Cuando me pongo a pensar sobre las soluciones que el mismo Freud da para sus casos, lo veo como un pésimo analista y falto de profundidad con su propia teoría. Creo el mismo psicoanálisis y es bastante mediocre con él. Sus interpretaciones son sesgadas y poco profundas, dejando pasar infinidad de detalles e problemas. Incluso parece obviar completamente su propia teoría en ciertos casos. Uno de estos casos es el análisis de Anna, su propia hija. Este análisis es conocido como un análisis incestuoso, donde uno de los miembros de la familia analiza a uno de sus hijos. Esta es claramente una situación problemática y altamente desaconsejable para un análisis. Esto es obvio teniendo en cuenta que el Edipo, según la teoría psicoanalítica, se revive durante el análisis en la persona del analista. Veamos como, al parecer, Freud no pudo deducir los problemas e implicaciones que su teoría tiene para el análisis de su propia hija, o simplemente las ignoro.
Hace poco me involucre en una discusión sobre este análisis, y fue interesante ver como algunos de los seguidores del diván1. Mi posición en este debate fue que Freud cometió un abuso contra su propia hija al someterla a un análisis tan brutal, donde su propio padre era el analista y médico. Anna Freud se encontraba indefensa contra una autoridad triple, como la que encaraba su propio padre. La oposición en este debate sugería que había varias buenas razones para este análisis incestuoso. Veamos también esta posición que este análisis fue un abuso de parte de Freud par a su hija, y veamos también los argumentos en contra de esto.
Motivos para el análisis
Freud sometió a su propia hija a un análisis psicoanalítico en dos momentos diferentes. El análisis se inicio en 1918, a los 23 años de Anna, con una frecuencia de 6 horas semanales y se vio interrumpido en 1922. El análisis se retomo en 1924 y continuo hasta Septiembre de 1929.2 Uno de los primeros argumentos a favor de este análisis es que este fue, en realidad, un análisis didáctico. Esto es un análisis donde el analista no tiene a un paciente en el diván, si no que tiene a un discípulo que sera futuro analista. El analista intenta mostrar el psicoanálisis, teoría y practica, sobre el mismo discípulo. Trata que experimente un análisis en carne propia3. Su finalidad, valga la redundancia, es la didáctica del psicoanálisis. Así que el análisis no conllevaría ningún problema si su finalidad fuera solo pedagógica. Incluso siendo Freud el mismo analista hace a esta situación de análisis didáctico, no criticable, si no preferible, puesto que resultaba ser, en aquel momento, la fuente primaria y mejor preparada del psicoanálisis. En palabras de Freud:
[...] Todavía hoy, no siendo ya el único psicoanalista, me creo con derecho a sostener que nadie puede saber mejor que yo lo que es el psicoanálisis, en qué se diferencia de los demás procesos de investigación psíquica y qué es lo que puede acogerse bajo su nombre o debe ser excluido de él.4
El problema con el análisis de Anna Freud surge que no fue un simple didáctico, si no mas bien, un análisis que buscaba curarla de ciertas fantasías y sueños5:
Su baja estima la había conducido desde hacía años a una huida en la fantasía. Anna se contaba a sí misma "historias bonitas", prolongaba ensueños complicados que primero acompañaron y luego sustituyeron su placer masturbatorio. Estas historias bonitas en las que solía desempeñar un rol masculino heroico y abnegado la dejaban agotada y sintiéndose "dumm", incapaz de trabajar ni de tomar decisiones. [...] Tenía sueños repetidos y violentos en los que perdía la vista, "sobre disparar, matar o morir" [...] La lucha por defender o servir a la figura paterna y el no conseguirlo era un tema recurrente. 6
Bajo la lupa del psicoanálisis, estos sueños no son más que expresiones de fantasías masoquistas que se terminaron plasmando en dos escritos clínicos. Uno de estos fue redactado por la misma Anna7 y el otro, escrito por Freud, es el relativamente bien conocido Pegan a un niño (1919), redactado al año del iniciado el primer análisis de Anna. Aquí es, donde creo yo, se puede ver con claridad el carácter clínico de este análisis, al ver que Freud usa el caso de su hija como un ejemplo clínico y no como ejemplo de análisis didáctico. Si este fue un análisis didáctico lo habrá sido con posterioridad, ya que se inicio como un claro análisis clínico.
Complicaciones teóricas y practicas del análisis incestuoso.
Los aspectos teóricos y prácticos del asunto son bastante sencillos y claros. El motor del análisis, según Freud, es la transferencia. El analizante, durante el análisis, revive sus traumas, fantasías y deseos, de forma inconsciente, y lo hace gracias a la figura del analista, que usa como vehículo para expresarlos. Este asume, durante el análisis, diversos roles como el de madre, o padre, los cuales el analizante le va otorgando. Asumiendo el analista estos roles le permite al analizante revivir esos deseos, fantasías, incluso los sentimientos con respecto a las personas que asumieron estos roles en la vida del mismo analizante. La mujer, por ejemplo, puede revivir las rivalidades con su madre o las pasiones con respecto a su padre, gracias a que el analista asume, según corresponda, el papel de madre o el de padre que le otorga inconscientemente la misma analizante.
El complejo de Edipo es prácticamente el origen de todo para el psicoanálisis freudiano. Es su piedra angular. Muestra de ello es el escrito de Dora publicado unos 14 años antes de iniciado el análisis de Anna Freud. Desde el lado de la mujer, superar el complejo de Edipo consiste en superar la rivalidad con la madre y abandonar el deseo por el padre. El hombre vive el Edipo en forma inversa a la mujer. Este desea a su madre y quiere la exclusividad sobre ella, y por ello ve al padre como un rival. La mujer desea al padre y rivaliza con la madre por él.
La mujer debe superar el complejo de Edipo para poder acceder a relaciones sexuales satisfactorias y sanas; debe superar las fantasías inconscientes que tenga con su padre, y para hacerlo deberá revivirlas y enfrentarlas en análisis. Este, según el psicoanálisis, es un lugar seguro y controlado para hacerlo. Dentro del análisis, la mujer puede revivir estos deseos sexuales por su propio padre en un ambiente seguro y controlado para ello. El analista puede asumir el rol de padre y revivir con la analizante estos deseos, sin que la mujer debe preocuparse por la mirada condenatoria que implicaría revivirlos con el propio padre. Aquí estamos hablando, claro esta, de la prohibición del incesto, elemento capital para el psicoanálisis. La mujer debe reprimir los deseos por su padre debido al la prohibición del incesto. No puede expresar estos deseos y debe reprimirlos, ante la condena que pesa sobre ellos. Pero el psicoanálisis requiere que esto sean reflotados, explorados, analizados y enfrentados si se desea superarlos, y para ellos deberá revivirlos en la figura del analista.
