Manuscrito H: ¿Estoy paranoico o a Freud le importa solo su teoría?

Algo que el mito freudiano dice es que Freud escuchaba atentamente sus pacientes. Que hasta escuchó a pacientes que nadie más quería escuchar. En realidad, el escuchaba lo que quería escuchar. Les prestó atención solo a lo que el quería prestar atención. El manuscrito H creo que e sun buen ejemplo de esto. Ahí habla de la paranoia y los mecanismos psicoanalíticos que tendría la misma. Al leerlo por primera vez, tuve, quizás por primera vez, la impresión que Freud daba crédito a ciertas cosas dichas por sus pacientes y a otras no, dependiendo de lo que le interesaba escuchar. Lamentablemente, Freud no aducía razones para dar crédito a algo y el porque desacreditar otra coasa. Lo más lamentable, es a nadie dentro de la Facultad de Psicoanálisis les importa tener esas razones. Confían ciegamente en la palabra del maestro y su doctrina, así como a Freud le importaba mucho más su teoría que el mismo paciente.

El que Freud haya escuchado lo que quiere escuchar me parece más dañino que no haber escuchado. Tener alguien enfrente que dice escucharte y termina desoyendote es algo, quizás, más pernicioso que no tener a nadie o alguien que no te escuche. Puedes pensar que no te comunicas con claridad o fuerza, pero si termina desoyendote puedes terminar pensando que no le importas a nadie, ni siquiera a tu mismo psicoanalista y a quien encima le pagas para que te preste atención. En el peor de los casos, que este se burla de tí. Pero mejor vayamos con el manuscrito H. Lo que aquí Freud intenta describir y ejemplificar, como dije, es el mecanismo de la paranoia.

La paranoia persigue, pues, el propósito de rechazar una idea intolerable para el yo1 mediante la proyección de su contenido al mundo exterior. 2

En resumidas cuentas, es algo que uno se reprocha a si mismo, pero es proyectado al exterior, o sea es vivido como si ese reproche realmente proviniera del exterior. Dirá Freud que el mecanismo de proyección es común y normal en las personas, pero la paranoia es un abuso de este. El manuscrito contiene un único caso que ejemplifica este mecanismo de proyección patológica.

Una solterona que cuenta con ya unos treinta años vive juntos con su hermano y una hermana; [...]

¡Un momento! De entrada, ¿la paciente ya es una solterona de treinta años? ¡Treinta años y no esta casada!. Muy comprensivo es el inicio con la paciente. Pero seamos justos con Sigi. Todo esto puede ser asunto de traducción. Veamos la de Amorrortu:

Una doncella que va envejeciendo, de unos 30 años, [...]

Tampoco es muy halagüeño que digamos. Ya tiene treinta y va para más ... Algunos intentaran interpretar 3 doncella como mujer joven. Pero en realidad, doncella refiere a que no esta casada. Sería el equivalente al actual estatus marital de señorita. "Doncella que va envejeciendo" podrá traducirse entonces como "solterona". Pero tengo una tercera traducción, la que se encuentra en las Cartas Completas a Fliess, editadas por Masson. De todas formas, esta traducción no difiere mucho de la anterior.

Una doncella avejentada de unos 30 años [...]4

¿Cual es el problema con tener treinta años y seguir soltera? A la vista de Freud no es muy bueno estar soltera. Esto de estar casado o no, era muy importante para él. Podemos ver en la carta del 15/11/1883 como el casarse era el destino "natural" de la mujer. Más bien, el de casarse y tener hijos. O puesto de otra forma, el tener sexo5. Retomando el texto, se introduce el otro protagonista de la historia.

