"La ciencia sea a convertido en una nueva religión" dijo mi profesor de prácticos. No tardo mucho en mostrar la faceta seudocientífica. Les recuerdo que es psicoanalista. "Hay muchos dogmatismos, y tenemos que cuidar que al psicoanálisis no le pase" dijo también parrafraseandolo. Lo interesante es que puede como compartimentar las cosas. Puede por un lado demostrarse razonable y por el otro puede pensar de forma ... psicoanalítica. Voy a volver con algo que pregunto el profesor "Acá había gente que no le gusta el psicoanálisis". Yo levante tímidamente la mano, y nadie parece haberse percatado de mi mano levantada. No se porque todavía soy tan tímido para esto. Quizás el que la deba apañar sólito allí. :'( Quizás sea el de poner el cuerpo sin un respaldo. Nota mental: No ser tan tímido para expresar mi posición y mis argumentos. Volvamos con esto de los gustos.
No es cuestión de gustos. Deberían aprender los psicoanalistas que la ciencia no es como se han acostumbrado ellos a tomar el psicoanálisis, como una multitud de visiones y escuelas cada una teniendo su razón y discutiendo con las otras vía argumentos de autoridad. Irónicamente, hasta esto le hace bastante mal al mismo psicoanálisis también. Uno no muestra adhesión a tal o cual escuela por una cuestión de gustos personales. (Luego hablaremos eso de las "escuelas".) Uno debería soportar o seguir a tal escuela no por que le parece o le tiene cierta afinidad, o por que a uno mismo le hizo bien y se ve a si mismo como un éxito de esa escuela. No es cuestión de gustos personales. Que quede claro.
La ciencia no es democrática. Las divergencias en ciencia se dirimen con evidencias empíricas, y no por consenso. La Tierra no es menos o más redonda según la cantidad de gente que soporte esa afirmación. Por más que afirme con todas mis fuerzas que la Tierra plana, esta no dejara de ser redonda. La Tierra no se aplanara en proporción a las firmas que junte. Que por más que uno argumente, trate de deducir, intuir o dilucidar de la forma que más le parece que el onanismo, por ejemplificar de alguna manera, es una practica que conduce a la neurosis, si la empírea muestra lo contrario, o no muestra para nada eso, no podemos seguir esforzarnos vanamente en mantener eso. Debemos buscar la teoría con las más firmes comprobaciones. Si el día de mañana me mostraran con toda claridad, con evidencias y argumentos fuertes, que la TCC es superada por otra teoría, no dudaría ni un instante en tratar de aprender todo lo posible de esta nueva teoría; aunque me haya dedicado toda mi vida a la TCC. Y esto mismo deberían hacer los psicoanalistas. ¿Freud o Lacan? Pues al que haya demostrado con claridad que lo que dice explica lo que sucede. Aunque en este ejemplo no hay ganador.
No es un asunto de camisetas. Y no es asunto de lealtades. Si el psicoanálisis se empieza a mostrar dogmático, pues habrá que aplastarlo hasta que se le vaya lo dogmático. No hay que cuidarlo. No le debemos nada a él, así como no le debemos lealtad a ninguna teoría. Si una nueva teoría aparece en el horizonte psicológico y muestra su eficacia, pues allí iremos. Y con alegría abandonaremos las viejas teorías. No hay lealtades en ciencia. No hay democracia. No hay consenso. Solo evidencias y ellas dictan los pasos a seguir.
Antes de que alguien diga algo, lo diré yo. Esta "tiranía de la empírea", como un lector del blog me señalo que la llaman en un articulo a la tiranía de la realidad. A todos nos gustaría flotar y volar en la Tierra, pero no es posible. Si nos tiramos de un techo, por más que nos aferremos a la idea de que es posible volar de esa manera, nos estrellaremos estrepitosamente en el pavimento, y lo único que lograremos sera la compasión de la gente: "¡Pobre loco!". ¿Esto significa que esto es una fatalidad? ¿Significa que nuestra vida esta guiada por una fatalidad sin escapatoria? No. De hecho, existen los aviones. "Hecha la ley, hecha la trampa" diría mi abuelo. Ok. No lo diría por eso, pero encaja bien en lo que quiero ilustrar. Así aquellos que no aceptan la "tiranía de la empírea"se verán convertidos en una mancha en el suelo. Debemos conocer como son la fuerzas de la naturaleza y de allí pensar como usarlas a nuestro favor. Eso es hacer ciencia. Conocer la realidad y usarla a nuestro favor. Julio Verne soñó con pisar la Luna, y la ciencia lo hizo posible. No cambio la Naturaleza, si no que la uso a favor para hacer realidad ese sueño.
