Varias ideas circulan por la Facultad de Psicoanálisis. Algunas estúpidas, otras peligrosas. Esta es una de las peligrosas y que ha causado más daño que otra cosa. Quiero empezar a hablar de las madres neveras, una infame hipótesis, convertida en teoría por el Psicoanálisis, que ha producido bastante daño, y, lamentablemente, lo sigue haciendo. Desearía poder hablar de las madres neveras como una idea muerta, pero todavía se imparte y se aplica en los divanes psicoanalíticos. Quiero hacer una revisión de su historia, mostrar de donde surgió y mostrar su relación con el Psicoanálisis, al que veo como su autor principal, y, obviamente, su principal impulsor. Como es costumbre en este blog intentare analizarla bien de cerca. Ver como fue su evolución y cuales fueron sus influencias. Todo esto es para que el lector tenga una idea mucho más clara de lo que se habla cuando se habla de las madres neveras. O sea cuando se enuncia que las madres son las responsables del autismo de sus hijos. Espero que el lector salga informado acerca de esta hipótesis y tenga las herramientas necesarias para poder enfrentarse a ella. Así que en esta serie recorreremos un poco de la historia de las madres neveras. Hablaremos de la idea que el comportamiento materno con sus hijos puede provocar trastornos serios y enfermedades neurológicas en estos. Idea que es sostenida principalmente, hoy día, por el Psicoanálisis. Haremos un largo recorrido, en varias entradas, por la historia de esta hipótesis y analizaremos las influencias que la forjaron y guiaron hasta hoy. Hablaremos de una idea la cual debería, a estas alturas, estar tan muerta como la teoría del flogisto, la generación espontánea y la frenología; y, por que no, el psicoanálisis también.