Una solterona que cuenta con ya unos treinta años vive juntos con su hermano y una hermana [mayor]; [...] Entre tanto alquilan una pieza a un conocido, hombre que ha visto mucho mundo, un tanto misterioso, muy hábil e inteligente, que vive con ellos desde hace un año y se ha convertido en el mejor de los camaradas y amigos. El hombre se muda, para volver a los seis meses, pero se queda solo por poco tiempo y desaparece luego definitivamente. 6

Tenemos dos mujeres, una soltera y otra, posiblemente, por encima de los treinta años, de la cual, lamentablemente, no sabemos su estado civil. También, tenemos un hombre de mundo, misterioso, y "muy hábil e inteligente". ¿Que podría suceder cuando una mujer soltera se tope con un "hombre de mundo"? Nada bueno de seguro para la vista de la sociedad victoriana. Podemos esperar que el huésped cometerá alguna "travesura" con alguna de las inocentes y poco preparadas mujeres. Ellas caerán facilmente bajo el encanto de un inteligente y hábil hombre de mundo.

Las hermanas suelen lamentar su ausencia y solo pueden recordarlo con aprecio. Sin embargo, la menor refiere a la mayor cierta ocasión en la cual el huésped quiso atentar contra ella. Hallábase arreglando su habitación mientras él se encontraba todavía en cama, cuando le dijo que se acercara, y al hacerlo ella incautamente le puso el pene en la mano. 7 Este episodio no tuvo secuelas y el extraño partió al poco tiempo. 8

Ni siquiera el mismo profesor de la Facultad de Psicoanálisis, que nos enseñaba sobre este caso, creía en esta descripción dada por Freud. No por falta de credibilidad en la paciente o en Freud 9. La duda  provenía de de un hombre tumbado en la cama, no puede poner el pene en la mano de una mujer que se acerca a la cama, la cual presumiblemente estaría de pie. Y menos lo haría con la facilidad que parece mostrar el texto y menos aún haciéndolo de forma que agarre desprevenida a su víctima. No parece físicamente posible. Aquí sospecho que faltan datos.

¿Es posible que Freud crea que la escena se desarrolló de esa manera? No puedo sostener que haya creído o no que la escena sucedió como se relata. Una posibilidad es que haya disimulado, al contar el caso, la verdad. Quizás haya disminuido los hechos a lo mínimo necesario para ocultar una relación sexual extra-matrimonial de la hermana menor con este hombre de mundo. Hablamos de un manuscrito, texto que luego podría transformarse en un texto dado al público, y de allí que se disfracen los eventos del caso, por cierto decoro o pudor personal. Recordemos el uso de eufemismos, por parte de Freud, para referirse a los actos sexuales, lo cual muchos han confundido con una faceta poética.

Tenemos otra parte del texto que contradice la anterior posibilidad. Veremos que Freud parece sospechar la ausencia de datos en el relato de la paciente, algo que la mujer no dice. Recordemos que la paciente niega la escena referida, así que Freud tuvo que tomar conocimiento de esta escena a través de la hermana. Entonces, bien cabe la posibilidad que la misma paciente haya deformado la escena al relatarla a su hermana, para hacerla menos ofensiva o vergonzosa. Posiblemente haya ocultado un encuentro sexual claro, por una escena nimia en comparación y que la dejaría como una víctima pasiva de este hombre de mundo. No obstante, aun después de todo esto cabe una tercera posibilidad. La hermana mayor puede haber sido la que haya deformado la escena al transmitírsela a Freud. La hermana menor niega que el evento haya sucedido, y hasta, por el relato que hace Freud, ni siquiera lo recuerda. Así que él tuvo que tener noticias de la escena a partir de la hermana mayor; y esta pudo haber alterado los hechos de alguna forma o incluso inventarlos. Quizás lo haya hecho para proteger a su hermana de una vergüenza mayor. Os ea, el haberse acostado con un hombre sin estar casada.