Una mirada pragmática
En este punto nos encontramos con un primer obstáculo para el análisis. La mujer se retendrá de expresar estos deseos y más de aceptarlos abiertamente, debido a la prohibición del incesto. Obviamente, estos deseos son condenados socialmente y moralmente, por lo que, obviamente, será difícil, para cualquiera, expresarlos abiertamente, incluso en un claustro psicoanalítico. Por lo que el analista tendrá que lograr una ambiente ajeno a la critica, deberá lograr la confianza de su analizante, para facilitarle la expresión de estos deseos prohibidos y culposos. En un ambiente sin critica y confiable la mujer podrá expresarlos, sin temor a represalias o condenaciones de cualquier tipo. Logrado esto, el análisis podrá seguir adelante para lograr la curación o mejora, o simplemente hacer avanzar el análisis. Un problema grave surge si el analista es a su ves el padre real de la mujer analizante, como es en el caso del análisis de Anna Freud. Ya siendo el analista alguien desconocido y ajeno a la vida del analizante, es fácil imaginar que siendo el mismo padre el analista esto se dificulta de sobre manera. Entonces, ¿como hace una hija para expresar deseos que son prohibidos socialmente, incluso moralmente, al mismo padre que es destino de esos deseos?
Es algo ingenuo asumir que cualquier relación padre-hija esta exenta de problemas y escollos. Es ingenuo pensar que no existirán entre ambos ciertos sentimientos hostiles, o "pecaminosos", si se permite el termino aquí para expresar pensamientos condenatorios. En general, estos deseos, o sentimientos, son acallados pronto ya que no son mas que sucesos azarosos y sin gran importancia en la vida sentimental de una hija o de un padre. Por ejemplo, aparecen infinidad de veces odios en la relación padre-hija que son odios pasajeros y sin gran importancia, y que muchas veces con una charla amistosa son resueltos y desaparecen con facilidad, mostrando el carácter de una cólera pasajera sin importancia nacido del calor del momento. Pero en análisis estos sentimientos pasajeros son sobre-evaluados bajo la asociación libre. En análisis, el analizante debe decir todo los que tiene en mente, no importa lo insignificante, ridículo, o falto de relevancia, pueda ser o parecer para él. Todo es importante en la asociación libre, por lo que estos sentimientos espurios de odio, amor, o deseo, son magnificados y sobrevalorados. Nada es aleatorio para el psicoanálisis y todo tiene importancia. Incluso un estornudo inoportuno puede ser tomado como signo de una resistencia y símbolo de una verdad oculta e importante.
Bajo este escenario, es fácil ver uno de los problemas de esta situación de análisis incestuoso. Anna, como hija y analizante, se encuentra en una encrucijada. Sigmund Freud bajo la figura del analista le pide a su propia hija que le exprese infinidad de sentimientos hostiles, amorosos e incestuosos, sin importar lo insignificantes que parezcan. Pero Sigmund también es el padre de Anna y eso solo lo dificulta. Resulta muy tonto recomendar a un padre y a su hija que se expresen todo sin callar nada por mas ridículo o insignificante que sea, como debe hacerse en análisis. Es recomendable la honestidad y la apertura entre padre e hija, pero no es lo que se pide en un análisis. Se pide más. Se pide honestidad total y brutal. Todo debe ser expresado. Cientos de ideas son descartadas en la vida anímica interna de las personas, como dije, por estúpidas, sin sentido, o faltas de valor; pero en análisis estas ideas son sobrevaloradas, nunca son dejadas de lado. No le esta permitido al analizante ser critico en esto. No expresar un deseo, o sentimiento, es signo de resistencia, e incluso lo es el negar que se los tiene.
No hace falta ser un maestro en psicología para ver que no es una muy buena idea esto. Muchas ideas se formulan y expresan en momentos anímicos fuertes, como pasa bajo la furia. Nadie dice a otros todo lo que pasa por la cabeza de uno, en todo momento y sin poner limite para lo que dice; y menos lo hace sin importarse en las consecuencias de lo que se diga. En análisis esta ideas insignificantes y sin valor son sobrevaloradas y deben ser dichas sin miramientos. Tal tipo de "honestidad brutal" es contraproducente en extremo si es tomada como regla para la vida cotidiana. Algunos pueden pensar en que esto es un ideal, difícil, pero que se debe tender a esto. Nada menos recomendable. Si tal honestidad total y completa se efectúa en una relación padre-hija, o en cualquier tipo de relación, es claro la infinidad de problemas que lleva a la relación; y es claro que llevara a una tensión y desgaste que la afectara en gran medida. Lo que es más ingenuo pensar aquí es que lo dicho en un análisis padre-hija como el de Anna no haya salido del cuarto de consulta psicoanalítica de Freud. Ambos bajos el mismo techo8 y Anna compartiendo su completa intimidad con su padre, el cual no creo que haya dejado el rol de analista y médico con su propia familia, debe haber traído algún roce; asumiendo que Anna no se haya doblegado por completo a la autoridad del Freud padre, analista y médico.
Además, por más sana, abierta y honesta que sea una relación padre-hija, siempre habrá elementos que se mantendrán ocultos; y esto resulta esperable y deseable. Estos elementos son parte de la vida anímica intima de uno. Estos elementos son los que conforman los sentimientos íntimos y privados de cada uno; y el expresarlos sin miramientos es exponer la intimidad de uno y dejarla a merced de otro. La presión entre acceder al pedido del analista, su propio padre, y de poder mantener su vida anímica intima debe haber estado presente en el análisis de Anna Freud.
Difícilmente podremos saber de todos los avatares y problemas que habrán surgido en el análisis de Anna Freud. Poco importan a este análisis que estoy llevando aquí. Solo quiero explorar la problemas y peligros teóricos y prácticos que Freud que tuvo, y que debió considerar antes de analizar a su propia hija. Esto nos indicara que ignoro, o no pudo deducir apropiadamente, de su propia teoría, siendo o inepto, negligente o un completo confiado asumiendo cierta infalibilidad de su parte.
