La metáfora del jardín

Debo reconocerlo. Soy un hombre de metáforas. Noto que cuando las uso la gente entiende mucho mejor lo que digo. Así que voy a profundizar en una metáfora que use hace tiempo en un comentario que indagaba por que me centro en la critica al Psicoanálisis y no en la difusión de la Psicología. ¿Por que hablar de pseudociencia, cuando se podría hablar de los beneficios y avances de la ciencia Psicología? ¿Por que un blog sobre lo despreciable del Psicoanálisis y no de algo más alentador como los avances de la Psicología? La respuesta es sencillamente que necesitamos más desmalezadores que simple cuidadores de jardines.

El jardín, el jardinero y las malezas.

Imaginemos un jardín. Más específicamente un jardín cubierto en toda su extensión por un buen pasto. Es claro que este pasto este en tan buen estado necesito de agua, sol, y, quizás no tan sea tan evidente, un buen espacio para crecer. El pasto para reproducirse y crecer necesita espacio libre. El desarrollo del pasto esta limitado al espacio disponible. No puede hacerlo en presencia de otras plantas.

Para este jardín imaginemos un jardinero, el cual solo se dedica a proveer agua y asegurar el sol suficiente al pasto, y se dedicara también a ver la salud general del pasto. Revisara asiduamente el pasto y procura tomar medidas para que no se enferme. Por ejemplo vera el pasto no sea comido por hormigas, gusanos u otras plagas. Verificara también que no crezcan hongos que puedan afectar al pasto de alguna forma. Intentara que nada afecte el crecimiento de este pasto. Este jardinero vigila y cuida al pasto para que crezca sano y fuerte. Pero solo esta preocupado por el pasto. No le interesa nada más que no provenga de él.

Ahora pensemos que una mata de maleza comienza a crecer en este jardín, pero nuestro jardinero desprecia este crecimiento. No le interesa. Solo quiere cuidar el pasto. Nada más allá del pasto capta su interés. ¿Que podrá hacer un simple mata de maleza a mi jardín sano y fuerte? se dice a si mismo. Sucede que este jardinero cree que solo necesita cuidar el pasto. Cree que si lo cuida lo suficiente el pasto crecerá sano, fuerte y que se desarrollara sin problemas por el todo el jardín. Cree que así la maleza no supondrá amenaza o problema alguno para el pasto. Lo que no comprende es que la maleza le esta quitando recursos al pasto. Parte del agua que diligentemente la da al pasto va a parar a las raíces de la maleza y esta, a su vez, toma nutrientes de la tierra que comparte con el pasto. Incluso si la maleza crece lo suficiente puede que le quite hasta el mismo sol. Todo esto dicho de otra manera la maleza la quita recursos al pasto. Recursos que nunca llegaran al pasto.

El jardinero puede creer que si es prolijo y le quita recursos a la maleza, o recibe mucho menos, esta se debilitara y terminara muriendo. Lo que no toma en cuenta este jardinero es que la maleza requiere muchísimos menos recursos que el pasto. La maleza crece mucho más rápido que el pasto usando muchos menos agua y sol, y utiliza muchos más espacio del jardín para ello. Se reproduce muy rápidamente abarcando mucho más espacio del jardín con muchos menos recursos que el pasto. Prácticamente no necesita cuidados, ya que es resistente muchos más a pestes, enfermedades, o a insectos, que la podrían afectar.

Así la maleza, gracias al descuido del jardinero, crece y le va quitando espacio y recursos al pasto, invadiendo todo el jardín con rapidez. Y, al mismo tiempo, va debilitando el pasto alrededor de ella al acaparar los recursos a los que accede. De esta forma, el pasto alrededor de la maleza se debilita y deja lugar a nuevas matas de maleza en el lugar que deja. Si la maleza no se elimina tempranamente, tomara mucho más esfuerzo eliminarla luego, y se tendrá que lamentar la perdida de buenas porciones de buen pasto. Pero existe otro problema asociado a las malezas.

Muchas de estas malezas son atrayentes y hasta fascinantes para algunos neófitos en jardinería. Alguien puede creer que una maleza en particular tiene cierta belleza, y por ende cierto valor, y decide querer conservarla para su jardín. Pero es una mala idea. Esa "hermosa" planta atraerá alimañas de varios tipos. El pasto bien cuidado difícilmente puede contener alimañas, ya que estarían a la vista del jardinero. Pero una maleza crecida es un buen escondite para alimañas peligrosas. Alimañas que pueden poner en peligro al mismo jardinero, como pequeñas serpientes, arañas o pequeños animales venenosos, o bien poner en peligro a cualquiera que este simplemente, por un momento, en este jardín. Cuanto más rápido la maleza desaparezca menos serán las probabilidades que las alimañas se encuentren en el jardín.