La tiranía de la empírea dictamina lo que es posible y lo que no. La ciencia es la herramienta con la que tratamos de no estrellarnos en el suelo, pero para usarla debemos aceptar que las evidencias son las que marcan las posibilidades de que camino a seguir, y no nuestros deseos. Debemos aceptar y entender esta tiranía. Si la ciencia parece una nueva religión, solo lo parece debido a su inflexibilidad, y no por fuerza de consenso. Si no hay evidencias suficientes para afirmar algo, pues no puede afirmarse eso. Si se lo afirma, la ciencia aparecerá exigiendo pruebas y evidencias de eso. Si uno no las tiene, y solo tiene un sentimiento de certeza, pues entonces la ciencia volverá una y otra vez a exigir las pruebas. Una y otra vez. Si no respondemos a esa exigencia, la ciencia pedirá que nos callemos y que traigamos evidencias la próxima vez. Esto es inflexibilidad, y no dogmatismo. ¿Por que es así de inflexible? Por que la realidad lo es.
Ahora si tenemos pruebas y evidencias fuertes de lo que decimos, aquí la ciencia se callara, se abalanzara sobre estas pruebas y las considerara fuertemente. Si las encuentra validas y verdaderas la ciencia humildemente cambiara su parecer y aceptara lo que le decimos. Siempre esta dispuesta y abierta a nueva pruebas y teorías, pero solo aquellas que se sostiene con evidencias. Ya lo dije y lo repito, es inflexible en esto. Sin pruebas, nada. No es religión. La religión se mantiene por dogmas, cualquiera que discuta el dogma sera expulsado e ignorado con fuerza. No importa si tiene o no pruebas de lo que dice. La pruebas son irrelevantes para la religión, pero no para la ciencia. Si tienes pruebas de lo que dices, seras escuchado por la ciencia; a la religión no le interesan. Si cuestionas el dogma de la religión ya por este solo simple acto estas equivocado. Si no pregunten a Galileo.
Sobre lo de las escuelas. En ciencia, no veo escuelas, veo posiciones divergentes. ¿En que se diferencias de las escuelas psicoanalíticas? Un científico discrepa con otro en base a las pruebas que recopila. Discuten sobre los datos y, tarde o temprano, llegaran a un acuerdo sobre que representan estos datos. Uno de los dos o ambos terminaran rectificándose. Y siempre existe la posibilidad que ambos están equivocados también. Y hasta que no se haya aclarado la diferencia, ninguno aplicara nada de las teorías que tiene. Luego de la discusión la ciencia avanzara un paso y se vera como usar lo aprendido. En cambio, las escuelas pelean sin datos, o los ignoran por completo, pero nada les impide aplicar lo que creen saber. Así tenemos annafreudianos y klenianos aplicando en analizantes teorías contradictorias entre sí y cada una promulgándose como verdadera. Las escuelas se ignoran entre sí. Son como sectas que postulan la verdad de su doctrina. Pero vemos por otro lado la cuestión. Las escuelas esta destinadas a desaparecer. Como mostré, de una diferencia entre científicos, se pasa a la discusión y el debate, y se logra una visión unificada. Las escuelas deben pasar por lo mismo. Solo una se mantendrá en pie, solo que en psicoanálisis parecen reproducirse. Cada psicoanalista tiene su visión personal y poco y nada esta dispuesto a exponerla al análisis critico de la ciencia. ¿Y como esperarlo si ni siquiera esta dispuesta al debate entre las diversas escuelas?
Volviendo a la Facultad. A pesar de que mostraba una mejor apertura la cátedra, ahora la veo como igual de cerrada que el resto. Solo que trata de separar la psicología científica y el psicoanálisis. "Ellos creen en el DSM-IV, nosotros no" parece ser el enfoque. "Ven con nosotros psicoanálisis y con ellos el resto". Solo hay algo para notar, pareciera que ya no pueden negar los avances de la psicología científica. No pueden evitar dar algunos temas que ya empiezan a perfilarse como necesarios. ¡Bah! En realidad, lo son hace mucho, pero el continuo negativismo de la Facultad de Psicoanálisis lo hace aparecer como si esto fuera reciente y que apenas se asoma en el horizonte de la salud mental.
Me empiezo sentir algo sólito allí dentro, pero no quiero bajar los brazos. Quiero seguir hasta el final. Estoy seguro que hay vida después de las insensateces psicoanalíticas que voy a tener que pasármela escuchando. Cada momento que paso allí siento que estoy realmente metido en una secta, aunque me siento inmunizado a ella. No veo mucha gente que utilice argumentos racionales para sostener los que sostiene ... ni siquiera entre los estudiantes. A los que conozco por este blog, aun no tiene una cara física a la que saludar. Espero conocer sus caras un día. ¡Que sólito estoy! :-(
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