Una mirada psicoanalítica
La mirada psicoanalítica no es muy diferente a la anterior. Se basa prácticamente en los mismo puntos, solo que son vistos desde la óptica del psicoanálisis. Aquí podremos ver más directamente la relación de Freud con su propia teoría. Si la analizante llega a desarrollar la suficiente confianza y comienza a hablar sobre sus deseos con total libertad llegamos a un segundo obstáculo. El analista le pide a la mujer analizante que exprese todos su deseos internos abiertamente, sin limitarlos de ninguna manera. Uno de los principales deseos internos que buscara el analista sacar a flote serán los deseos incestuosos del Edipo. Como dije, el analista tratara de formar un buen vinculo con la analizante para darle lugar a la libre expresión de esos deseos. La finalidad de estos es revivirlos, traerlos a flote, así enfrentarlos, y superarlos a través de la figura del analista. Pero si el analista y el padre real se encuentran en la misma persona todos esto no resulta si no en una trama en la que la analizante puede caer con facilidad.
Confundidas las figuras del padre y el analista, la mujer revive esos deseos incestuosos con su propio padre. Si el analista es alguien ajeno y extraño los deseos incestuoso no reportarían un placer muy grande, ya que el analista es un subrogado del verdadero padre, no es el verdadero destinatario de esos deseos. Pero en nuestro caso el analista es a la vez el padre por lo que estos deseos son revividos con el mismo padre, lo que le ofrece a la analizante un placer claramente edípico. La mujer puede encontrar un gran placer en el análisis al poder experimentar sus propios deseos incestuosos en un ambiente seguro sin cuestionamiento, critica o castigo alguno. El análisis se convierte así en el terreno propicio para que la analizante quede estancada en los deseos sexuales por su padre y nunca avance más allá de este punto. Claramente esto es en contra de los objetivos del mismo análisis. El análisis se convierte así en una nueva trama edípica. La mujer fácilmente puede quedar atrapada en una análisis sin fin, ya que encuentra un lugar donde puede obtener una satisfacción a esos deseos edípicos que tuvo que reprimir en su infancia, y volver a experimentarlos sin culpa con su propio padre. hora ella puede desarrollarlos y, finalmente, puede obtener de su padre la satisfacción que le fue negada de pequeña. Ella puede satisfacer sin preocupaciones estos deseos. Además, el Edipo originario es revivido y reforzado por la nueva situación edípica del análisis incestuoso. La nueva situación incestuoso y el Edipo originario se alimentan entre sí. El Edipo originario es revivido en la nueva situación edípica del análisis incestuoso, y este encuentra bases fuertes para desarrollarse en el entramado edípico originario.
Por el lado del analista se produce algo semejante. en el análisis de Anna, Freud asume dos roles diferentes. Por un lado es el analista y por el otro es el padre. Siendo analista, incita a que su hija diga todo lo que le viene a la mente. Al aceptar los deseos edípicos de su hija esta aceptan, apelando a su rol de padre real de Anna. Este permitiendo que el Edipo crezca y se desarrolle. Recordemos aquí las tendencias incestuoso que Freud descubre sobre si mismo en un sueño, o más bien evita asumir con una lógica algo tramposa. Freud debió reconocer sobre si mismo los problemas de la contra-transferencia. El analizante proyecta sobre la figura del analista sus deseos inconscientes, pero el analista no queda pasivo ante esto. Según Freud mismo, los analistas llegan a desarrollar una transferencia con su analizante proyectando sus propios deseos sobre el analizante. La contra-transferencia viene a resultar la contrapartida de la transferencia del analizante sobre el analista. Si aquel sueña muestra algo es que los deseos incestuosos fácilmente podían salir a flote. Esto pone al mismo Freud en posibilidad idéntica a a la de su hija de disfrutar de esos deseos incestuoso sin culpa, o restricción, alguna. en el caso de Freud, este podía caer en la misma trampa edípica que la analizante, os ea si hija, podía caer. ambos podían caer en una circulo vicioso edípico en donde ambos alimentaran y fomentaran el Edipo del otro. Todo esto debería haber puesto en alerta al mismo Freud sobre los problemas potenciales para ambos.
¿Falta de analistas? ¿Practica común?
En este punto, la alternativa parece sencilla. Freud debería haber dejado que otro analista actuara en su lugar. Unos de los argumentos que se podríamos escuchar aquí es que no había analistas en aquella época, más específicamente que no había analistas los suficientemente buenos o entrenados para encargarse de la tarea. Sin embargo, tenemos la cita anterior de Freud que nos brinda el contra-argumento:
[...] Todavía hoy, no siendo ya el único psicoanalista, me creo con derecho a sostener que nadie puede saber mejor que yo lo que es el psicoanálisis ... 9.
Aparentemente, el analizar miembros de la familia era algo común en aquella época. Bien esto puedo ser por la escasez de psicoanalistas, pero unos 8 años antes de comenzar el análisis de su hija, Freud reconoce la existencia de varios psicoanalistas. Reconoce que no es el único con idoneidad suficiente para llevar a cabo un análisis, aunque se arroga para si ser el que tiene el mayor conocimiento en la materia. Como ya planteábamos antes, de ser ajeno a la familia Freud hubiera sido la mejor elección para analizar a Anna. Pero su condición de ser el mismo padre, hace que, al contrario, sea la ultima elección a considerar. Si no hubiera analistas capaces, o simplemente analistas disponibles, quizás hubiera sido un argumento fuerte para sostener el análisis Freud-Freud. Pero el caso fue el contrario. Aquí cabe preguntar ¿por que Freud no eligió a uno de sus colegas para llevar a cabo el análisis de Anna? ¿Por que no tomar a un colega de confianza para el análisis y hacer un supervisión del análisis?