Pero nuestro jardinero es ingenuo y cree que solamente cuidando el pasto es más suficiente para que las malezas no representen amenaza alguna para el pasto. Cree que la maleza por si solo entonces desaparecerá frente al fuerte pasto. Pero la maleza es más fuerte que el pasto, mejor adaptada, y requiere mucho menos cuidados y recursos para crecer. Si no es detenida, tarde o temprano, la maleza tomara todo el jardín.

Por si no se comprende ...

Creo que la metáfora es obvia, pero creo que vale explicarla. Las disciplinas científicas, o ciencias, las encargadas de producir conocimientos científicos, en la metáfora están representadas por el pasto. Las ciencias requieren, igual que el pasto, de ciertos recursos para crecer, pero estos son limitados. Lo que una ciencia recibe es lo que otra ciencia no recibe. El agua y el sol son la representación de estos recursos, pero el espacio físico del jardín es, creo yo, la mejor representación de los recursos limitados asignados a las ciencias.

Esta de más decir que las malezas representan a las pseudo-ciencias. Bien se puede objetar que las pseudo-ciencias no quitan recursos a las ciencias, si no que obtienen los suyos de otras fuentes diferentes a la de las ciencias. Muchos de los presupuestos de las ciencias son manejados por los gobiernos o por capitales privados. Las pseudo-ciencias se mantienen por una clientela privada particular. En resumen, las pseudo-ciencias son practicas privadas y esto es debido a que no son reconocidas como ciencias; aunque parecen serlo, pero no lo son. Así que la metáfora no parece ser muy adecuada para las ciencias en general, pero si lo es para el caso especifico del Psicoanálisis en Argentina.

Teniendo en cuenta el Psicoanálisis en Argentina es considerado una ciencia y tiene su propia Facultad, la metáfora es adecuada pero incompleta. Empecé mostrando un jardín cubierto de pasto, pero eso no representa la situación del Psicoanálisis en Argentina. El jardín psicológico argentino esta repleto de malezas. El Psicoanálisis y sus derivados se encuentran por todos lados debido, principalmente, a que la Facultad de Psicoanálisis crea no más que psicoanalistas. Si alguien viera tal jardín no pensaría dos veces en comenzar a desmalezar. Nadie puede crear un pasto respetable en un espacio totalmente cubierto por malezas pseudo-científicas sin antes quitarlas del medio. Debe limpiarse esta espacio para que el pasto tenga los recursos suficientes para crecer.

También, no nos olvidemos de las alimañas que se ocultan en las malezas del jardín. Al ser más frondosas las malezas, al menos las que imagino para esta metáfora, son un buen lugar para que ciertos animalejos peligrosos se oculten. Al ser estas la representación de las pseudo-ciencias, las alimañas que están a sus sombras son aquellos personajes que se acurrucan en las pseudo-ciencias con el único objetivo de obtener una ganancia de las desgracias ajenas. Muchos de los pseudo-científicos creen que la pseudo-ciencia que practican ayuda de una u otra forma a las personas, pero hay muchos otros que solo las practican por el dinero que se obtiene de estas practicas1. Mantener pseudo-ciencias es mantener un lugar cálido y oscuro para que estas alimañas aparezcan. Ya el solo hecho de practicar un pseudo-ciencia implica un riesgo, con el solo imaginar la cantidad y tipos de alimañas que se ocultan en el paisaje psicológico argentino, uno puede darse cuenta de la importancia de desmalezar el jardín.

Pongamos ahora la atención por un momento sobre la Facultad de Psicoanálisis de la UBA. Allí es donde se ve con más claridad como los recursos limitados que se tiene se dirigen hacia el Psicoanálisis en detrimento de la Psicología. Los recursos puestos en la formación del profesional son puestos en el Psicoanálisis, dejando muy pocos para la enseñanza de la Psicología. Lo que esta puesto en la pseudo-ciencia es quitado de la ciencia. El desarrollo de la Psicología se encuentra obstaculizado desde el mismo inicio, desde la misma formación del profesional. Esto se traduce en un predominio del Psicoanálisis en el ámbito psicológico clínico, tanto publico como privado. En Argentina es mucho más fácil caer en un diván que en manos de un psicólogo. La población de psicólogos es tan reducida que casi cualquier pregunta sobre Psicología en Argentina es respondida por un Psicoanalista, dándole un valor al Psicoanálisis que no tiene y facilitándole la reproducción de sus ideas.

