Hoyeando la Revista Imago Agenda en su edición de Octubre pasado, encuentro un pequeño articulo denominado "El color del dinero"1. Pequeño articulo. Solo dos columnas. Una trata la temática del dinero y el "pago simbólico" en psicoanálisis. La otra trata de las, en ese momento, recientes elecciones realizadas en Argentina. Iba comentar este articulo como un ejemplo de como el titulo de psicoanalista permite hablar de todo, de como el saber psicoanálisis habilita para analizar todo, para poner todo en el diván, de como tener el titulo de psicoanalista es una habilitación que da autoridad para hablar de cualquier cosa que se le ocurra a uno, incluso de elecciones presidenciales, sin ser un analista político, o incluso no saber nada de política, pero vi otro tema que me intereso más. Esto va de dinero y "pagos simbólicos".
Pequeño comentario de la segunda columna antes. La segunda parte del articulo es una especie de análisis político desde la posición de analista. No confundir con una mirada de un psicoanalista, si no que es un pequeño análisis psicoanalítico de las elecciones. El autor llega a esto por un punto en común con el pago de las sesiones en psicoanálisis: el dinero. Analiza someramente, en esa segunda columna, la cuestión de "votar con el bolsillo". A partir de la problemática del dinero llega a las elecciones, y con bastante facilidad debo decir. Ambas partes me parecen temas independientes y poco relacionadas entre sí, y demás esta decir que no veo que autoridad se puede tener como analista para un análisis de las elecciones presidenciales. No veo que valor puede tener un análisis psicoanalítico de una acción política como es el acto del voto, y que este análisis sea valido de alguna forma. Pareciera que es muy fácil saltar de un diván a un análisis social y político. Afortunadamente no me agrada mucho tratar estos temas políticos y, quizás por ello, el tema del pago simbólico me parece más interesante. La política es un terreno algo inflamable por lo que ya lo dejo aquí. Este fue mi primer impulso frente a este articulo. Iba exponer esto, pero tome el tema del dinero, ya que antes no lo había tocado directamente en el blog. Sigamos con la primera parte del articulo.
[...] aquellos bienes de consumo que se ofrecen a nuestro apetito como objetos de satisfacción libidinal.
En otras palabras, esos objetos que compramos y que nos dan placer al comprar. Luego de nombrar a Lacan, lo cual lo define como lacaniano al autor y obtiene, a la ves, un poco de autoridad al invocar el nombre de Lacan, comienza a hablar de aquello que nos permite comprar "esos objetos de satisfacción libidinal", o sea el dinero.
[...] el dinero posee también un valor propiamente simbólico, al que aludimos en psicoanálisis, por ejemplo, bajo la figura del "pago simbólico". [...] Me refiero especialmente al reconocimiento de que el pago implica una cesión de goce, una privación consentida, confiriendo al pago un valor subjetivo singular.
¿Que es el pago simbólico? Pues no es el pago de los honorarios por los servicios del analista. Los honorarios es lo que se paga por el tiempo y servicios del analista. El "pago simbólico" es algo diferente. Es terapia. Es un pago que se da al analista en forma de terapia. Es una especie de pago que dependerá del valor, y no me refiero al monetario, que el analizante le pone a las sesiones con su analista. Es una especie de valoración de la estimación que el analizante tiene de su propio análisis. Esta valoración se transforma en una cantidad extra de dinero para el analista, cantidad que no estará relacionada con el pago de los honorarios, valga la insistencia. El autor no parece hacer esta diferencia, pero luego veremos con un ejemplo que no llegan igualarse. Este parece comprenderlo fusionados, pero para poder explicar mejor este concepto los voy a tomar como separados. Con el ejemplo quedara más claro.
¿Pero por que se debe pagar este "pago simbólico"? Por terapia. Al pagar este extra se esta, como dice el autor, cediendo algo del propio goce, se esta privando de una satisfacción libidinal que se podría obtener con este dinero. Usted no podrá obtener formas sustitutivas de placer, que según el psicoanálisis algunas compras pueden resultar ser. Usted esta cediendo al analista algo de su placer sexual al darle dinero. Es dinero que no podrá gastar en objetos que puedan satisfacer su libido. No podrá comprar cosas o mejor dicho "objetos de satisfacción libidinal", por el simple hecho que el dinero lo tiene el analista y no usted. Al darle parte de su dinero al analista esta mostrando que no desea convertir el dinero en objeto para su placer, obviamente, sexual. Según el psicoanálisis, los objetos que compre resultan ser objetos sustitutivos de un placer sexual. Este podría ser un placer onanista, o puede ser un símbolo de la madre y por lo tanto un placer sexual incestuoso o Edipico si se quiere. Así a cuanto más dinero renuncie más desea evitar estos placeres sexuales sustitutivos, por lo que a cuanto más renuncie más importancia usted le da a su terapia, más desea recuperarse. Cuanto a más dinero renuncie mejor sera para usted y que el bolsillo del psicoanalista crezca en el proceso es solo un asunto colateral ... claro esta.
