Muchas veces, durante mi estadía en la Facultad de Psicoanálisis, me he topado con gente que me pregunto "¿Que haces acá si no te gusta el psicoanálisis?". Estas personas creen que la psicología es asunto de creencias o gustos. "A mi me gusta tal o cual autor" es una frase fácil de escuchar allí dentro. La psicología, como toda ciencia, no es cuestión de gustos. Es como si no me gustara caer del techo, por lo que no creo en la gravedad. Si uno entiende esta cuestión, entonces aparece una pregunta que uno debe hacerse a si mismo. Si uno sabe que lo que se enseña son pura insensateces, pero se quiero alcanzar un titulo, ¿entonces como hacer que uno mismo se interese en cruzar el barro psicoanalítico para alcanzar el titulo simbólico de Licenciado en Psicología? Simbólico el titulo, ya que la única manera de alcanzarlo es atravesar el barro psicoanalítico, intentando salir lo menos sucio posible del lodazal de la Facultad de Psicoanálisis. Quizás deba contarles de mi paso por una materia 100% psicoanalítica y de una pequeña estrategia que se me ocurrió para prestar atención a la parafernalia mística y sin sentido de las clases de psicoanálisis. Hablaremos de profesores, latiguillos y mediciones y gente aburrida por el psicoanálisis.