Un argumento que también puede aparecer es la ignorancia de Freud sobre los problemas del análisis incestuoso. Inicialmente, quizás este tipo de análisis se haya visto como un análisis sin problemas, o con problemas mínimos fácilmente resolubles. El ocultamiento posterior de este análisis parece indicar que esta visión inicial sin problemas del asunto cambio. Sin embargo, es sumamente curioso que el mismo Freud, no pudiera deducir, o simplemente ignoro, que el análisis incestuoso tuviera tales problemas teóricos y prácticos. Otro de los motivos con que me tope, a favor del análisis incestuoso, fue que Freud habría tomado el caso de su hija por miedo a que las intimidades de esta fueran usadas ande uno vaya a saber con que motivos10 Ciertamente, un pobre argumento. Hoy en día, cualquier persona podría esgrimir este argumento sobre cualquier analista, dejando como única opción el elegir un analista dentro de la familia cercana de uno. O sea, que todos los análisis deberían ser incestuosos. En si, este argumento es solo una muestra de la paranoia freudiana frente a la criticas, las cuales siempre trato como resistencias. Dicho de otro modo, neuróticos que no puede aceptar la verdad del psicoanálisis11 si tal temor era cierto, bien pudo salvarse eligiendo un analista de confianza de Freud en sus colegas/discípulos y supervisar cercanamente el caso. Personalmente no creo que este temor haya sido la razón principal para hacer un análisis incestuoso.
A modo de conclusión
Una de las características principales de Freud que uno puede notar es su completa y total confianza en si mismo, rayana en la testarudez completa. Es conocido el trato que le dio a aquellos disidentes de su teoría. El ejemplo paradigmático de esto fue el mismo Jung, que en un momento el mismo Freud lo veía como el sucesor de su imperio psicoanalítico y en otro posterior, cuando Jung muestra su disidencia, lo ve como un traidor e incluso no duda de achacarle problemas neuróticos. Bien, el iniciar el análisis de su propia hija, quizás se debió a esta carácter de total confianza, que se traduce en la creencia de no errar nunca y/o de poder resolver cualquier problema que aparezca. Pudo también haber considerarse superior, como se consideraba superior al resto de los analistas de la época, y pensar que las contra-transferencias no lo afectarían. Bien pudo considerar todos estos problemas y despreciarlos negligentemente. O quizás no haya percibido ningún problema en este análisis incestuoso. Quizás no pudo deducir los efectos y problemas del análisis incestuosos. O sea, no pudo concluir a partir de la misma teoría inventada por él. Lo que digo, es que de ser cierta esta opción, fue inepto en su propio terreno. Sea cual sea la opción, es claro que hubo negligencia y desdén frente a su propia hija el analizarla de esta manera.
- 1. Divanistas. En honor a cocodrimpi que fue banneado de forma autoritaria en los foros de la Facultad de Psicoanálisis
- 2. David J. Lynn, M.D., & George E. Vaillant, M.D., Anonymity, Neutrality, and Confidentiality in the Actual Methods of Sigmund Freud: A Review of 43 Cases, 1907–1939 - American Journal of Psychiatry. 1998 Feb; 155(2) -p.168-169
- 3. Es interesante marcar esto. El psicoanálisis al parecer no puede ser transmitido de forma sistemática. Parece no poder transmitirse como un conocimiento estructurado, solo puede ser experimentado. Esto parece ser algo fascinante. Pero no es mas que un argumento de cierta mística que evita un aprendizaje real, y da la ilusión ser conocimiento real. Dicho de otra forma, el tener una psicosis, por decir algo, no da el conocimiento al médico para curar una psicosis. Debe tener un conocimiento cabal de la psicosis. su propia experiencia con su propia psicosis no es conocer una psicosis para poder tratarla. Así el psicoanálisis solo sería una experiencia que difícilmente puede ser comprobada por el maestro analista si fue bien aprendida por el discípulo. Además, esto según el mismo psicoanálisis, seria imposible de verificar, ya que su experiencia es única y singular y no puede ser puesta o sujeta a los parámetros del maestro analista.
- 4. Sigmund Freud, Historia del Movimiento Psicoanalítico (1914) - Obras Completas (traducción Ballesteros) - Biblioteca Nueva - p.1895
- 5. Para el psicoanálisis los sueños son expresiones de fantasías y deseos inconscientes, por lo cual llegan a ser casi términos equivalentes.
- 6. Lisa Appignanesi & John Forrester Las mujeres de Freud - Editorial Planeta - 1996 - p.307
- 7. Las fantasías de flagelación y las ensoñaciones (1922)
- 8. Incluso el consultorio estaba bajo el mismo techo.
- 9. Sigmund Freud, Historia del Movimiento Psicoanalítico (1914) - Obras Completas (traducción Ballesteros) - Biblioteca Nueva - p.1895
- 10. Esto puede ser lo que haya acrecentado los rumores de homosexualidad de Anna, y de ser comprobada esta homosexualidad deberíamos considerar la posición de Freud con respecto a ella al no querer que otro analista la tome bajo su cuidado.
- 11. Por ejemplo, homosexuales reprimidos que temen que el Psicoanálisis devele esa verdad sobre ellos, por lo que prefieren atacar al Psicoanálisis en ves de aceptar su homosexualidad latente.
Comentarios
Análisis incestuoso
Qué tal Claudio. Antes que nada, me parece un abordaje interesante el que realizas, y por éllo, hay cuestiones que me gustaría comentar. Primero; considero que tu preocupación por la duplicación de Anna y de Freud (hija-analizada y padre-analista respectivamente) es exagerada, ya que algo que contiene y ubica estas posisciones (en cualquier análisis) es el encuadre (consultorio, frecuencia y horario de las sesiones, honorarios, etc. -y aquí aprovecho para solicitarte que me indiques en dónde puedo encontrar información referente al análisis de Anna con Freud, te lo agradeceré bastante-), por lo cual, lo que dentro de la sesión analítica acontece (la asociación libre por ejemplo) no es trasladable a la vida cotidiana (y por supuesto, ningún analista lo pretende). Después, y esto tiene más que ver con la técnica en general que con este caso específico, ofreces dos explicaciones diferentes sobre la asociación libre: a veces dices "el analista le pide a la mujer analizante que exprese todos su deseos internos abiertamente, sin limitarlos de ninguna manera", y después "siendo analista, incita a que su hija diga todo lo que le viene a la mente". Son explicaciones muy diferentes y me parece que la segunda es la más acertada. El analista no puede pedir a su analizado que exprese sus deseos internos porque éste no los conoce. Si los conociera no tendría sentido esta terapia, y si le hiciera la solicitud que comentas, el tono de la terapia sería directiva, y nada hay más ajeno a la asociación libre que el trabajo directivo en terapia. Si partimos de la segunda explicación que das (que como ya dije me parece más apegada a lo que Freud plantea), el analista no es más que un escucha que intenta encontrar el sentido a aquéllo que aparentemente no lo tiene en el discurso de su analizado (de ahí la importancia de que no censure las "estupideces" que se le ocurren). Por otro lado, tomando a Lacan, sabemos que ni aún diciéndolo todo (lo que viene a la mente) lo decimos todo. Siempre hay una parte que no puede ser representada con palabras (de ahí lo complicado del trato con lo inconsciente), así que no tienes por qué preocuparte; el silencio que alegas como saludable (y en lo cual coincido contigo ciegamente) entre un padre y su hija, con respecto a ciertos asuntos, siempre prevalece, incluso aunque el padre sea (su) psicoanalista. Sí es digno de escrutinio, por otro lado, el motivo por el que Freud decidió analizar a su hija; pero siendo justos, habrá que contextualizar este evento diciendo que, en aquélla época, era una práctica común analizarse con personas cercanas: los discípulos de Freud se analizaron con él e incluso entre ellos. Después de eso, Freud entiende que hay que establecer algunas indicaciones a este respecto (a las que él llama "consejos" y no reglas porque no pretendía que fueran decretos sino propuestas). Tienes razón en que en la práctica Freud no se mostraba tan ortodoxo como en sus textos; pero es más bien porque él nunca pensó al psicoanálisis como una ciencia acabada, sino en vías de un desarrollo que ni él mismo alcanzaría a observar.