¿Como esta renuncia puede ser terapéutica? Es algo extraño y muy psicoanalítico de explicar. Como tenemos a un autor seguidor de Lacan, la renuncia tomara el centro de la terapia. El niño, según el psicoanálisis freudiano y el lacaniano, desea sexualmente a su madre, pero solo el lacaniano hará de los limites impuestos a ese deseos el centro de la terapia. El padre tiene la función de interponerse entre el niño y su madre. El padre debe prohibir el deseo sexual del hijo para su madre. Esta función es el centro de la terapia lacaniana. Si esta función falla el niño tendrá problemas de adulto.El padre hará que la madre sea inaccesible, gracias a que el padre introduce la prohibición del incesto, y imposibilitara al niño satisfacer su deseo. Si este limite es impuesto correctamente al deseo del niño entonces el niño no tendrá problemas, pero cuando esta mal realizado terminara en un diván en algún momento de su vida. Si el adulto de niño no tuvo correctamente impuestos los limites a su deseo, entonces el analista mismo tomara la tarea de imponérselos. Entonces el pago de este plus actúa como un limite al deseo del adulto. El analizante esta cediendo al analista parte de este placer que el dinero podría darle. Esta rindiendo su deseo al analista. Ahora que el bolsillo del psicoanalista crezca en el proceso es solo un asunto colateral ... claro esta.
Los honorarios de un analista pueden ser cotizados como el precio razonable de un servicio, profesional, pero solo asumen carácter analítico al articularse a la referencia subjetiva de quien efectúa el pago.
Pero el solo pagar no constituye la terapia. Aun hay algo más que debe lograr el psicoanalista sobre su analizante. Le debe exigir al analizante que se comprometa con el pago. No alcanza con pagarlo solo. El analizante debe desear pagarlo. Debe querer pagarlo. Solo cuando el analizante acepta pagar, y desea realmente hacerlo, recién entonces tendrá eficacia terapéutica el "pago simbólico". En términos de la terapia, el analizante recién allí esta aceptando la limitación impuesta a su deseo. Recién allí esta aceptando la castración. El padre debe imponer una limitación al deseo del hijo, y lo logra imponiendo la ley del incesto. El padre le niega al hijo el acceso a la madre. Hace que el niño no pueda concretar su fantasía de poseer sexualmente a su propia madre. Recién cuando acepta la castración, empieza a ver, a los ojos del psicoanalista, un avance en la terapia. Ahora si el analizante no desea pagar este "pago simbólico", entonces no esta aceptando la castración. Puede pagar, pero debe desear hacerlo además. Ese pago debe remitir al analizante de alguna forma. Debe querer pagarle, debe querer ser castrado2.
Lo que delimita un rango de honorarios necesariamente variable en los distintos casos, y también, en cada caso, a lo largo del tiempo. Algo que, desde una lógica puramente mercantil, podría ser percibido como un gesto de arbitrariedad, aunque no se trate si no de apreciar las coordenadas que regulan su valor de don.
A primera vista, se puede entender que esta pago simbólico es idéntico al pago de servicios; que el pago por los servicios es idéntico al valor del pago simbólico. La variabilidad del pago total que se da al analista es producto del "pago simbólico". En forma más sencilla, pago de los servicios más el "pago simbólico" es igual al pago total al analista. Al iniciar una terapia uno acuerda con este el valor de la sesión. Este es un valor que difícilmente cambiara en todo el tiempo que dura una terapia. Aunque en los excesivos tiempos que se llegan a manejar es factible que varíe, pero lo hará por razones ajenas a la terapia como por ejemplo los avatares económicos de cada lugar. En general, sera bastante estable este valor. En cambio el pago simbólico no es tan estable, lo que al final de cuentas hará que el pago total al analista varíe. Como vengo diciendo, este pago depende de las condiciones subjetivas de la terapia. Depende de las condiciones internas de las misma terapia, como el avance que el analista crea que se esta logrando; o sea. la aceptación del analizante de su propia castración.
Se podrá pensar en algún punto que el analizante puede poner su criterio según sobre el valor del pago simbólico, pero lejos de ser verdad esta eso. El analizante podrá argüir algo sobre el pago, pero el analista interpretara lo que diga al respecto. Esta es una situación de Win/Win3 para el analista; y de "Lose/Lose"4 para el analizante. Si la aceptación se da por parte del analizante, el analista obtendrá el "pago simbólico",; si no acepta el analizante pagar es claro, para el analista, la existencia de unas resistencias que debe eliminar, por lo que el analizante tarde o temprano debe pagar y mientras este en terapia el analista presionara para que se haga este pago, su forma de terapia lo requiere. Como dije, mientras este en terapia se mantendrá este juego de fuerzas del cual al analizante en el mejor de los caso saldrá mal parado y con dinero de menos en su bolsillo. Con un ejemplo, quedara mucho más claro esta situación y quedara claro también la separación entre el "pago simbólico" y el pago de honorarios.
