La histeria es un caput mortum en el que amontonamos todo lo que parece extraño, todo lo que nuestro espíritu, amigo de las causas finales, no puede explicar. Cuando se trata de algo relativo a las enfermedades "mentales", esta tendencia se acentúa mucho más. Como aparezca una enferma no convencional, una desequilibrada cualquiera, una retrasada más o menos coqueta, más o menos alocada: es una histérica, decimos, y pareciera que ya esta todo dicho. Con frecuencia no sabemos con precisión qué es la histérica pero la palabra esta ahí, mágica, incomprensible para la gran parte de la gente, pero explicándolo todo.
"Sobre la locura histérica" [1890] en "La histeria antes de Freud" (Varios) - Ergon 2011 - Madrid - p. 96
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