Ayer tuve una pequeña alegría. El ejercicio de analizar detalladamente los casos de Freud da frutos en mí. Es como cuando uno va al gimnasio y ve luego de un tiempo al espejo que tenemos algo más de musculo y firmeza. En la clase de prácticos me tope con un sueño y un análisis de Freud, el cual debo decir no había leído para la clase, sin embargo pude ofrecer una replica a la interpretación de Freud. No se me paso por alto los problemas de su análisis. Freud comenta el sueño de una mujer que esta usa para argumentar que NO todos los sueños son cumplimientos de deseos. Este le pide ver como su sueño es un cumplimiento de deseo. Freud opta por explicar de forma sexual el sueño. No se detiene hasta que tiene la sexualidad involucrada en el sueño, y por ello se le escapa las explicaciones más simples como ya vimos antes. En este caso parece pasar por alto dos explicaciones que lo sacarían sencillamente y sin gran esfuerzo del problema planteado por la paciente.
Freud comienza explicando la problemática de este sueño.
Sin excepción alguna se niegan los pacientes a aceptar el principio de que todos los sueños son realizaciones de deseos, y suelen apoyar su negativa con el relato de sueños que, a su juicio, contradicen rotundamente tal teoría.1
Algo que se puede notar en Freud son ciertos absolutismos al hablar. Expresiones como "Sin excepción alguna" o "todos los sueños" llega a hablar de la inflexibilidad de Freud al considerar las cosas. Wittgestein remarca esta tendencia a resolver todo y cada uno de los sueños , ya que si no sería visto por Freud como un fracaso. O todo o nada. Entonces se le hace necesario explicar estos casos contradictorios a su teoría. No los puede dejar pasar. Se puede ver también que este sueño "rotundamente" contradice al postulado de que "todos los sueños son realizaciones de deseo".
Expondré aquí algunos de ellos:
«Dice usted que todo sueño es un deseo cumplido -me expone una ingeniosa paciente-. Pues bien: le voy a referir uno que es todo lo contrario. En él se me niega precisamente un deseo. ¿Cómo armoniza usted esto con su teoría?»2
La paciente comienza a relatar un sueño donde se ve un deseo que no es cumplido.
El sueño a que la enferma alude es el siguiente:
«Quiero dar una comida, pero no dispongo sino de un poco de salmón ahumado. Pienso en salir para comprar lo necesario, pero recuerdo que es domingo y que las tiendas están cerradas. Intento luego telefonear a algunos proveedores, y resulta que el teléfono no funciona. De este modo, tengo que renunciar al deseo de dar una comida.»3
De entrada y con solo el sueño podemos ver que algo no funciona4. Si entiendo bien el postulado de que todos los sueños son cumplimientos de deseo, este sueño no lo contradice para nada. El deseo que el paciente debe ver en el sueño es un deseo de su vida cotidiana. Como explique otras veces, usted soñara que se come una naranja ya que en el día no pudo hacerlo. Si tuvo ganas de gritar en medio de una plaza, a la noche soñara que estaba dando un discurso en ella. Si usted piensa que su psicoanalista le cobra muy caro, a la noche soñara que este le hace un descuento ... mmm ... no ... ni en sueño pasa eso5. Pero el deseo del que habla la paciente no es un deseo de este tipo, si no un deseo en el sueño mismo. Es un deseo del sueño y no de la paciente, por decirlo de alguna forma. Si consideramos esto, el resto del análisis de Freud es completamente innecesario. Pero sigamos por que veremos algo más de la forma de razonar de Freud.
Freud continua pidiéndola a la mujer los restos diurnos que conforman el sueño. Los restos diurnos son elementos del día que son utilizados en el sueño para crearlo. ¿Que elementos del día se ven reflejados en el sueño?
«Pero ¿de qué material ha surgido este sueño? Ya sabe usted que el estímulo de un sueño se halla siempre entre los sucesos del día inmediatamente anterior.»6
Freud continua mostrando los datos relevantes para la formación del sueño:
Su marido, un honrado y laborioso carnicero, le había dicho el día anterior que estaba demasiado grueso e iba a comenzar una cura de adelgazamiento. Se levantaría temprano, haría gimnasia, observaría un severo régimen en la comidas y, sobre todo, no aceptaría ya más invitaciones a comer fuera de su casa7.