Un compañero del CBC5 me transmitió esta experiencia personal. Este compañero inicia una terapia con una psicoanalista que le fue designada por una obra social. No recuerdo bien si había recién empezado o ya llevaba varias sesiones cuando la psicoanalista le pide, a mi compañero, un pago superior al acordado. Este se queja aludiendo, con razón, que la obra social ya había estipulado un valor por sesión y que no debía pagar ningún extra por esa razón. El valor estaba acordado y estipulado de mucho antes. La psicoanalista le explica que él debería pagar más ya que este acto de pagar esta directamente relacionado con su terapia, que es el valor que él le otorga a la terapia. Lo que la psicoanalista le pide es que pague más como signo de su beneplácito con la terapia y que desee hacerlo. Le estaba exigiendo el "pago simbólico". Esta demás decir que esa fue la ultima sesión a la que asistió mi compañero.
Es difícil ver el uso del "pago simbólico" en los casos de psicoanalistas privados o particulares ya que en el momento de pagar las sesiones este plus, este pago simbólico, estará junto con el pago de los honorarios. Pero en ciertas situaciones, como la anterior, se puede ver claramente. El pago al analista se hace de forma directa al mismo por lo que el "pago simbólico" queda confundido dentro del pago total al analista, y pareciera que es solo el pago de los honorarios. Lamentablemente, son pocos los ejemplos como estos que se puedan dar de esta practica, ya que estas cuestiones quedan dentro de las cuatro paredes donde sucede el psicoanálisis. No hay tampoco datos estadísticos de que tan difundida es este pago practica gracias a la falta de controles y regulaciones que tiene la practica psicoanalítica. Como estos pagos van directamente de la mano del analizante a la mano del analista, pocas huellas quedan de este pago. Doblemente lamentable es que las personas antes de perder la supuesta ayuda o beneficios de esta terapia, aun teniendo sospechas de sobre este pago, terminan sin quejarse o ni siquiera consideran el abandonar la terapia. No todo cae del lado del analizante. Debemos pensar, además, que el analista presentara una argumentación pseudo-teórica de sobre la importancia de este pago; argumentación que sonora valida al oído del analizante, el cual no puede llegar a evaluarla como lo que es, y no intentara hacerlo ya que que solo desea ayuda. Además de disfrazados de elemento terapéutico no sera percibido como un pago. Esta personas, buscando ayuda y algo de comprensión, terminaran pagando este plus convencidos que es un elemento terapéutico valido y efectivo. La cuestión del pago evidentemente es una cuestión ética que debe resolverse de alguna forma.
Este necesidad de ayuda hace que estar personas sean vulnerables y presa fácil de abusos. Pero no solo en el ambiente psicoanalítico suceden abusos de este tipo. Lamentablemente, charlatanes hay por doquier y obtienen dinero de las personas necesitadas. Estas llegan a aceptar explicaciones extrañas y someterse a raros métodos por una mínima y hasta dudosa ayuda. Son personas que aceptaran las cosas más extrañas bajo la gran necesidad de ayuda que sienten. Cientos de pseudo-ciencias darán servicios estrambóticos, bizarros, y hasta peligrosos y pedirán por ellos precios elevados, exorbitantes. Pero solo el psicoanálisis elabora una teoría para sostener este pago simbólico por si mismo. Solo el psicoanálisis sostendrá la necesidad del pago por el pago mismo. Recordemos que el solo pago y la aceptación del mismo es la terapia. Aquí no hay ningún trabajo por parte del analista que justifique ese extra. Los otras pseudo-ciencias piden pagos exorbitantes, pero al menos lo piden por un trabajo realizado. Esto no justifica para nada a las otra pseudo-ciencias. Los actos de aprovecharse de gente necesitada son deplorables por si mismos, sin importar de donde provengan. Solo que el psicoanálisis llevo un paso adelante estas practicas. Crea una justificación para recibir dinero sin hacer nada más que extender la mano palma arriba. El colmo es que exigirá al analizante que desee pagarlo. Si no desea esto, el psicoanálisis lo acusara de resistente, y por ende de no querer mejorar, culpándolo en el proceso del fracaso de la terapia. Si no desea pagar el "pago simbólico" sera culpable de su propio malestar. Inversamente, el "pago simbólico" sin queja alguna de parte del analizante sera visto como un avance, como una adelanto en la terapia y se fomentara que siga haciéndolo; quizás hasta que pague más aún. Claro esta, que el bolsillo del psicoanalista crezca en el proceso es solo un asunto colateral.