Como conclusión podría decir, tomándome la licencia para emplear tu interesante concepto, que, a nivel psíquico, todo análisis es incestuoso; de ahí que la riqueza del análisis de Anna con su padre no radique en su escándalo, sino en la posibilidad técnica del tratamiento de los cercanos.
Un saludo.
Me has entendido mal ... muy mal
Qué tal Claudio. Antes que nada, me parece un abordaje interesante el que realizas, y por ello, hay cuestiones que me gustaría comentar.
No se por que pero tengo la sensación que me leen como una critica desde el psicoanálisis hacia el psicoanálisis. Lo digo por que veo ciertas cuestiones técnicas sobre el psicoanálisis que marcas, cuando realmente lo que cuestiono no son estos detalles si no la existencia misma del psicoanálisis en este blog. por ejemplo lo veo en tu primer punto.
Primero; considero que tu preocupación por la duplicación de Anna y de Freud (hija-analizada y padre-analista respectivamente) es exagerada, ya que algo que contiene y ubica estas posiciones (en cualquier análisis) es el encuadre (consultorio, frecuencia y horario de las sesiones, honorarios, etc.
El ignorar de que Freud sea el analista y a su vez el padre, es ignorar la posición de indefensión de Anna frente a él. No me refiero aquí al psicoanálisis en si mismo, no me refiero a su técnica, si no al peso de la doble autoridad que debe soportar Anna. Este análisis no puede pensarse como en un posición de simetría entre ambos, una especie de igualdad entre ambos. No se puede pensar que Anna era por completo libre de discutir con su padre o de abandonar la terapia si estaba en desacuerdo con ella.
Aunque esta asimetría esta en la búsqueda de cualquier profesional, sea psicoanalista o no, e incluso no sea del campo psi. El profesional, de cualquier campo, se erige con cierta autoridad sobre al sujeto que tiene a cargo. Esto surge por que el profesional tiene un conocimiento que el sujeto no tiene. El analista también tiene esta autoridad sobre el analizante, y esta es difícil de rebatir o discutir por el analizante. Se lo busca por ayudar al psicoanalista y uno debe dar un cierto sometimiento de su parte al criterio del mismo. ¿Quien podría discutir con un profesional del cual supuestamente se presupone que sabe más que uno? ¿Acaso no es por ello que uno lo busca? Esta autoridad puede ser, en casos fuente de abuso, si no es correctamente manejada y reconocida por el profesional. Así el paciente se somete, en cierta medida, al profesional de turno, y a veces este sometimiento puede llegar a ser excesivo, llegando a la situación de abuso.
Además de esta desventaja inherente a toda relación profesional-paciente, Anna Freud sufre una segunda autoridad que la somete. El analista es el mismo padre. Cualquier atisbo de negación por parte de Anna a la figura del analista, bien puede ser sofocada por la figura del padre. Anna no puede negar al analista, no puede contradecirlo, ya que esta negando en el proceso a la autoridad de su propio padre. Esto juega como un fuerte elemento disuasorio, incluso diría convencimiento. Freud al ser el mismo padre de Anna bien la conoce y bien sabrá como convencerla, o como amenazarla. Además de que Anna estaba viviendo bajo el techo del mismo Freud. Freud era su proveedor. Era el proveedor de la casa. Las mujeres estaban destinadas a casarse, y siendo Anna la ultima solo le quedaba el cuidar a sus padres. su sumisión a los designios paternas se puede suponer como muy fuerte. Muchos factores están presentes ahí para disculparlos en el análisis incestuoso.
Anna esta en completa desventaja con Freud el análisis. Esta a merced de su psicoanalista, y a su vez padre. No hay lugar de alejamiento para Anna. Inmediatamente terminado el análisis Anna debía seguir viviendo con su analista, bajo su mirada atenta y vigilante. Debía comer en la misma mesa que su analista, y este analista era el que pagaba sus gastos. Aun admitiendo, inocentemente, que Freud que luego de la terapia dejara la figura de analista colgada en el diván, debemos imaginar el cuidado con el que debería haberse cundido Anna a andarse por la casa.
Esta, de seguro, es una situación coercitiva en extremo.
-y aquí aprovecho para solicitarte que me indiques en dónde puedo encontrar información referente al análisis de Anna con Freud, te lo agradeceré bastante-),
En las notas al pie puedes encontrar algunas. Una fuente no citada es el libro de Elisabeth Young-Brueh Anna Freud. Lamentablemente, como el análisis de Anna fue ocultado, no tenemos mucho material, si no más que declaraciones de testigos muy posteriores. Lo que ha sucedido allí aun se mantiene en la especulaciones deductivas.
por lo cual, lo que dentro de la sesión analítica acontece (la asociación libre por ejemplo) no es trasladable a la vida cotidiana (y por supuesto, ningún analista lo pretende).
Esto es lo que tiene el psicoanálisis. Depende del psicoanalista de turno.