A pesar de esta imagen desastrosa que tiene el jardín psicológico de Argentina, me encuentro con algunas personas que piensan que solo se debe cuidar del poco pasto científico que queda en este jardín de malezas. Creen que este crecerá y ganara espacio a la resistente maleza si solo se lo alimenta y alienta a seguir creciendo. Pero solo tenemos un jardín completamente cubierto por una pseudo-ciencia y unos muy pocos científicos tratando de lograr algo, aunque más bien tratando de sobrevivir como tales. Incluso algunos creen que no es necesario hacer algo ya que el Psicoanálisis caerá por si solo. La superioridad numérica del Psicoanálisis hace difícil de aceptar esto ultimo, y además teniendo en cuenta que el pequeño foco de psicología en el país no ha logrado mas que permanecer en un especie de ghetto intelectual. Su el esfuerzo de divulgación científica psicológica ha logrado tan poco no parece razonable pensar que el Psicoanálisis desaparecerá por si solo, si no se hace algo. Quizás no haya logrado mucho ya que no se considero la otra parte de lo que la divulgación científica implica.

Quisiera creer que con solo cuidar el pasto la maleza no tendrá oportunidad. Otra es mi visión del problema. Si se piensa que la divulgación científica consiste en solo difundir los beneficios de la ciencia, o de sus avances, solo se esta pensando en la mitad del problema. La tarea se completa con la critica y el pensamiento escéptico. La ausencia de critica y escepticismo fuerte mantiene la situación actual de la Psicología en Argentina. Tenemos unos pocos jardineros preocupados por el estado de la ciencia y muchos menos desmalezadores. Estos pocos jardineros creen que enfocándose solamente en la Psicología el Psicoanálisis retrocederá, o que este tarde o temprano desaparecerá por si solo. La historia desmiente esto. La medicina es el mejor ejemplo, ya que la Psicología comparte su objetivo de una mejor salud. Practicas pseudo-científicas se mantiene hoy en día vivas, junto a pseudo-ciencias médicas, como la homeopatía o "medicinas alternativas" y milenarias. No importa el esfuerzo que se ha puesto en la divulgación de la medicina actual y sus beneficios, la gente aun tiene gusto por las "medicinas alternativas". Aún la gente cae en sus garras, principalmente por desconocimiento. De allí la necesidad de mostrar tal cual son estas pseudo-ciencias. No solo hay que mostrar lo que son las ciencias, si no que también hay que desenmascarar a las que pretenden serlo. Hay que mostrar sus errores, falacias y peligros que conllevan.

El jardín Psi argentino es el más necesitado de críticos y escépticos. Se necesitan desmalezadores a montones, y no solo para el Psicoanálisis. Hay muchas pseudo-ciencias, derivadas o que congenian con él y que necesitan ser evaluadas, objeto de evaluación critica y hasta necesitan ser denunciadas. Pero aun pensando que las pseudo-ciencias puedan desaparecer por entero, lamentablemente, siempre aparecerán nuevas. Esto hace que la figura del critico científico sea muy relevante e importante en la tarea de la divulgación científica. Y esto lo es aun más en el escenario psicológico argentino. La Argentina esta necesitada de críticos que pongan sus ojos en las pseudo-ciencias relativas a la Psicología. La Argentina necesita más desmalezadores.

  • 1. Hay un efecto particular en las personas que realmente creen que la pseudo-ciencia que practican ayuda realmente. Debido al poco esfuerzo que requiere ejercer una pseudo-ciencia y al alto margen de ganancias que puede acarrear, hace que el practicante de esta reconsidere dos veces antes de abandonar su estilo de vida. Hace que sea más difícil aceptar el error de ejercer algo que no solo es erróneo si no hasta peligroso.Para ver esto, solo hay que considerar el alto margen de ganancias que trae el solo escuchar a unas personas por día y que estas paguen honorarios por sesión superiores a lo que puede llegar a cobrar un profesional psicológico. El tiempo de la terapia también es un factor ha considerar en esto. Es tiempo superior, casi de por vida, hace de los analizantes en una fuente de ingresos casi constante y prolongada para el psicoanalista que hace mucho más difícil que este reconsidere su adhesión al Psicoanálisis.

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