En el curso de los próximos años la hermana [la menor] empezó a sentirse mal y desarrollándose finalmente un inconfundible delirio de observación y de persecución10, con el siguiente contenido: las vecinas la compadecen como una "solterona plantada" que sigue esperando a aquel hombre; le hacen insinuaciones de esta especie; continuamente le dicen toda clase de cosas sobre el hombre, y así sucesivamente. Naturalmente, todo esto sería absolutamente falso.11

Naturalmente, si la paciente sufre delirios de persecución, negaría la escena en la que se basa la paranoia. Esta es la lógica de Freud, pero es poner al carro delante de los caballos. Es poner el diagnostico de paranoia primero antes que encontrar los hechos que conducirían a ese diagnotico. Recordemos que Freud buscaba un hecho vergonzante. No lo tenía, pero no dudaba del diagnostico de paranoia. Y así, como no duda de la paranoia, no duda de la existencia del evento vergonzante que conduciría a la paranoia. No duda que la mujer tuvo un encuentro sexual ilícito con este hombre. Así como el hombre celoso busca una excusa para justificar sus celos, Freud necesitaba ese hecho vergonzante para decretar la paranoia. Necesita algo que genería un auto-reproche. Aquí aparece una pregunta: ¿por que la hermana debería reprocharse el ataque del hombre? ¿No fue acaso ella nada más que una víctima? Por la descripción de la escena, el hombre se aprovecho de al mujer. Entonces ¿que reproche auto-dirigido cabría aahí? Si la mujer se reconoce como víctima ¿que razones aduce ella para reprocharse el evento? Freud no lo detalló y vollvemos a lo mismo. Sin un hecho vergonzante no es posible declarar la paranoia, de la cual Freud estaba por demás seguro.

Notemos que de la única persona que se duda aquí es de la paciente. Ni siquiera se admite la posibilidad de que los rumores existieran realmente. Hablamos de una sociedad bastante moralista y tenemos una mujer soltera, entrada en años, y de un "hombre de mundo" bajo el mismo techo. Esto es más que suficiente para generar habladurías, inclusive hoy en día. Cierto que no serían tan agresivas, pero muestra que poco le es necesario a las malas lenguas para dispararse. Freud no reconoce está posibilidad. Tiene que negar esto si quiere mantener el diagnostico de paranoia. Admitir esta posibilidad es admitir que la paranoia podía no existir en este caso. 

La hermana mayor ha notado con asombro que la paciente niega la escena de la seducción cada vez que se alude a ésta en una conversación. 12

La hermana menor niega la escena referida antes y es algo no disparatado o irracional de esperar que suceda. La hermana mayor tomó conocimiento de lo sucedido de una charla que tuvo con su hermana y luego, esta, parece haber olvidado todo, pero específicamente, la niega. Lo que es decir que es posible que esta no quería escuchar más de la escena y de las insinuaciones que las vecinas estarían haciendo. Quizás estaba solamente harta de ellas, lo que podía explicar el porque referir la escena para luego negarla, pero aquí solo podemos especular. Quizás hubo algún intento fallido para que el hombre de mundo regresara para cumplir alguna promesa. Recordemos que estuvo un tiempo considerable bajo el mismo techo, luego se fue para regresar por un periodo mucho más corto y nunca más volver, como relataba Freud. Quizás aquí, en esta vuelta del hombre de mundo, este el signo de una relación más profunda entre paciente y hombre de mundo. Pudo volver, terminar la relación con la hermana y luego no regresar más, puesto que no tendría ya motivo para quedarse. Durante el primer periodo de su estadía pudo haber promesas de una relación estable, quizas hasta casamiento, para luego, en su retorno, romperlas o desconocerlas.

