paciente. Cada paciente, por ende, significa una terapia por completo nueva. El psicoanalista no tiene punto de comparación y por lo tanto no puede armar un método terapéutico general. Por lo que es común sentir, por algunos psicoanalistas, que no hay método psicoanalítico. Sostienen que no hay método posible de aprender y menos de aplicar en pacientes que por definición son singulares6. Así la teoría le dice el terapeuta psicoanalítico que debe comenzar de cero con cada paciente.
Pues bien ... es cierto que los seres humanos son singulares y que cada experiencia que tienen es singular, pero esto no es más un tecnicismo. Es claro que somos singulares, seres únicos e irrepetibles ubicados en un tiempo y espacio únicos en un entramados social también único, pero esto no evita que los seres humanos compartan experiencias entre si. Por ejemplo, la forma de relacionarse y conducirse entre ellos. También experiencias dolorosas como muertes, o enfermedades, o eventos y problemas cotidianos. Así como éxitos y fracasos. Todos viven sus vidas en su forma particular y única pero pasan de forma muy similar por todo. Hay una generalidad indudable de las experiencias humanas. A pesar de cada persona pasar por estos eventos de forma única, de forma singular, esas experiencias tienen muchos puntos en común con otras experiencias de otras personas. El amor, la muerte, la alegría y la tristeza, por nombras algunas son cosas que los humanos enfrentan y en general lo hacen de la misma forma, cometiendo los mismos aciertos y errores. De forma resumida, el ser singular no implica una diferencia total y completa, no excluye la similitud en muchos aspectos. Incluso el mismo Psicoanálisis, aún sosteniendo de forma extrema la singularidad del sujeto, termina decretando que todos pasan por la mismas etapas del desarrollo psico-sexual. Por ejemplo, el complejo de Edipo lo presenta como universal.
Así el cambio de terapeuta en si mismo no representa una perdida automática de lo aprendido y lo avanzado en la terapia para el paciente, ya que el terapeuta puede continuar, gracias a esa similitud de comportamiento entre las personas, con la terapia que haya dejado otro profesional. Mas preocupante seria el futuro de la terapia que lo que ya ha pasado de la misma, por que podría arruinar lo logrado7. La experiencia y habilidad del nuevo terapeuta elegido, junto con otros detalles, son algo a considerar al efectuar un cambio de terapeuta. Pero esto es particular de los profesionales y no de la terapia. No es necesariamente una perdida o que el cambio arruine lo logrado. Los conocimientos, entrenamiento y experiencia del profesional son factores del éxito de cualquier terapia, o practica profesional. No solo hablamos aquí de Psicología.
Cualquier practica profesional, no exclusivamente psicológica, pasa por esta consideración. Es inherente a la elección de cualquier profesional del ámbito que sea y el momento que sea. Ya sea un psicólogo, un medico, un contador o un fontanero. Ya sea por cambio o por inicio de algo uno considera siempre la calidad profesional del nuevo terapeuta. Es obvio que si el nuevo terapeuta elegido tiene una calidad profesional superior al viejo terapeuta, no solo mantendrá los avances hechos si no que podrá, incluso, asegurar una más rápida y estable recuperación o éxito. Así si su calidad es peor que el viejo terapeuta, podría poner en riesgo lo logrado o retrasar el ritmo de avances logrado. Pero todo esto, no es más que un asunto de la practica y no es necesario, incluso si el profesional es peor, que lo logrado hasta el momento lo ponga en peligro8.
Pero pensamos algo más. Si un paciente se encuentra en una terapia con un mal profesional, y por ello no recibe avances ni mejoras, a cambio de su tiempo y dinero, y mientras su problema sigue y no mejora ¿por que debería seguir con este profesional? Incluso si no hubiera otro profesional la pregunta se mantiene. La terapia es un trabajo, una inversión de tiempo y esfuerzo, oque debe redituar en avances, por que si no lo hace resulta en otro carga sobre el paciente, y una esperanza de alivio que no se cumple, que provoca desesperación y decepción, lo cual a su vez conduce a una falta de compromiso del paciente con la ayuda terapéutica, con el descreimiento de la misma. Si inicia una nueva terapia, luego de caer en este descreimiento, resultara en un nuevo factor en contra de la recuperación y de cualquier posterior terapia que inicie.
Y es por esto que me agrada mucho esta falacia, aunque sea difícil evitarla en lo cotidiano. La falacia del costo hundido nos recuerda no seguir peleando por algo que es muy probable que nunca llegue, no importa cuanto esfuerzo le hayamos invertido. Si eso que esperamos no llega, es hora de re-evaluar lo que hacemos y quizás cambiar de rumbo o, más posiblemente, cambiar de terapeuta.
A 5 del final
5 más y solo faltan 5 más para terminar esta lista y esta comparación resultante entre la terapia psicológica y la psicoanalítica. Espero que esta entrada desmontando estos 5 mitos, juntos con las otras dos, elimine estos mitos, o cuando menos se los ponga en fuerte duda. Ahora a seguir con los últimos 5.
- 1. Aqui, por ejemplo, se puede ver la idea del Bien y el Mal relacionado con el modelo de psiquis de Freud
- 2. Aunque esto no significa satisfacer por completo al Supero Yo debo aclarar.
- 3. Ver Mito #07.
- 4. Esta cita es muy ilustrativa de lo que expreso aquí.
- 5. Aquí lo explican de forma entretenida y didáctica.
- 6. Una muestra de ese pensamiento y a lo que conduce concluir. ¡Toda una materia centrada en esta premisa!
- 7. Realmente malo debe ser tal terapeuta para lograr eso.
- 8. El caso también es un factor de importancia, así como el compromiso del paciente. Mucho factores pueden afectar el pronostico de un caso.
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