Tenemos por un lado a Freud el cual nunca tuvo reparos en psicoanalizar cualquier cosa o persona por fuera del consultorio. Incluso psicoanalizar a personas famosos, vivas o muertas, sin siquiera verlas en persona, o hacer una buena investigación sobre ellas. Yo en la Facultad de Psicoanálisis he visto que se mantiene la posición que "una interpretación fuera del consultorio es agresión". No indica esto que no sea transladable, solo que en el consultorio es un ambiente que hace soportable mejor las interpretaciones. De nuevo, no que no se puedan hacer, si no que son muy fuertes si no son contenidas apropiadamente. No es una imposibilidad teórica, si no una cuestión de ética, para el psicoanálisis.
¿Esto se puede entender que el Psicoanálisis no tiene efectos más allá del diván? si es así, ¿por que ir a un diván si no hay efectos más allá de él?
Después, y esto tiene más que ver con la técnica en general que con este caso específico, ofreces dos explicaciones diferentes sobre la asociación libre: a veces dices "el analista le pide a la mujer analizante que exprese todos su deseos internos abiertamente, sin limitarlos de ninguna manera", y después "siendo analista, incita a que su hija diga todo lo que le viene a la mente". Son explicaciones muy diferentes y me parece que la segunda es la más acertada.
Mi error. En ves de deseos internos debería haber dicho pensamientos. Pero en el caso de Anna, y en todos los casos, se terminan hablando de deseos sexuales, y mucho más en el caos de Anna, por lo que no afecta mucho a lo que apunto ahí. No creo que Freud, al ser su padre, desconociera las intimidades de Anna. Por lo que puede pensarse que lo que Freud requería de Anna eran sus mas oscuros deseos secretos, como mencione en el texto. Imaginemos a una mujer interrogada por su propio padre sobre temáticas sexuales. Imaginemos a una mujer interrogada seis veces a la semana sobre sus deseos.
El analista no puede pedir a su analizado que exprese sus deseos internos porque éste no los conoce. Si los conociera no tendría sentido esta terapia, y si le hiciera la solicitud que comentas, el tono de la terapia sería directiva, y nada hay más ajeno a la asociación libre que el trabajo directivo en terapia.
Y sin embargo, supone que todos tiene Complejo de Edipo, aunque el mismo paciente no lo sepa.
La asociación libre no es libre en absoluto. EL psicoanalista la dirige. Bien él puede cortarla cuando siente algo de relevancia, o incitar a continuarla cuando no esta satisfecho. El analista puede hacer hincapié en algo particular de la asociación. ("Menciono a su madre, hábleme de ella" ). Si el paciente se queda callado en un punto, bien el analista puede asumir que es una resistencia a decir algo que lo incomoda, consciente o inconscientemente, y lo incita a seguir para vencer esa resistencia. Difícilmente el analista esta escuchando pasivamente. Se puede ver como el mismo Freud ilustra esto al dirigir las asociaciones libres de los pacientes. El caso "Aliquis" es un buen ejemplo de como el analista, incita a proseguir, pide aclaraciones de ciertos tópicos e incluso introduce nociones ajenas al discurso del paciente, incluso le llama la atención sobre cierto patrón de los temas pronunciados. Y en todo caso, lo que Freud descubre no es si no un pensamiento consciente claro en el paciente.
Y a cosas como estas apunto. El desprecio de Freud por sus propias reglas, y en particular en el caso de Anna la mediocridad de sus acciones, y su arrogancia suprema y falta de confianza en sus colegas al continuar el análisis de su propia hija, cuando propia derivarla a alguien. (Solo el cáncer detuvo este análisis)
Es algo extenso para un comentario pero se puede leer al respecto a Wittgestein en su critica a la asociación libre en Conversaciones sobre Freud. Un texto fácil de conseguir. Allí de habla de varios factores que muestran que la asociación libre es condicionada, y muestra como de cualquier punto de partida, se puede alcanzar cualquier punto de llegada con la asociación libre.
Si partimos de la segunda explicación que das (que como ya dije me parece más apegada a lo que Freud plantea), el analista no es más que un escucha que intenta encontrar el sentido a aquello que aparentemente no lo tiene en el discurso de su analizado (de ahí la importancia de que no censure las "estupideces" que se le ocurren). Por otro lado, tomando a Lacan, sabemos que ni aún diciéndolo todo (lo que viene a la mente) lo decimos todo. Siempre hay una parte que no puede ser representada con palabras (de ahí lo complicado del trato con lo inconsciente), así que no tienes por qué preocuparte; el silencio que alegas como saludable (y en lo cual coincido contigo ciegamente) entre un padre y su hija, con respecto a ciertos asuntos, siempre prevalece, incluso aunque el padre sea (su) psicoanalista.
¿Debemos pensar que luego de tanto años, siendo hija de Freud oculto cosas? Me es difícil de aceptar cuando pacientes comunes, no en relaciones incestuosos, pueden incluso aceptar cualquier cosa de parte de sus analistas. Pero esto son detalles como bien dices de la técnica. Mi análisis fue para presentar la situación de este particular análisis y mostrar como en tal situación Freud ignoro todos estos factores y por cierta testarudez y arrogancia, siguió con el análisis.
Sí es digno de escrutinio, por otro lado, el motivo por el que Freud decidió analizar a su hija;
Eso se analiza en el libro de Elisabeth Young-Bruehl. El análisis no fue un didáctico como algunos creen. Ni su primer ni segunda parte, así como el posterior análisis hecho por un colega. Al parecer fue para investigar ciertas tendencias masoquistas en Anna. Si esto es cierto ¿Cabe preguntar como diablos supo Freud de esto? ¿O debemos suponer que se puso a analizar a su propia hija por deporte y encontró este masoquismo?
pero siendo justos, habrá que contextualizar este evento diciendo que, en aquélla época, era una práctica común analizarse con personas cercanas: los discípulos de Freud se analizaron con él e incluso entre ellos.
Cierto. Pero si esto fue común, bien pudo serlo por la falta de analistas. Cuando la población de psicoanalista aumento, Freud pudo pasar el caso a otro, pero no lo hizo. Mi mejor suposición aquí es la misma arrogancia de Freud al creerse el único poseedor del Psicoanálisis como cito en el texto.
Después de eso, Freud entiende que hay que establecer algunas indicaciones a este respecto (a las que él llama "consejos" y no reglas porque no pretendía que fueran decretos sino propuestas).
¿Entonces dices que es posible el autoanalisis?