Lo mínimo y necesario
Ahora aceptemos por un momento que realmente este "pago simbólico" es una medida terapéutica valida6. Aceptemos por un instante que su uso es justificado y que el analizante debe pagar este plus de dinero. ¿Podría el psicoanálisis entonces solventar el problema ético que tiene el "pago simbólico"? ¿Existe alguna forma que el analizante pueda corresponder a este "pago simbólico" sin que el psicoanalista caiga en sospecha de abuso? Creo que la respuesta es si. Voy a intentar aportar algunas ideas.
El primer problema es la variabilidad del pago del pago. Al ser variable el pago, al variar en de terapia en terapia y dentro de una misma terapia, pareciera que el precio del "pago simbólico" solamente proviene del capricho del analista. Por lo que el "pago simbólico" debe ser de un valor constante. Esta estabilidad mostrara la inflexibilidad del analista en su tarea de castrar al analizante. Debe estipularse de una vez y no moverse en todo el curso de la terapia. Esto hará que ya no se vea como un solo puesto por el criterio del analista. Hará que se vea como una exigencia que hasta sobrepasa al propio analista. Que no es asunto de él como persona el que pone el valor del "pago simbólico". El pago de los honorarios podrán cambiar o hasta inclusive perdonarse en alguna ocasión, pero la inflexibilidad que debe tener el "pago simbólico" hace que este nunca sea perdonado. Siempre debe pagarse. Es la castración del analizante lo que esta en juego, y por ende el analista debe, con su inflexibilidad, mostrar la importancia de este pago.
Ahora bien, el "pago simbólico" es constante e inflexible, pero ¿a cuanto debe ascender? Como dije, esta valor no podrá variar nunca, por lo que debe ser un valor que no sufra subjetivamente los a avatares económicos. Me refiero a que debe se runa cantidad que luego de un tiempo sea considerada poca o mucha. Creo que el valor debe se un valor realmente simbólico aquí. El valor de una unidad monetaria de uso corriente sera el valor a pagar. Por ejemplo, aquí en Argentina el valor ascendería a un solo peso argentino. En USA ascendería a un dolar. Y así para los diversos lugares y tiempos7. Lo que debemos entender aquí es lo importante no es realmente el monto del "pago simbólico", si no el como se lo paga. Así que el valor al que ascienda el "pago simbólico" poco importa para la teoría psicoanalítica, pero este si importa para la cuestión ética.
Se podrá argumentar en contra diciendo que el valor de una unidad es un valor absurdo y que el analizante no le dará el valor necesario a este pago. Sin embargo, el carácter inflexible que el analista debe poner a este hará que el mismo algo insidioso y realmente molesto con el correr de las sesiones. Una de las características de usar una unidad como pago, es por practicidad también. Aquí, en Argentina, un peso es una moneda. Algo bastante sencillo de pagar en cualquier momento, y más para alguien que contrato los servicios de un analista. Por lo que el analizante no podrá objetar no tener el dinero para pagar al analista. Es prácticamente imposible que no tenga una moneda en su haber8. Tarde o temprano este valor resultara bastante molesto y puede que hasta insoportable, ya que no hay forma que el analizante escape al la obligación de este pago. Y al ser de una sola unidad monetaria, no tiene grandes implicaciones éticas que digamos. Difícilmente se podrá decir que un analista se esta enriqueciendo con el pago de una sola moneda. He aquí mi propuesta: una sola moneda como "pago simbólico".
- 1. Escrito por Mario Pujo - En la pagina 52 esta todo el articulo.
- 2. En este punto de la explicación creo que se llegara a entender mejor ese cartel en la Facultad de Filosofía del que ya hable hace un tiempo. Se entenderá, que desde una perspectiva freudomarxista el capitalismo debe rechazar la castración. Y se vera también como todo es psicoanalizable, no importa lo que. Todo puede ser acostado en un diván.
- 3. Del ingles "Ganar/ganar".
- 4. Del ingles "perder/perder".
- 5. Ciclo Básico Común. Cursos iniciales y de supuesta nivelación para el ingreso en la carrera. Cursos iniciales de la gran mayoría de la carreras de Universidad de Buenos Aires.
- 6. Y es aceptar bastante.
- 7. Valga esta aclaración ya que alguno puede considerar el uso de moneda extranjera en esto. El psicoanálisis es un lugar para que estas conversiones sean avaladas por recursos teóricos extravagantes para sostenerlas. Por eso me adelanto con esto.
- 8. Recomiendo a los psicoanalistas abastecerse con suficiente cambio y monedas por si se llega a argumentar que no se tiene cambio. Como dije, este pago debe hacerse siempre.
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