Notemos que el supuesto delirio de persecución aparece luego de unos años de aquella escena supuestamente vergonzante. Entonces debemos concluir que la mujer "sufrió" el ataque de parte del huésped siendo más joven. En otras palabras, la hermana menor sufrió el "ataque" en una edad muchos más susceptible para casarse. Pasaron los años y la mujer seguía solatera. A medida que
pasaron los años se volvió una peor candidata al matrimonio y una mejor candidata a rumores. Incluso, el Freud mismo iniciaba el caso marcando los treinta años y la soltería de su paciente. Es bastante probable que el sexo se producía bajo una promesa de matrimonio, haciendo de este caso nada más que un pequeño escándalo urbano y no un caso patologico. La paciente generando un pequeño escándalo y victimándose en el proceso podía ser que trataba de lograr la vuelta de este hombre de mundo para que responda a las acusaciones. Podría ser un intento de lograr despertar algún tipo de compromiso de este hombre y ante el falloido del inteto prefierió olvidarlo todo o hasta negarlo, pero esto no calla los rumores. 

Todo esto brinda un buen grado de posibilidad de que los rumores realmente existieran. Como dije, muy poco se necesita para que un rumor comience. Un hombre de mundo y una mujer soltera bajo el mismo techo es algo más que suficiente. Agregando un 'ataque' evento sexual bastante dudosa y hasta fisicamente imposible, lso rumeores bien pudieron existir. Entonces ¿por que dudar que los rumores realmente estuvieran existiendo y pensar que eran proyecciones desde el exterior? Si existían la paciente no tendría paranoía, al menos en terminos freudianos.. Realmente, estaría siendo acusada de una mala conducta. Sería una victima de un verdadero reproche hecho por otros hacia ella. Sin embargo, Freud megaba que las vecinas realmente estén rumoreando a las espaldas de la mujer e insiste en un hecho vergonzante, en ese ataque sexual. No podían ser encuentros sexuales concensuados. Necesitaba un trauma sexual, por es creerlre la hermena mayor y no a la negativa de su paciente, para poder sostener su diagnostico de paranoia. Debía hacer que la apciente recordar o reconociera ese encuentro vergonzante.

[...] me fue enviada, y yo me esforcé por corregir la tendencia a la paranoia, tratando de restaurar el recuerdo de aquella escena, aunque infructuosamente. Hable con ella dos veces y la induje a contarme todo lo relativo al huésped, en hipnosis de concentración, 13, pero mis insistentes preguntas acerca de si no habría ocurrido , a la postre , algo "embarazoso", tuvieron por respuesta la más decidida negativa 14 y ... ya no volví a verla. 15

Freud no dudaba de la escena relatada por la hermana mayor. No dudaba que algo haya sucedido, pero sin embargo, no creyo que fuera suficiente para fundar la parannoía. Necesita un evento que provocara un auto-reproche. Necesita la confesión de la paciente. Necesitaba rescatar el recuerdo de un evento vergonzoso, pero no lo logra. Fracasa. Aunque la paciente fue puesta bajo una pseudo-hipnosis y bajo la insistente indagatoria de Freud, aún se negaba a reconocer que la escena haya existido. El acto vergonzante Freud no lo encuentra y se niega a aceptar que se haya posiblemente equivocado o, por lo menos, que no tiene datos suficientes para sostener la paranoia bajo su teoría. Freud no se contenta con dejar el caso en la incertidumbre. Estaba tan seguro de su teoría que la ausencia de pruebas se convirtió en prueba por ausencia, por así decirlo.

¡Defensa! Es obvio, no quería 16que se le recordara aquello, de modo que opto por reprimirlo adrede. La defensa era inconfundible [...]17

La falta de la confesión, la falta de comprobar el auto-reproche se vuelve signo de que eso existe. Es decir, ya tuviera pruebas o no de algun hecho vergonzante, la paciente tenía paranoía. Puesto más simple, con pruebas o no pruebas, la paciente tenía paranoía porque así lo creía Freud. Que la paciente no hablara del tema era que el evento existió y no que no lo recordara o que incluso no existiera en absoluto. Es más, que incluso no se lo reprochara y hubiera superado esa relación que las malas lenguas no parecían quere soltaro. Quizás lo que no es tan obvio para Freud que todo esto quizás no fue más que un episodio algo escandaloso de la vida urbana, y para nada un evento que degenere en paranoia. O que algunas personas no reprimen acusaciones y solo desean evitarlas hablarlas. Algunas personas que realmente tienen cosas para reprocharse no desean que se les este constantemente recordándoselas, y no por que haya una defensa que se lo impide, si solo por que es penoso recordar. Es simplemente algo doloroso de recordar y más cuando hubo de por medio de promesas rotas y decepción y una reputación en juego. Incluso cuando la paciente pudo no haber encontrado la suficiente compresión de la hermana, por lo que haya optado por simular que nada ha pasado.