Aquí, sin más, tenemos un sentido para el sueño. El marido de la paciente quiere adelgazar, y le comunica a su esposa ciertas medidas que tomara, entre ellas esta en la de no asistir a cenas fuera de casa. El sueño justamente trata de una cena, pero es una cena hecha en casa. La tentación de comer esta mucho más cerca para el marido. Entonces podemos interpretar, jugándola de psicoanalistas, que la mujer al no poder realizar la cena se encuentra satisfaciendo el deseo de satisfacer a su marido. Al no poder hacer la cena que desea esta complaciendo a su marido en su "cura de adelgazamiento", o sea en su dieta. Pero Freud no ve esto. Podría haber visto algo interesante. La mujer esta renunciando a su deseo en el sueño para satisfacer otro deseo. Esta negando su deseo para satisfacer otro. Negando su propio deseo lo esta satisfaciendo. Negando hacer la comida que inicialmente deseaba esta cumpliendo otro deseo el de satisfacer a su marido.
Luego de algunos datos más Freud no parece dar con el sentido del sueño.
Las ocurrencias que hasta ahora han surgido en el análisis no bastan para lograr la interpretación del sueño. Habré, pues, de procurar que la sujeto produzca otras nuevas.8
Esto es algo que se suele pasar por alto en el accionar de Freud. El paciente se encuentra dando datos de forma asociativamente libre, pero Freud no deja de intervenir en el discurso del paciente y forzar a que el paciente siga hablando. Recordemos que asociar libremente significa esto asociar libremente sin presiones o prejuicios. Pero Freud interviene, no puede dejar el sueño sin explicación. Recordemos que este sueño supuestamente contradice la premisa de cumplimiento de deseos que serian los sueños. Debe seguir hablando hasta que algo se ajuste al esquema freudiano y permita explicar el sueño. Parece que no hay lugar para la incertidumbre.
Después de una corta pausa, como corresponde al vencimiento de la resistencia, declara que ayer fue a visitar a una amiga suya del que se halla celosa, pues su marido la celebra siempre extraordinariamente.9
Después de vencer un silencio, que Freud asume como resistencia, la mujer introduce a una amiga, que parece ser una competidora por su marido.
Por fortuna, está muy seca y delgada y a su marido le gustan las mujeres de formas llenas. ¿De qué habló su amiga durante la visita? Naturalmente, de su deseo de engordar. Además, le preguntó: «¿Cuándo vuelve usted a convidarnos a comer? En su casa se come siempre maravillosamente.»10
En este punto Freud ya tiene el sentido del sueño que buscaba.
Llegado el análisis a este punto, se me muestra ya con toda claridad el sentido del sueño y puedo explicarlo a mi paciente. «Es como si ante la pregunta de su amiga hubiera usted pensado: "¡Cualquier día te convido yo, para que engordes hartándote de comer a costa mía y gustes luego más a mi marido!" De este modo, cuando a la noche siguiente sueña usted que no puede dar una comida, no hace su sueño sino realizar su deseo de no colaborar al redondeamiento de las formas de su amiga.11
Hasta que el componente sexual no hizo escena, el sentido del sueño estaba desaparecido. Cuando la temática sexual aparece todo toma sentido para Freud. Parece que esperara este tipo de sentidos cuando tiene que interpretar sus sueños. Pensando un poco en el sueño me di cuenta de dos explicaciones que podría haber dado Freud y las pasa por arriba. Sus análisis me parecen algo mediocres por incompletos, y más de alguna vez guiados a la conclusión que desea desde antes que el paciente abra la boca.
- 1. Capitulo IV - "La deformación onirica" - Obras Completas Tomo II - Biblioteca Nueva - Traducción Ballesteros - pp. 436
- 2. Idem
- 3. Idem
- 4. Y no me refiero al teléfono del sueño de la paciente
- 5. Si, ya se. El chiste lo use en otro lado. ¿Pero no me va a decir que no esta bueno? ... ¿eh? ... ¿Como que no es bueno? De seguro esta reprimiendo su sentido del humor.
- 6. Op. cit. - pag. 436
- 7. Op. cit. - pag. 437 - El resaltado es mío.
- 8. Idem
- 9. Idem
- 10. Idem
- 11. Op. cit. - pag 437 - 438
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