Dije que en algún momento aparecería algún intento o texto sobre filosofía. No por nada, la Psicología nació de la filosofía. Bueno, ¿que ciencia no tiene raíces en ella? ¿No? Como sea, aquí mi intento de rescatar o bien de formalizar una idea expresada por una de las películas de la franquicia de Misión Imposible. Sí, es una película de acción con un mensaje ético o moral, por así decirlo, aunque no lo parezca. Aunque esta entrada no pretende hacer espóiler, ya que la moraleja de la película no descubre mucho de la trama, excepto las motivaciones que llevan a Ethan Hunt a tomar una decisión al principio de la película que lleva a todo un embrollo de tamaño mundial, vale hacer una advertencia de espóiler. Intentaré reducir la posibilidad de espóiler al mínimo, pero no prometo nada. Si quiere aún seguir leyendo, pues ¡queda avisado!
La película comienza con Ethan Hunt y su equipo intentado de comprar unos contenedores esféricos de plutonio. Tres para ser exactos. Sin embargo, la operación es sabotea dado por un grupo terrorista llamado Los Apóstoles, que desean los contendores para crear bombas nucleares y desatar un apocalipsis1. Su idea es que tras un gran sufrimiento viene una gran paz, por lo que sesean provocar un gran sufrimiento para que la humanidad alcance una paz que corresponda a ese sufrimiento. Obviamente, este sufrimiento implica el matar millones y cuando menos otros tantos millones sufran de alguna forma.
Este grupo terrorista logra intervenir en la compra del plutonio secuestrando a un miembro del equipo de Ethan. Luther para ser específico. Aquí es donde Ethan se encuentra frente a un dilema. Debe decidir entre salvar a un hombre y dejar descuidado el plutonio. Este era justo el objetivo del grupo. Distraer al equipo y robar el plutonio, y lo logran. Ethan le importó mucho más la vida de su compañero de equipo que el plutonio y la posible amenaza de las bombas, una amenaza mundial. Le importó más una vida que las de millones, pero esto es solo aparente.
Aquellos que están familiarizados con el Dilema de Trolley o Tranvía ya están advertidos que de eso va el post. Lo que Ethan hizo es una solución posible a ese dilema, aunque parece una respuesta egoísta, incoherente y hasta irracional. Para aquellos que no conoce de que va este problema permitan que le explique rápidamente. El problema presenta una situación hipotética que el sujeto a prueba debe resolver. El sujeto se encuentra frente a un comando que permite desviar a un tranvía que se acerca en una intersección. En una vía hay una persona atada a los rieles. Si el sujeto elige el camino A el tranvía mataría a esta persona al pasar por encima de él. Pero si, en cambio, desvía al tranvía por la vía B, este terminaría matando a cinco personas también atadas a los rieles. ¿Qué opción elegirá el sujeto a prueba y que razones tuvo para ella?
Una posible solución a este dilema es saber que clase de persona está atada en la vía A. Si fuera, por decirlo de alguna forma, un Hitler, muchos no dudarían de matarlo. Elegirían, casi sin dudar, la vía A. Pero si fuera un santo que haya beneficiado a muchas personas, es muy probable que muchos eligieran la vía B. ¿Ahora que pasaría si la persona atada en la vía A fuera un bebe? ¿La vida de cinco personas es menor que la de un bebe? ¿Y si fuera un anciano casi a punto de morir? ¿Su vida vale menos que la de otras cinco? Más allá de todas las posibles respuestas y situaciones, este dilema es una pregunta sin respuesta correcta. No busca obtener respuesta alguna, sino que busca evaluar la brújula moral de la persona a la que se lo somete. Curiosamente, la película Fall Out de la serie de Misión Imposible da otra respuesta posible al dilema.
La película se trata de los esfuerzos de recuperar el plutonio perdido por el equipo de Ethan. Esto es importante notarlo, ya que cambia la visión de porque tomó la decisión de salvar a su compañero y amigo en la primera escena. No es que le importara un comino que el mundo explotara o que no podía soportar la muerte de su amigo. Simplemente, como la misma película un par de escenas luego marca, A Ethan le importa tanto la vida de una persona como la de millones. Para él, es de igual valor la vida de una persona como la de millones. Puesta esta respuesta en el dilema del Tranvía, significa que el dilema en sí mismo es una pregunta capciosa. No hay respuesta mejor que otra porque ambas son igualmente condenables. Permitan que expanda esta idea.
¿Si matar a una persona es igual de malo que matar millones, qué valor entonces tiene una vida humana? ¿Por qué sigue pareciendo que es mejor matar a una que matar a millones? Yo respondería que es asunto de infinitos. Una vida humana, para la respuesta de Ethan, llamémosla así, tendría un valor infinito. Entonces matar a una persona, dos, tres o millones da igual. El sufrimiento causado es igual de infinito. Algún astuto, conociendo el teorema de Cantor, marcaría que hay infinitos mayores que otros. Cantor mostraba analíticamente que hay infinitos mayores que otros. Así, este “sagaz”2 lector, matar a una persona es un infinito menor que matar a millones. Pero habría que hacerle notar a este lector que los infinitos no son posibles de medirse. No hay forma cuantificar un infinito. El sufrimiento causado, sea cual fuera, el tamaño de ese infinito sería infinito. Sería irrelevante que fuera un sufrimiento más grande, en el mundo humano ese sufrimiento sería imposible cuantificar. No es posible saber de antemano el impacto que se podría prevenir o causar con una muerte. Y en esto creo que se basa, al menos en parte, la respuesta de Ethan.
No es posible saber de antemano si la persona de la vía A sería un Mozart o un Hitler. Incluso, no es posible saber si un Mozart no sería convertiría en un Hitler y viceversa. Pero sí es posible saber que se causa un impacto. Se causa una muerte. El acto mismo es el condenable. Según entiendo, esto tendría una orientación Kantiana. El acto de matar no puede ser un universal y no puede serlo porque no hay justificación alguna para ello. No hay nada seguro de lo que se evitaría o no. Obviamente, aquí no entra la idea de autodefensa. Es clara la amenaza y debo reducirla por mi propio bien, si no hay otra forma de hacerlo. Si no lo hiciera, estaría muerto. En el tranvía, el sujeto no está amenazado, solo decide, sobre cierto criterio, qué vida vale más que otra. En la respuesta de Ethan no hay posibilidad de hacerlo. Una vida vale como la de millones.
En resumen, creo que esta respuesta, llamémosla la respuesta de Ethan, es una muy buena respuesta al dilema del tranvía. Es un dilema sin solución. Es una pregunta capciosa, porque tómese la decisión que se tome, siempre ser la peor, elección. Matar una persona o millones son actos iguales de condenables. Pero, como sea, hay una pregunta que la respuesta de Ethan no responde. Quizás la más importante en este post … ¿Vale ver la película? Yo dría que sí. Incluso me parece la mejor que toda la serie. Espero que no la caguen en la próxima, porque si pasa voy a testear en vivo, en algún cine, si la respuesta de Ethan es válida. Solo debería saber donde comprar Plutonio, pero de seguro no a libios.
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