La posibilidad que Freud desechaba, porque asumía su teoría como infalible, es que todo pasaba por la conciencia. La defensa aquí, reconociendo aun la existencia de relaciones sexuales entre la paciente y el hombre de mundo, es en contra el ser obligada a recordar un evento penoso. Lo que la paciente pudo haber estado evitando es, bajo la insistencia casi acusatoria de Freud, recordar un evento o una relación afectiva que le era dolorosa y que solo deseaba olvidar. Evidentemente estaba perturbada por las mismas sesiones con Freud, como él mismo relataba.

Me hizo comunicar que no vendría más, pues todo esto la agitaba demasiado Idem.

La agitación de la paciente no era producto de una defensa, si no de su mismo terapeuta y de su insistencia en obtener una declaración de ella que afirmara la existencia de aquel hecho vergonzoso. Como mencioné, Freud fracasó en esto y por eso esgrimió su infalible argumento de defensa. Al no poder tener la confesión de la paciente, utilizó ese argumento, para decir que el evento estaba allí realmente y que por solo la defensa no pudo obtener la confesión. Si la paciente hubiera aceptado que todo sucedió, el diagnóstico de paranoia hubiera sido claro. No obstante, al no tener la confesión, llamativamente, el diagnóstico era igual de claro. Sin importar que dijera la paicente, era paranoía lo que sufría porque es lo primero que Freud puso en la mesa. Luego todo comfirmaría la paranoía, ya que lo dijera o no. Todo lo confirmaría incluso la ausencia de pruebas o hasta pruebas que lo contradijeran. Nada podría refutar el diagnóstico. La teoría antes que el paciente. Es claro que Freud escuchaba atentamente y era comprensivo con sus pacientes. :-/

  • 1. El resaltado es del original.
  • 2. "Manuscrito H" - Sigmund Freud: Obras Completas (Traducción de Lopez-Ballesteros) - 1996 - Biblioteca Nueva pp. 3509
  • 3. Valga el termino en este blog. :-)
  • 4. Sigmund Freud: Cartas a Wilhelm Fliess - Edición bajo la dirección de Jeffrey M. Masson - Traducción de José Luis Etcheverry - 1986 - Amorrortu Editores - pp. 108
  • 5. Nota (23/10/2025): Hay que considerar el efecto del sexo en la histeria. no es tema menor que podría generar tensiones o ansiedades llevando a alucinaciones o fantasias como en el caso de Dora donde ella acusaba 'falsamente' al señor K de insnuasiones que no eran más que una fantasia de ella.
  • 6. "Manuscrito H" - Sigmund Freud: Obras Completas (Traducción de Lopez-Ballesteros) - 1996 - Biblioteca Nueva pp. 3509
  • 7. Las cursivas son mías.
  • 8. Op. Cit pp. 3509
  • 9. ¡Dios nos libre de desconfiar de las palabras del maestro en la Facultad de Psicoanálisis!
  • 10. El resaltado es del original.
  • 11. Op. Cit. pp. 3509
  • 12. Idem.
  • 13. Nota al pie del texto : "Técnica intermedia entre la hipnosis y la asociación libre [...]"
  • 14. Las cursivas son mías.
  • 15. Op. Cit. pp. 3509
  • 16. El resaltado es del original.
  • 17. Op. Cit. pp. 3510

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