Tienes razón en que en la práctica Freud no se mostraba tan ortodoxo como en sus textos;
Yo no lo llamaría poco ortodoxo, si no diría que directamente se cagaba en sus propias reglas. Y justamente este es mi punto. El análisis incestuoso es una mancha en Freud. Fue algo que no debía hacer por eso la censura. en todo caso, sigue mostrando la falta de rigurosidad del mismo Freud para su misma practica. Y tu mismo aceptas esto al decir que "no se mostraba tan ortodoxo como en sus textos". Lo que lleva a preguntar ¿por que debemos considerar con seriedad sus textos cuando el hacia lo que le venia en gana en su propia practica"? ¿Por que debemos respetar sus textos si el mismo no los respetaba?
pero es más bien porque él nunca pensó al psicoanálisis como una ciencia acabada, sino en vías de un desarrollo que ni él mismo alcanzaría a observar.
Debatible. En cierto punto es verdad, pero luego dejo de hacerlo y la considero una ciencia en pleno derecho. Claro que no podía aceptarse esas verdades que llevaba y por eso lo proscribieron, y atacaron, según su visión.
Pero de nuevo, no es el punto. Quise mostrar como el mismo Freud no respetaba sus propias reglas, y en todo caso como era bastante mediocre y osado en su propia practica.
Como conclusión podría decir, tomándome la licencia para emplear tu interesante concepto, que, a nivel psíquico, todo análisis es incestuoso; de ahí que la riqueza del análisis de Anna con su padre no radique en su escándalo, sino en la posibilidad técnica del tratamiento de los cercanos.
Exactamente por esto pienso que me lees desde un posición equivocada. Nunca quise decir que todo análisis sea incestuoso. Me interesa un comino eso. No es un desarrollo teórico psicoanalítico este, si no una muestra del ego freudiano al creer que no puede cometer errores, y termina cagandose en sus propias reglas. Por mi la practica del análisis debe terminar ya si me preguntan. El que no haya caído en un escandalo este análisis ha sido por la censura que cayo sobre él, que permitió que aflorara sutilmente, y también por la tendencia a perdonarle a Freud sus errores. Se le disculpa mucho y demasiado.
Y el que digas que de este texto se puede deducir que acepto la posibilidad de tratamiento a cercanos es lo mas alejado que se puede interpretar de él. Es una falta a la ética profesional hacer eso. No hay forma de hacerlo sin caer en situaciones de abuso como la que quise mostrar en el caso de Anna Freud. Desrecomiendo fuertemente esa practica. Me has entendido muy, pero muy, pero muy mal. Yo diría asquerosamente mal.
--- Saludos ... Claudio
Sigo entendiéndote mal
Qué tal Claudio. Disfruté tu respuesta. Me queda claro que tu análisis del tema no ha pretendido ser psicoanalítico (lo que no entendí es desde dónde hablas); sólo se me ocurrió que algunas precisiones teórico-técnicas serían útiles para brindar una óptica más completa del asunto. Cada uno concluye desde su conocimiento: tú te centras en la arrogancia de Freud y yo en le posibilidad técnica del análisis de los cercanos; tú quieres que la práctica psicoanalítica desaparezca, yo jamás aspiraría a que se imponga nunca, en ningún sitio, a nadie.
Se me ocurren algunas pregunta ociosas: ¿y si en realidad lo que motivó a Freud a no derivar el análisis de su hija a algún colega, fue la idea de que su hija merecía analizarse con el mejor?, ¿y si Freud, al notar la tendencia masoquista de Anna, tomó el caso para evitar que su hija pasara un mal rato con un analista menos experto?, ¿y si fue Anna quien solicitó a Freud (el mejor psicoanalista según ambos) que la analizara?... Según dices, nada de esto puede saberse con certeza, estamos condenados a saber sólo lo que los testigos digan; de ahí en adelante a imaginar.
Sólo quiero precisar que la conclusión referente al "análisis incestuoso" y al "escándalo" vs. "riqueza técnica" del caso de Anna Freud es mía; quizás no lo dejé claro y pareció que yo se la atribuía a tu texto.
No intentemos entendernos hombre, sólo escúchemonos; no seamos como esos psicoanalistas tiranos que imaginas.
Te envío un fuerte abrazo.
Sobre Freud y sus errores y abusos
Qué tal Claudio. Disfruté tu respuesta.
Gracias.
Me queda claro que tu análisis del tema no ha pretendido ser psicoanalítico (lo que no entendí es desde dónde hablas);
Mi posición es desde el conocimiento del Psicoanálisis. Cuanto mas lo conozco más entiendo que es un problema. Obviamente estoy en contra de su practica, y esto nace del conocimiento que tengo de él. cuanto más me he sumergido en los textos psicoanalíticos se me ha hecho más claro su carácter pseudocientífico. Me pongo a leer lo que encuentro de Psicoanálisis para poder ver la manera de pensar que lleva el Psicoanálisis, y exponerlo en el blog. En este caso, me centro en la forma de pensar particular de Freud. Y esto es parte para poder desmitificar la figura de Freud.
Veras, dentro de la Facultad de Psicoanálisis, y por lo que veo en otros lados del planeta también, se toma la figura de Freud como la de un genio intachable sin mancha y un completo humanista sin pecado alguno. Esto impide en cierto grado el poder pensar con apertura el Psicoanálisis. Hace que el tomar y cuestionar la teoría psicoanalítica se más difícil. Justamente mi enfoque critica es hacia la teoría pricipalmente, y su practica derivada. Pero la imagen idealizada (casi divinizada) de Freud impide, de buen grado, el cuestionamiento de la teoría y su misma practica por parte de sus seguidores. "¿Como tal genio puede estar equivocado?" Intento mostrar con esto parte de su arrogancia y soberbia para bajar del pedestal a Freud y poder verlo con otros ojos. Ha sido uno de tantos y ha sido tan propenso a los errores, prejuicios y defectos como cualquiera; y se ha equivocado en muchas cosas siendo el Psicoanálisis casi una colección de sus propios prejuicios y errores. Errores que se siguen perpetrando hoy en día.
sólo se me ocurrió que algunas precisiones teórico-técnicas serían útiles para brindar una óptica más completa del asunto. Cada uno concluye desde su conocimiento: tú te centras en la arrogancia de Freud y yo en le posibilidad técnica del análisis de los cercanos;
Bienvenidas sean pero como dije, es más un asunto de practica ética el caso de Anna Freud. Asunto disculpado hasta el infinito por los seguidores freudianos.
tú quieres que la práctica psicoanalítica desaparezca, yo jamás aspiraría a que se imponga nunca, en ningún sitio, a nadie.
