Un pequeña historia contada vía G+ sobre un encuentro cercano del tercer tipo con una divanista.
Recuerdo en una oportunidad, en la universidad, cursando voluntariamente una asignatura electiva de Psicodiagnostico y terapia psicodnámica de orientación analítica, en un trabajo practico sobre psicoterapia breve, como muchas veces ocurre cuando se es estudiante, terminando en la noche el trabajo, cansada, di el ultimo vistazo, pinché en el corrector automático de ortografía y listo; se imprimió y al otro día temprano lo entregué.
Cuando entregaron las notas y la devolución del trabajo, solo tuve una corrección, el término "ABREACCIÓN" el corrector del computador lo cambió por aberración y yo no me di cuenta. Sin embargo la profesora (para quien no existía la casualidad) interpreto que para mi lo que decía la paciente era una aberración, jajajajajajajajaja y un comentario suuuper largo al respecto, que solo provoco mi risa y el aprendizaje de revisar cada corrección ortográfica
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