Si la practica del Psicoanálisis estuviera exenta de peligros y daños estaría de acuerdo. Pero no lo esta. El Psicoanálisis es un error histórico y como tal debería solo estar en las paginas de historia. como error, lleva a más errores cuando se lo pone en practica y muchas veces groseros que puede llevar, en el mejor de los casos, a un desmejoramiento profundo de la vida de uno. Me viene a la mente un caso relatado por un profesor que tuve. Este decía que tenia un paciente que estaba rearmando su vida con su nueva pareja. Había llegado a su consultorio con un problema de pareja pero no la actual. O sea que el hombre llego con una pareja y ahora estaba con otra diferente. La ayuda de este psicoanalista para ayudar a la pareja fue un fracaso, pero lo mostraba como un éxito ya que esta recomponiendo su vida ahora. Su ayuda no sirvió de nada. Se separo de su mujer cuando eso fue lo primero que no quería hacer. Aun aceptando y estando de acuerdo, el Psicoanálisis sigue siendo un grave problema. No se puede basar una ayuda en una teoría ampliamente demostrada como erronea, cuando no no exenta de problemas y peligros.
Se me ocurren algunas pregunta ociosas: ¿y si en realidad lo que motivó a Freud a no derivar el análisis de su hija a algún colega, fue la idea de que su hija merecía analizarse con el mejor?
Eso lo considere en el texto y lo retomo. La situación freud-Freud no esta exenta de problema, principalmente la asimetría profunda que es la situación padre-analista. Es una situación de abuso. La pregunta seria ¿Es preferible una situación abusiva con el mejor o un buen análisis con el segundo mejor? Además, como hago notar, el considerarse a él mismo como el mejor puede ser signo de dos cosas (o amas). Aquí puede ser signo de la la arrogancia de Freud. Nadie mejor que él. O bien puede ser un argumento para acallar a la disidencia. (Si mal no me acuerdo esto de ser el mejor fue dicho para acallar la disidencia de Jung.) Si ha sido para acallar a la disidencia, entonces bien pudo pasar el caso a un colega sin problemas. si ha sido su arrogancia, pues ignora el efecto que pudo tener sobre su propia hija. Y esto creo yo por su arrogancia de pensar que él podría hacerlo sin problemas, que él solo podría solventar cualquier problema de esta situación de abuso.
¿y si Freud, al notar la tendencia masoquista de Anna, tomó el caso para evitar que su hija pasara un mal rato con un analista menos experto?
El problema no esta en los colegas si no en el mismo Freud. Este no puede conducir este análisis sin caer en una situación abusiva. Ademas, esta situación falsaria cualquier respuesta de Anna. no se puede descartar el efecto del padre tiene sobre su hija dependiente de él. Pero Freud si lo ignoro, máa bien creo que lo desprecio por suponer sin falta y error, superior a cualquier otro analista.
¿y si fue Anna quien solicitó a Freud (el mejor psicoanalista según ambos) que la analizara?
Un refran dice "Ante el vicio de pedir, existe la virtud de no dar". Freud pudo haberse negado a tal cosa y derivado a otro analista. La cuestión sigue sobre la actuación de Freud.
Según dices, nada de esto puede saberse con certeza, estamos condenados a saber sólo lo que los testigos digan; de ahí en adelante a imaginar.
Yo diría no imaginar, si no tratar de inferir posibilidades a partir de los hechos. quiero aclara que el análisis existió. no es asunto de debate ese punto. Anna Freud fue analizada por su mismo padre. Esto es un hecho reconocido por incluso los mismos divanistas. Nadie lo niega. El problema esta en que hay una situación de asimetría profunda que Freud ignoro. Se sabe que Anna siguió su análisis con otro analista cuando el cáncer de su padre lo hizo imposible. O sea que la posibilidad de derivar estaba presente. Dicho de otra forma, Freud permitió que tal situación siguiera. El tenor de lo que sucedió allí dentro es debatible , aunque algo se ha reconstruido con los historiadores. Pero los hechos que expuse son hechos, y desde allí parte mi critica.
Sólo quiero precisar que la conclusión referente al "análisis incestuoso" y al "escándalo" vs. "riqueza técnica" del caso de Anna Freud es mía; quizás no lo dejé claro y pareció que yo se la atribuía a tu texto. No intentemos entendernos hombre, sólo escúchemonos; no seamos como esos psicoanalistas tiranos que imaginas. Te envío un fuerte abrazo.
Gracias por la aclaración. Prefiero que no se deriven esas cosas de lo que escribo. Debido a lo cercano que toco la teoría freudiana para examinarla veo que seguirá pasando esto.
No creo que sean tiranos. no cuando menos los psicoanalistas. Solo planteo que Freud planteo con su hija una situación abusiva. Es un caso muy particular. No intento generalizarlo. Pero (siempre hay un pero) la practica psicoanalítica tiene medios, que muchas veces ni los mismo psicoanalistas esta conscientes de eso, de convencer de cosas a los pacientes. Por citar algo bien conocido se tiene en la practica psicoanalítica el síndrome de falsos recuerdos con bastante asiduidad. También en la misma practica de Freud se ve como este guía la asociaciones de sus pacientes, e incluso (aunque tengo que revizarlo más a fondo ) como insiste en un caso por meses con una interpretación hasta que el paciente la acepta. Hablamos del argumento de la resistencia. Se insistirá hasta que el paciente venza su resistencia y acepte lo que el psicoanalista dice. Estas cosas nunca son honestamente consideradas por los divanistas, y en parte por que se considera la paractica de Freud como intachable e inmaculada, como el modelo a seguir. De allí que hay que examinar de cerca y a fondo también la misma practica de Freud.
--- Saludos ... Claudio
el psicoanálisis es luxación
el psicoanálisis es luxación lógica y por tanto discusiones interminables gracias a la inicua asociación libre. es esoterismo y está destruyendo las relaciones sociales en toda la humanidad... lean el libro negro del psicoanálisis, y discutir con ellos no tiene sentido ya que es necesario rebajar el coeficiente para nada.
Sin embargo, es necesario debatir
Estoy de acuerdo, pero hay que debatir con ellos para exponer y poner en la luz pública la clase de movimiento dogmático que es el Psicoanálisis. No espero que un divanista cambie de opinión, pero graci a discutir con ellos se expone su pensamiento y se muestra sus errores, falacias y sus peligros.
--- Saludos ... Claudio
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